Fox News y la cacería vengativa del trumpismo
Un atentado abominable que nadie ha organizado sirve para que los predicadores del odio llenen un país de cristales rotos


Poco después del asesinato de Charlie Kirk, Anthony Pohorilak escribió en su muro de Facebook: “Como poco, es justo que, en un país donde los niños son masacrados a menudo por la violencia armada, quienes abogan por la posesión de armas no sean inmunes a las consecuencias de su defensa”. Sin duda, una justificación cruel y execrable que no conoceríamos si no hubiese caído en la pantalla de un redactor de Fox News, que convirtió a este señor —sin perfil público, un gerente de una universidad— en el objetivo de la venganza trumpista. Pohorilak expresó ese mensaje en un muro particular, ante una audiencia cerrada de un puñado de amigos. Cuando la tele reparó en él, tenía 37 me gusta y un comentario. No parece una opinión influyente. Hay chascarrillos de barra de bar con más audiencia. Pohorilak cerró su cuenta en cuanto empezó la cacería. Conocemos el texto por el pantallazo que Fox News divulga a todas horas.
Dirigiéndose a quienes propagan mensajes parecidos, la viuda de Kirk, Erika, dio un discurso junto a la silla de su marido. Aunque ya se sabía que el sospechoso era un joven que actuaba solo, habló en plural de los asesinos: “No saben lo que han desencadenado”, dijo, como si fueran muchos los que dispararon.
La furia con la que Fox News expone y señala a cualquier mindundi que haya colgado un exabrupto en internet es un buen botón de muestra de lo que viene: ya han provocado el cierre de restaurantes cuyos dueños dijeron cosas parecidas a la de Pohorilak, ha habido personas que han sido despedidas de sus trabajos después de que emitieran pantallazos de sus textos, y la cadena rival MSNBC, de talante liberal, ha despedido a algunos tertulianos, y su ejecutiva se ha disculpado por la forma en que han cubierto el asesinato de Kirk. Para Fox, esto no basta. Los que hace dos días eran paladines de la libertad de palabra y venían a liberar al mundo de la cultura de la cancelación woke piden hoy que cierren cadenas de la competencia.
El crimen de un fanático con un trastorno evidente y un peligroso acceso a las armas de guerra es la mecha que prende una caza de brujas contra lo que Trump llama “izquierda radical”. Un atentado abominable que nadie ha organizado, fruto de una violencia fortuita y espontánea, sirve para que los predicadores del odio, atalayados en la Casa Blanca y en la hoguera eterna de Fox News, llenen un país de cristales rotos.
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