Ir al contenido
_
_
_
_

Sean Combs, condenado por dos delitos relacionados con la prostitución, se libra de la cadena perpetua

El jurado no ha considerado que el rapero conocido como Puff Daddy haya liderado una organización criminal para abusar de mujeres, como insistió la fiscalía. El músico permanecerá en prisión mientras espera su sentencia

Sean Combs, en un paseo por Beverly Hills, California, en octubre de 2023.Foto: GC Images | Vídeo: EPV
María Porcel

Sean Combs ha sido declarado culpable de dos de los cinco delitos que se le imputaban y se librará, por ahora, de pasar el resto de su vida en prisión con una cadena perpetua. En el juicio por el que el rapero lleva siendo juzgado desde el pasado 5 de mayo, el jurado ha decidido que es culpable de dos cargos de los que se le acusa, los de transporte para ejercer la prostitución. Sin embargo, las cuatro mujeres y ocho hombres del jurado han considerado que el músico no lideró una organización criminal para abusar de mujeres ni tampoco lo ha encontrado culpable por los otros dos cargos por tráfico sexual. De todos modos, el también llamado Puff Daddy o Diddy todavía tiene pendientes unas 150 demandas por abuso, acoso y violación.

Horas después del veredicto, el juez Arun Subramanian ha tomado una decisión, aunque a medias. No ha hecho pública cuál es su sentencia (puede ser de hasta 20 años de cárcel), pero sí ha tomado una decisión temporal con respecto a Combs. Subramanian ha decidido, como le pidió encarecidamente la fiscalía y algunas víctimas, como Casandra Ventura, principal testigo del caso, mantener al rapero en prisión. El músico lleva detenido desde mediados de septiembre de 2024, cuando la policía federal acudió a por él a un hotel de Nueva York. Ha estado en una cárcel de alta seguridad en Brooklyn durante estos 10 meses. Aunque la defensa ha propuesto que entregue el pasaporte e incluso una fianza de un millón de dólares y tests de drogas continuos para que su cliente quedara en libertad, Subramanian se ha negado.

Ahora falta por saber la sentencia. El juez ha propuesto el 3 de octubre como fecha para anunciarla, aunque ha indicado que estaría abierto a otras sugerencias. La defensa de Combs, por su parte, ha dicho que le gustaría acelerar el calendario de sentencia tanto como sea posible. De momento, Subramanian ha programado una audiencia remota para el próximo martes, 8 de julio, para abordar el tema.

El jurado anunció el pasado martes que había llegado a una conclusión acerca de cuatro de los cinco delitos de los que se acusaba al rapero, pero que no habían tomado una decisión acerca del de crimen organizado. Cuando acudieron a la sala, Subramanian rechazó un veredicto parcial y les pidió que continuaran con sus deliberaciones. Además, les recordó que su decisión debía ser unánime, pero que no estaban “obligados a renunciar a sus convicciones honestas sobre el efecto o el peso de las pruebas con el mero propósito de emitir un veredicto o únicamente por la opinión de otros miembros del jurado”.

Los miembros del jurado jugaban con material delicado, puesto que los delitos eran muy graves: el de transporte, el relativamente menor, implica 10 años de cárcel; el de tráfico sexual, 20; y el de crimen organizado podía haberle supuesto pasar el resto de su vida en la cárcel. Por el momento, se ha librado de lo peor. Al parecer, no han sido capaces de decidir si lideraba una organización criminal, pero tampoco si las mujeres que estuvieron con él se vieron obligadas a participar en sus orgías en contra de su voluntad, por lo que no le han acusado finalmente de tráfico sexual.

El rapero y empresario, de 55 años, cuya madre y varios de sus hijos estaban presentes en la sala, se había declarado no culpable. Su reacción al conocer el veredicto ha sido girarse hacia los suyos y poner las manos en el cielo, en forma de oración, y después alzar el puño derecho, para posteriormente llevarse las manos a la cara: “Te quiero, mamá, te quiero, te quiero, te quiero”; “Me voy a casa”. La familia ha llegado a aplaudir a su equipo legal. Sus abogados, encabezados por el mediático Marc Agnifilo, también han recibido sonrisas de su parte. Para Combs y para ellos, aunque haya dos delitos que supongan hasta 20 años de cárcel, esto es una victoria, y una sorpresa, sobre todo el hecho de que no haya sido condenado por los otros dos delitos que se le esperaban, los de tráfico sexual. Han pedido que quede libre —lleva en prisión desde septiembre de 2024, cuando fue detenido— a cambio de que entregue su pasaporte y que el juez fije una fianza de un millón de dólares. La fiscalía se niega.

El último cargo, el de asociación ilícita, siempre ha sido el más complejo de todo el proceso. Puede acarrear, además, prisión de por vida. De ahí las dudas del jurado, que pidió volver a revisar el testimonio de Ventura, expareja de Combs, y en concreto el incidente ocurrido en 2016 en el Hotel Intercontinental de Los Ángeles (California), donde el rapero arrastró a la cantante por el pasillo de vuelta a su habitación mientras ella intentaba huir.

La cuestión es que ese delito requiere de muchos requisitos para cumplirse, puesto que debe quedar probado que Combs encabezaba una red delictiva. Para ello, tendría que demostrarse que el músico se puso de acuerdo —de manera verbal o escrita, expresa o implícita— con al menos una persona más de esa red, que debe ser su socio o empleado, para cometer al menos dos crímenes de una lista de 35, entre los que se encuentran los de secuestro, incendio, tráfico de personas, posesión y distribución de sustancias, labores forzosas, extorsión... Eso tendría que haber ocurrido en menos de 10 años, y las actividades ilícitas debían afectar a diversos Estados de EE UU o al extranjero, es decir, no solo a un Estado.

