Guillermo Rodríguez, el mexicano que conquistó la televisión desde el estacionamiento de Jimmy Kimmel

Diego Luna no fue el único mexicano que brilló este lunes en el programa de Jimmy Kimmel Live. Mientras el actor tomaba el micrófono para hablar de la política migratoria de Donald Trump, las protestas en Los Ángeles y las mentiras sobre los migrantes, otra figura —más discreta pero igualmente poderosa— lo acompañaba desde el fondo del escenario. Bajo de estatura, de andar relajado, con voz suave y un acento latino que no intenta disimular, Guillermo Rodríguez, el inseparable asistente de Jimmy Kimmel, lleva más de 20 años robándose la escena en uno de los programas más vistos de la televisión nocturna estadounidense.

Su historia no comenzó en una escuela de actuación, ni en una agencia de talentos. Comenzó con una llave de seguridad. Rodríguez trabajaba como guardia en el estacionamiento del estudio donde se graba el programa. Al mismo tiempo, también lavaba platos y atendía mesas. Dormía en el estacionamiento entre turnos para ahorrar tiempo. Hasta que un día, un alto ejecutivo lo encontró dormido en su auto. En lugar de despedirlo, Kimmel le ofreció un lugar frente a la cámara. Rodríguez aceptó y nunca más se fue.

Desde entonces ha cubierto alfombras rojas, entrevistas con celebridades, Super Bowls y entregas de premios. Es conocido por ofrecer tequila a los invitados de la Academia de Cine de Hollywood y por sus trajes peculiares, coloridos y a veces estrafalarios, que se han vuelto parte de su sello. Lo ha hecho con un humor encantador, con su inglés entrecortado, con chistes simples y una honestidad que desarma a cualquiera. Con su sola presencia, ha desmontado muchos de los estereotipos que pesan sobre los latinos en Estados Unidos. Sin discursos. Sin pancartas. Solo con una sonrisa que, noche tras noche, le recuerda al público que también hay otra forma de contar la migración.

Durante su participación en el programa, Luna no dudó en rendirle homenaje: “He trabajado con los mejores actores mexicanos, pero quién diría que gracias a este programa iba a trabajar con el más talentoso, el más guapo, el más interesante… Guillermo, carajo”. La audiencia estalló en risas. Rodríguez respondió, fiel a su estilo: “Be yourself. You got this”.

Es probable que millones de personas en Estados Unidos no conozcan Zacatecas, su Estado natal, pero conocen su cara. Lo ven todos los días. Y aunque su papel esté pensado para hacer reír, su existencia frente a las cámaras —como migrante, como trabajador, como figura permanente en un espacio de poder simbólico— es profundamente política.

Como dijo Luna en su monólogo de apertura para criticar las políticas del presidente, este país ha sido moldeado por manos migrantes. Y muchas de ellas, como las de Rodríguez, no escriben artículos frente a un ordenador ni han invertido miles de dólares en su educación universitaria, pero trabajan, perseveran, se esfuerzan y terminan reescribiendo las reglas del juego.

El momento fue entrañable, pero no ingenuo. Como dejó claro el propio Luna al final de su intervención: “Espero que lo que he dicho los anime a implicarse, o al menos, a verlo desde otro punto de vista. Y si mis palabras los han molestado, solo quiero que sepan que todo lo escribió Guillermo”.

El éxodo zacatecano

Rodríguez forma parte de un éxodo silencioso que se extiende por generaciones. Según datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), más de un millón de personas originarias de Zacatecas residen hoy en Estados Unidos, una cifra que representa una proporción significativa si se compara con los 1,6 millones de habitantes que conformaban la población total del Estado en 2020. Esta migración sostenida ha marcado profundamente la historia, la economía y el tejido social zacatecano.

Los municipios han visto cómo sus jóvenes cruzan la frontera y no vuelven. En la mayoría de estos lugares, la vida cotidiana depende de las remesas. Zacatecas es uno de los Estados más dependientes de ese ingreso: solo en 2023, recibió más de 1.800 millones de dólares en remesas, según cifras del Banco de México.

La figura de Rodríguez es la representación de miles de zacatecanos que han buscado dignidad y futuro en territorio estadounidense. Su presencia ha trascendido la comedia. Durante el Mes de la Herencia Hispana de 2023, fue reconocido públicamente por su aporte a la representación latina en los medios.

El Concejo Municipal de Los Ángeles le otorgó un certificado honorífico, junto con otros tres latinos destacados, y los calificó como un “tesoro” para la comunidad. “Guillermo es uno de esos nombres familiares, una figura de la televisión nacional en un momento en que los latinos están especialmente subrepresentados”, afirmó entonces la concejal Mónica Rodríguez.