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Marta Flich: “Todavía nos tenemos que hacer las tontas para no molestar”

La economista debuta este lunes en La 1 de TVE con ‘Directo al grano’, el nuevo magacín vespertino de la cadena pública. “Si un juez puede ser imparcial, independientemente de su ideología, ¿por qué no va a poder serlo un periodista?“, dice

La presentadora Marta Flich, el 5 de septiembre en Madrid.
Martín Bianchi

Bajarse de un fracaso es fácil, pero dejar un éxito es bien complicado. Marta Flich (Valencia, 47 años) lo hizo en el mes de junio, cuando anunció que abandonaba el exitoso Todo es mentira. La economista llevaba seis años y medios presentando el programa de Cuatro junto a Risto Mejide y se fue sorpresivamente sin tener nada atado. “Cuando lo dije, me llamó todo el mundo para preguntarme a dónde me iba. No tenía nada. Quería ver qué surgía”, recuerda. Poco más de dos meses después, este lunes vuelve a las pantallas con Directo al grano, el nuevo magacín vespertino de TVE que presentará con Gonzalo Miró (y con el que competirá contra Risto).

Pregunta. ¿Es más de ir al grano o de dar rodeos?

Respuesta. Al grano total.

P. ¿Siempre ha sido así?

R. No. Cuando era joven pensaba que iba a vivir eternamente. Ahora que tengo 47 años, pienso: “Hay que ir muy directamente al grano para aprovecharlo todo”. No hay que perder el tiempo. Es lo único que tenemos.

P. ¿Por qué se fue de Nada es mentira?

R. Llevaba seis años y medio en ese formato, e iba como un tiro, pero notaba que era el fin de una etapa. Necesitaba salir, aprender, crecer, ver otras formas de trabajar y poder intervenir más en los procesos.

P. Y ha llegado Directo al grano. ¿Ahora es más jefa?

R. Sí, eso es. Es la primera vez que me siento así. Es muy bonito sentirse jefa.

P. A las mujeres siempre les cuesta más.

R. Sí, eso es totalmente cierto. Antes, la mujer sentía que se tenía que mimetizar con los hombres. Cuando trabajaba en comercio internacional tenía que masculinizarme para que no me marginaran. Tenía que hablar de temas que no me interesaban en absoluto. Eso nos ha pasado a todas y nos sigue pasando.

P. ¿Risto la ha felicitado por el nuevo programa?

R. Pues mira, la última vez que hablamos fue cuando me deseó suerte en directo en Nada es mentira. Luego no hemos vuelto a hablar. No me ha escrito.

Marta Flich y Gonzalo Miró, en el plató del programa 'Directo al grano' que presentan.

P. ¿Impone más trabajar en una cadena pública que en una privada?

R. La responsabilidad la llevo siempre conmigo. Pero creo que ahora es especialmente relevante trabajar en Televisión Española porque es un momento de mucha equidistancia en todas partes. La televisión pública tiene que ser ecuánime, tiene que ser imparcial, tiene que ser plural, pero no equidistante. Entre la verdad y la mentira, o entre la ciencia y el negacionismo, no puede haber equidistancia.

P. ¿Cuál es el mayor bulo que se ha dicho sobre usted?

R. ¡Uy! No lo sé, porque no los voy apuntando. Los bulos te quitan el foco, te quitan la energía y te quitan la verdad de las cosas. Además, a medida que cumplo años todo me la sopla más.

P. Tiene muchos seguidores en las redes. ¿La mujer es un blanco más fácil para los trolls?

R. Sí, las mujeres siempre somos un blanco más fácil. Nos atacan por nuestra edad, nuestros cuerpos o por las parejas que tenemos. Todo es personal y con la intención de deshumanizarnos, desacreditarnos y descontextualizar lo que hacemos. No leo absolutamente nada en redes. Mi marido [está casada con el escritor, guionista y humorista Edu Galán] me cuenta cosas a veces y nos descojonamos porque él es especialista en descojonarse. El humor desactiva todo.