Sean "Diddy" Combs

El juicio ha estado basado en dos casos, y de ambos se ha probado únicamente el de transporte para ejercer la prostitución, pero no el de tráfico sexual, de lo que fue acusado tras su detención, en septiembre. De los dos casos, el primero fue el más mediático de todos, y parte de la primera denuncia que recibió Combs, en noviembre de 2023: la de Ventura, cantante y actriz conocida como Cassie, con quien mantuvo una relación desde mediados de los 2000 y hasta aproximadamente 2018. Ella ha contado las vejaciones, agresiones físicas y verbales, relaciones sexuales forzosas y amenazas por las que le hizo pasar Combs durante años.

El segundo testimonio ha sido el de una mujer anónima, que bajo el pseudónimo de Jane ha contado también los mismos horrores por los que pasó Ventura, pero más recientes, puesto que su relación se alargó hasta 2024. Ella también ha hablado de esos famosos freak-offs, las orgías con prostitutos que duraban días por las que Combs le hacía pasar.

La naturaleza de la relación entre Combs y sus parejas ha sido central en el juicio. Agnofilo y el resto de sus abogados —aunque alguno decidió salir corriendo antes de que todo arrancara— han tratado de hacer ver que todo era consentido, que Combs era una persona liberal, con pequeños problemas, pero liberal: desde el consumo de sustancia hasta nada menos que la violencia machista que practicaba contra sus novias, alguno que consideran menor. Pero en ningún caso, han mantenido, practicar orgías o intercambios de pareja le convertían, según ellos, en un criminal.

Pero desde el principio la fiscalía sabía por dónde irían los tiros, y se adelantó: “Este caso no trata sobre las preferencias sexuales privadas de un famoso”, afirmaron en el primer día del juicio. Tanto Combs como sus novias serían “infieles, celosos”, afirmaron, pero “solo uno tenía poder”: “Él tenía el poder de arruinar su vida”. La imagen de un músico prestigioso, rico, pero a la vez humano, rodeado de su madre y sus hijos, como ha tratado de vender la defensa, nunca ha sido suficiente para frenar la lluvia de acusaciones que han ido cayendo, de manera implacable, sobre Combs.

Janice Combs

Ventura lo demostró rápidamente. Lo hizo, embarazada de nueve meses, en un durísimo testimonio que se alargó durante la primera semana y que conmocionó a todos los que la escucharon, especialmente al jurado y a los presentes en la sala; tanto, que las hijas adolescentes del rapero decidieron marcharse de la misma. Desde que empezó a salir al estrado y durante esas cuatro largas jornadas, contó cómo él la obligaba a practicar orgías, manipulándola y amenazándola, así como las palizas y las violaciones que sufría, a las que ella era incapaz de responder, porque sabía que la violencia iría a más y ella lo pagaría.

“Temí por mi carrera, temí por mi familia. Es horrible, es repugnante; nadie debería hacerle eso a nadie”, afirmó. Decidió tomar drogas para rebajar la experiencia, para adormilarse, como “escape”, afirmó. Si ella mostraba interés en otras personas, romántico o no, él la amenazaba, la pegaba, la insultaba. Llegó a asegurarle que haría saltar por los aires el coche de un rapero, novio de Cassie entonces. El Porsche del novio en cuestión acabó en llamas. Ha reconocido, incluso, que pensó en quitarse la vida: “En ese punto, ya no quería seguir viva. No podía soportar más el dolor en el que estaba, así que intenté salir de casa y meterme entre el tráfico, pero mi marido no me dejó”. Con sus palabras, logró poner el caso del revés y encaminarlo hacia el veredicto final.

Este miércoles, sus abogados han querido hablar. “Todo este proceso penal comenzó cuando nuestra clienta, Cassie Ventura, tuvo el valor de presentar su denuncia civil en noviembre de 2023″, han proclamado. “Aunque el jurado no haya declarado a Combs culpable de traficar sexualmente con Cassie más allá de toda duda razonable, ella allanó el camino para que un jurado lo declarara culpable de transporte para ejercer la prostitución”. Y también han hablado del “coraje ejemplar de su clienta” y de cómo “ha puesto la atención sobre las realidades de hombres poderosos en nuestra órbita, y las malas conductas que han persistido durante décadas sin repercusión”. Además, afirman que “al dar a conocer su experiencia, Cassie ha dejado una huella imborrable, tanto en la industria del entretenimiento como en la lucha por la justicia”.

Todavía faltan por cerrar flecos en el caso de Combs o, más bien, en sus muchos casos. Queda por conocer la pena que le impondrá el juez, que le puede hacer pasar muchos años en la cárcel. Pero también tiene asuntos pendientes. Hay cientos de denuncias de hombres y mujeres que, en su mayoría, le acusan de haber sido violados bajo la influencia de drogas suministradas tanto por él como sus colegas mientras ellos no eran conscientes. Por tanto, aún queda un largo periplo de juicios para el otrora todopoderoso Combs, el ganador de tres Grammy, el rico empresario con casi mil millones de dólares. Tendrá que ir preparando la fortuna para los siguientes abogados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_