Ivy Queen: “Jamás en mi vida pensé que se podía llevar el reguetón al Carnegie Hall”

Martha Ivelisse Pesante Rodríguez, conocida artísticamente como Ivy Queen (Puerto Rico, 53 años), es una de las figuras más influyentes del reguetón. Inició su carrera en el colectivo The Noise en la década de los 90, destacando en el movimiento underground de Puerto Rico. En 1996, emprendió su carrera en solitario con el álbum En mi imperio. Sin embargo, alcanzó la fama internacional con su tercer álbum de estudio, Diva (2003), que fue certificado platino por la RIAA y presentó el exitoso sencillo Quiero bailar. A lo largo de su carrera, Ivy Queen ha recibido múltiples premios, entre los que destacan el Premio Billboard Ícono en 2023 y el Vision Award en los Premios de la Herencia Hispana 2021. Además, ha sido nominada a tres Premios Grammy Latinos y ha recibido el Premio ASCAP como Compositora del Año.

Su música aborda temas de empoderamiento femenino, política social, amor y desamor, y ha sido una defensora del papel de la mujer en la música urbana. Con casi tres décadas en la música, Ivy Queen continúa siendo una figura central en el panorama actual y un referente para las nuevas generaciones de artistas.

Pregunta. Comienza su gira internacional Killa Queen Tour. ¿Por qué la ha llamado así?

Respuesta. ¿Qué te digo? Está la queen bee y están esas abejas que son las más bravas, pero las más bravas, las más bravas, las más bravas. Yo siento que soy de esa colmena, porque me ha tocado la vida muy dura. Pero no me quejo de estar de pie haciendo lo que me gusta. Y en este tour en específico voy a tocar en teatros, que para mí es espectacular. Jamás en mi vida pensé que se podía llevar el reguetón a un Carnegie Hall. La gira sigue para Europa, para Latinoamérica. Estoy agradecida de la vida, agradecida de Dios, agradecida de poder hacer lo que yo quiero. Estoy feliz.

P. Esta gira va a ser muy diferente...

R. ¡Ay, Dios mío! Me estoy rompiendo la cabeza para crear ciertos looks que puedan ser transformables, que se pueda quitar una cosa y poner otra. Pero tengo un equipo espectacular, unos bailarines y una banda espectacular. Voy a tocar el Movistar Arena solita en Chile. Son tantas cosas... Pero igual que tengo tantas cosas, tengo tantas responsabilidades como ensayar, verme bien, atender mi hija, pagar las cuentas.

P. ¿Cómo hace para hacerlo todo?

R. ¿Sabes qué cosa te da el balance? Saber que tienes responsabilidades, tanto la maternal como la económica y la responsabilidad contigo misma. Y aunque te cansas físicamente, cuando tú al otro día ves a tu hija o tu hijo sonreírte, dices: “Hay que ir a meterle mano a la vida, hay que hacer lo que le toca, hay que darle”. Yo amo tanto la música, que me gozo mi trabajo, pero a cabalidad.

P. Viene con su décimo álbum de estudio. ¿Qué nos puede adelantar?

R. Estoy tratando de acaparar todas las generaciones de fanáticos para que todo el mundo se sienta identificado. Y a la vez, que no pierda la esencia que caracteriza a Ivy Queen y tenga su sazón. Es un álbum del alma, de corazón y bien pensado.

P. Su nuevo sencillo, titulado Casi, casi, es un himno del empoderamiento femenino.

R. Creo que aparento ser una mujer muy seria. Con esta canción quiero decir que una puede ser coqueta, sensual, atrevida, pero con una línea de elegancia. Yo soy una mujer soltera y pienso que a veces los hombres no se atreven a entablar ni una conversación. Y sí, soy líder, lo entiendo. Pero con Casi, casi quería darles a entender que me pueden invitar a comer, al cine o a bailar. Una cosa bonita y elegante.

P. Ha dicho que la música le ha dado voz, fuerza y propósito, ¿qué sería Ivy Queen sin música?

R. Yo sería una poeta. Soy hija de la dulzura, soy una pisciana, que somos un torbellino de emociones. Las artes me arrastrarían como fuera: escribiendo poesía, en el arte culinario o en la moda que tanto me gusta, o el maquillaje. La música fue mi guía para salvar mi juventud. Yo me enamoré de la música y decidí que quería cantar algo que llegara a la gente. Y mira dónde estoy.

P. ¿Cómo ha hecho para mantener la autenticidad y no dejarse cambiar por la industria?

R. Me tomo mi trabajo muy en serio y comprendo que soy un producto. La primera vez en mi vida que vi gente gritando mi nombre y esperando a que yo saliera del hotel para pedirme un autógrafo, para pedirme una foto, comprendí que la gente sí me estaba prestando atención. Comprendí que mi trabajo lo debía llevar de una manera agradable, porque fui criada con la música de Celia Cruz, una mujer de una reputación intachable, de una elegancia intachable. Celia nunca tuvo ningún escándalo, solo se dedicó a la música. Y a través de Celia yo canalicé quién es Ivy Queen. Amo tanto mi trabajo, que entendí que tengo que lidiar con ciertas cosas. Vengo de la época en que la gente pensaba que el bullying no existía. Tuve que moldear mi futuro yo misma y hoy en día abrazo a la mujer en la que me he convertido y abrazo a la adolescente que fui, porque de verdad tuve los pantalones bien puestos.

P. ¿Por qué se unió a la iniciativa Connect TogetHER de la Fundación Cultural de Latin Grammy para ser mentora de otras mujeres?

R. No quisiera que otras mujeres pasaran lo que yo pasé en la música. Yo vengo de los tiempos del underground. No había disqueras, todo se vendía del baúl de un carro. Hay que educar a nuestras mujeres a que se busquen a sus abogados, a que sepan los términos de lo que están firmando, todo lo que yo no sabía. Las mujeres que quieren incursionar en el entretenimiento deben entender que estamos en desventaja, que a los hombres se les paga más. Al formar parte del programa, yo me siento literal como la mamá de los pollitos y quisiera expandir mis brazos, meterlas a todas debajo de mis alas y poder explicarles sobre lo que no deben hacer, cómo deben cargar su corona y lo mucho que una mujer se tiene que educar para entrar en el entretenimiento.