P. Una nueva forma de atacar a TVE es publicar cuánto ganan los nuevos presentadores de la cadena. ¿Le preocupa que se publique su salario?

R. Como si no fuera legítimo tener un sueldo por hacer un trabajo. Yo en mi caso tenía contrato con Mediaset hasta 2026 y me pagaban estupendamente. No me fui a TVE por más dinero. Es otro argumento estéril para atacar a un profesional. Se intenta desprestigiar como un aviso a navegantes. TVE tiene un portal de transparencia. Quien quiera saber cuánto gano, lo puede mirar.

P. El fichaje de Gonzalo Miró ha causado especial revuelo. ¿A qué cree que se debe?

R. Hay sectores conservadores muy molestos. Gonzalo es un tío absolutamente libre, que da su opinión y la va a seguir dando. Si duele es porque dice muchas verdades.

P. Esta semana, Mariló Montero dijo en La revuelta que falta diversidad ideológica e imparcialidad en TVE. ¿Qué tiene que decir?

R. No estoy de acuerdo. La imparcialidad no está reñida con la ideología. Los profesionales, independientemente de que seamos progresistas o conservadores, tenemos que ser imparciales. ¿A alguien de derechas se le ocurriría pensar que un juez de derechas no va a ser imparcial? A mí no. Si un juez puede ser imparcial, independientemente de su ideología, ¿por qué no va a poder serlo un periodista?

La presentadora, fotografiada en Madrid el pasado 5 de septiembre.

P. Usted es economista. ¿Hay muchos charlatanes en la tele?

R. Yo creo que una persona inteligente y bien informada puede explicarte cualquier tema. Sí creo que hay mucha gente que se debe a argumentarios, que responde a intereses. Eso me preocupa más.

P. Antes de la tele trabajó en banca y comercio internacional. ¿Cómo lo recuerda?

R. Era muy aburrido. No encajaba. Necesitaba algo creativo.

P. ¿Qué es lo peor que vio en esos trabajos?

R. Uf, el machismo. Hablamos de hace 20 años. Sí que me sentía incómoda. Me tuve que hacer mucho la tonta como para no darme cuenta de que me estaban mirando o que me estaban molestando. Era muy joven, todos mis compañeros eran hombres y tenía que hacer de cuenta que no me estaban tirando fichas. Ahora, con la edad, me he liberado de tantas cosas.

P. A veces pareciera que las mujeres tienen que seguir haciéndose las tontas.

R. Sí, muchas veces todavía nos tenemos que hacer las tontas para no molestar. Todavía tenemos miedo a molestar. Además, para triunfar todavía tenemos que ser perfectas. Cuando estaba embarazada de mi hija, sentía que no se podía notar que estaba más cansada. No quería que me vieran como alguien más vulnerable o que me quitaran mi cuota de participación. Tuve que hacer un sobreesfuerzo. Siempre estamos más exigidas. A veces también se nos sigue instrumentalizando para decir: “Ves, si somos feministas, aquí hay una mujer”. Incluso hay mujeres que piensan así. Yo prefiero a un hombre feminista que a una mujer machista.

P. ¿Alguna vez se sintió acosada?

R. En mi vida en general lo sufrí. En el entorno laboral, no. Muy al principio, a lo mejor, tuve un jefe baboso. Todas hemos tenido un jefe baboso. Pero se quedó como eso, como un señor baboso que tuve que gestionar porque era el dueño del tema. Eso es lo dramático de este problema: hasta que no consideran que tienes identidad o poder, no te tratan como te mereces.

P. ¿Siente que se la respeta más desde que tiene éxito?

R. Sí. Ahí no hay duda. Cuando tienes éxito y cuando cumples años te respetan más. La edad es una herramienta maravillosa. Cumplir años es un superpoder, te da una clarividencia…

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Sobre la firma

Martín Bianchi
Martín Bianchi Tasso es coordinador de Estilo de Vida en El País Semanal y además colabora con la sección de Gente de EL PAÍS. Fue redactor jefe de la revista ¡Hola!, jefe de Sociedad en Vanity Fair y jefe de Gente y Estilo en Abc.
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