Juan Perales, actor de ‘Olympo’, sobre el tabú de la homosexualidad en el deporte: “Soñaba con que alguien me dijera: ‘gracias a ti me he podido abrir más”

A Juan Perales (Madrid, 25 años) le llamó su representante para darle la mala noticia de que no le habían cogido en una serie para la que hizo un casting, pero sí para interpretar a Sebas Senghor en Olympo, la serie de Netflix que se estrenó el 20 de junio. Desde ese momento, se acordó de la persona que le había acompañado en su camino en el mundo de la interpretación, su madre. “No paraba de pensar en poderle dar la noticia”, confiesa Perales. Sus inicios en la pantalla fueron junto a ella en el mundo publicitario.

“Siempre hubo una parte artística en mí”, describe de sí mismo Perales, quien hace cuatro años empezó a crecer en popularidad a través de redes sociales, lo que precipitó su entrada al mundo de la interpretación. Sus primeras apariciones en series fueron en Élite, también producida por Netflix, y 4 Estrellas de RTVE, como actor de reparto. Este primer contacto con el mundillo, confiesa, fue muy importante para interpretar un papel protagonista: “Me hizo aprender que la vida al final tiene sus escalones, que tienes que ir poquito a poquito”, reconoce.

La serie se convirtió tras su estreno en Netflix en una de las más vistas a nivel mundial en la plataforma. Perales, junto con Agustín Della Corte, que interpreta a Roque, protagoniza una historia de amor homosexual dentro del equipo nacional de rugby, donde se aborda el tabú que supone reconocer la homosexualidad en un entorno que no es completamente libre. El actor reflexiona abiertamente y cuenta cómo fue interpretar un papel así y qué supuso para él: “gran parte de lo que me enamoró del proyecto es que haya gente valiente que se lanzan a contar cosas que hoy en día son muy necesarias”, analiza. “A la hora de hacer el personaje y haciendo un trabajo de investigación, descubrí que tenía una gran responsabilidad sobre una gran parte de la sociedad y esto me conmovió un montón por dentro. Al final se convirtió en mi única meta, el porqué estoy haciendo esto”.

Y esa responsabilidad se cumplió: ha recibido muchos mensajes en los que de, alguna manera, sus seguidores le han hecho ver cómo ha contribuido poniendo su granito de arena: “Soñaba con que alguien me enviase un mensaje y me dijese: ‘me he sentido identificado y me he podido abrir más gracias a ti’. Cuando leí ese tipo de mensajes que me llegaron fue como, ya está, era literalmente lo que estaba esperando”, explica.

Otro de los temas sobre los que trata Olympo es la ambición desmedida por ser el mejor en el deporte y llegar a límites que no se pueden cruzar. Perales siempre ha practicado deportes, y admite que siempre ha buscado ser el mejor: “En mi caso sí es verdad que tiene que estar presente, porque al final te ayuda a tener ambición, te ayuda a levantarte todos los días a entrenar”. Sin embargo, el joven actor reflexiona sobre uno de los mensajes que le ha dejado la serie: “hay que ser conscientes de hasta qué punto porque, a lo mejor, te puedes perder, puedes empezar a meterte en tu foco, puede haber gente que de repente se sienta dañada porque ni tú te estás dando cuenta de lo que te está ocurriendo. Sí, llegar a ser el mejor o la mejor o conseguir una meta, pero ¿a qué costo?”.

Fuera de la serie, y a modo más personal, Perales es un actor madrileño con una gran repercusión en redes sociales, que se ha multiplicado tras el estreno de Olympo en Netflix. Allí sube mucho contenido donde reconoce esa doble cara que tienen las redes sociales y su superficialidad: “Yo mismo lo he hecho, me declaro culpable”, confiesa. “Yo me centro mucho en los mensajes de la gente y me gusta cuando alguien te está diciendo algo real y es cuando baja todo a la tierra y dices, vale, a la gente le está gustando, a la gente le está ayudando lo que se está contando”, termina Perales.