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Belén Rueda y Daniel Écija, un exmatrimonio que ha marcado las series españolas: “¿Por qué alguien que es importante para ti tiene que desaparecer de tu vida?”

La actriz y el productor y guionista, que fueron pareja sentimental durante 15 años, se reencuentran en la televisión con ‘Eva & Nicole’ y conceden su primera entrevista juntos

La actriz Belén Rueda y el productor y guionista Daniel Écija posan en una sala del hotel Wellington en Madrid.
Natalia Marcos

Daniel Écija (Wittenoom, Australia, 62 años) y Belén Rueda (Madrid, 60 años) son historia de la televisión española. Rueda, que ahora vive a medio camino entre el cine y las series, fue uno de los rostros más populares de los noventa presentando programas como VIP Noche o La ruleta de la fortuna antes de pasar a la actuación con Médico de familia, serie que dirigía Écija. Juntos se embarcarían en 1998 en Periodistas, la primera serie de él como creador y de ella con un papel principal. Por entonces, además, eran pareja. Tras 15 años juntos y uno de matrimonio, en 2004 la relación amorosa terminó, pero no la personal, por las dos hijas que tienen en común, ni profesional, con títulos compartidos como Los Serrano o B&B, de boca en boca. Su último reencuentro laboral ha sido con Eva & Nicole (los jueves en Antena 3), producida por él y protagonizada por ella junto a Hiba Abouk, serie que recrea la Marbella de los ochenta a través de la rivalidad de dos empresarias de la noche.

Se saludan afectuosamente al llegar al hotel Wellington de Madrid antes de sentarse para la primera entrevista que conceden juntos, una charla de una hora en la que no rehúyen ninguna pregunta. “Al final, hemos hablado más de nosotros que de la serie”, dicen al terminar.

Pregunta. ¿Cómo surgió la serie?

Daniel Écija: Con Cristo y Rey descubrí que Marbella, donde habíamos habitado hace un montón de años, porque estuvimos trabajando allí cuando hacíamos VIP Noche, y conocíamos muy bien, es un ecosistema de personajes muy particulares. La historia estaba inspirada, aunque luego se desvía, en la gran rivalidad entre Régine [Zylberberg] y Olivia Valère, dos mujeres en dos momentos de su vida, de dos edades diferentes, y que tenían una extraordinaria rivalidad. Este es el germen para hablar de algo particular y, a partir de ahí, dejar volar la imaginación para generar dos biografías completamente diferentes.

Belén Rueda. Me encantó la propuesta porque refleja perfectamente a nivel visual lo que era aquel entonces. Lo que me parece interesante en estas series es que abres la puerta y entras en la intimidad. Incluso Hiba y yo somos dos mujeres muy diferentes por la edad, por la época que hemos vivido, por la forma de hacer y nos hemos entendido perfectamente.

P. ¿Por qué Belén Rueda como protagonista?

D. É. Contar con Belén en un reparto es saber muchas cosas. Una, que vas a tener, para mí, la mejor actriz en una gama muy elevada en este país, a nivel de edad y de perfil. Y luego también la absoluta seguridad de que va a generar un liderazgo en el rodaje respecto a cuál debe ser la actitud con la que hay que trabajar. Y esto no te pasa con muchas estrellas de este país.

B. R. Eso es una cosa que nosotros, desde que empezamos hace un montón de años, tuvimos claro que esta es una profesión de equipo. Aunque seamos las caras visibles y los que hagamos promoción, hay un equipo detrás que, como no funcione bien, es imposible. A veces nos gusta mucho hablar del cine de antes, de directoras o directores, productores y productoras que ejercían una presión muy dictatorial. Pero no es esa actitud la que hace que las cosas salgan y sean diferentes. Es la creatividad de cada uno que, a pesar de que alguien le esté cortando las alas, sigue adelante.

D. É. Y sobre todo, si va a haber comedia. Tienes que generar una atmósfera que propicie la comedia y para eso hay que estar muy relajado. Y para estar relajado la gente tiene que sentirse segura, porque es un trabajo duro y muy disciplinado.

Daniel Écija y Belén Rueda posan en una sala del hotel Wellington en Madrid.

P. No es la primera serie que hacen desde que se separaron. ¿Qué tal es el trabajo juntos?

D. É. Sabíamos que teníamos una prioridad clarísima, que eran nuestras hijas. Y no fue casualidad que decidiéramos estar juntos un montón de tiempo. Tenemos muchas cosas en las que somos muy cómplices y en las que tenemos una escala y unas prioridades que coinciden. Y luego hemos tenido la fortuna de que han llegado personas a nuestra vida que están en esa onda.

B. R. No sé por qué no te tienes que llevar bien. Hemos estado 15 años juntos y tenemos dos hijas en común. Para mí es una parte muy importante de mi vida y no quiero borrarla. Eso no quiere decir que quieras volver a repetir esa estructura. Es decir, ¿por qué alguien que es tan importante en tu vida tiene que desaparecer de tu vida? Lo que pasa es que hay que saber en qué lugar y dónde estás. Al principio lo haces por tus hijos y luego te das cuenta de que es alguien que forma parte de tu formación, de quién eres tú, de tu pensamiento.

Desde que empezamos hace un montón de años, tuvimos claro que esta es una profesión de equipo
Belén Rueda

P. Decía Écija una vez que pensaba que a usted no se la valoró suficientemente al comienzo de su carrera como actriz por su relación. ¿Cree que le costó más reivindicarse por eso? ¿Cómo vivió esos primeros años?

B. R. Bueno, yo creo que todo esto es una evolución. Ahora lo pienso así, pero en aquel momento sí que hay veces que... A mí me dicen, ¿volverías a los 20 años? Y ni de coña, porque era muy insegura. No sabía cuál iba a ser mi futuro y la inseguridad muchas veces podía sobre mis deseos de hacer algo. Cuando todo el mundo te está diciendo que estás ahí porque él era… De hecho, nosotros cuando empezamos a vernos dijimos, no digamos nada porque es lo típico... Ahora, con esta edad, yo diría, ¿pero qué más da? Pero en ese momento, esas cosas te pesan y llegas a creer que a lo mejor no tienes la valía suficiente. Claro que me pesó.

D. É. Ahora es divertido pensar en alguna crítica. Recuerdo una ante un estreno de nuestra serie, que decían que qué bien estaba todo menos Belén. Creo que la castigaban porque siempre es sospechoso, y durante un tiempo le costó demostrar que es una de las grandes.

B. R. Decías, ¿por qué me tienen que decir lo que tengo que ser o lo que tengo que hacer? Y seguías ahí. Ahora lo digo así, pero en ese momento pasas tus inseguridades, lloras, piensas que no te llama nadie, piensas que eres un horror. Yo como actriz había veces que hasta tartamudeaba, y era por las inseguridades y el miedo.

P. ¿Y en qué momento superó todo eso? ¿Con el Goya quizá [mejor actriz revelación en 2005 por Mar adentro]?

B. R. No existe una totalidad, son momentos. Aún, cuando recibo un buen guion, me entra pánico porque digo, ay madre, tengo que estar a la altura. Los miedos te vienen, lo que pasa es que tienes la capacidad de solucionarlo antes. Yo a mis hijas les digo, la madurez no está en que sepas solucionar los problemas, o que ante algo terrible no sientas dolor, es que lo gestiones en menos tiempo. Pero los duelos hay que pasarlos, los miedos hay que pasarlos.

Belén Rueda y Daniel Écija se han reencontrado profesionalmente en la serie 'Eva & Nicole', de Antena 3.

P. ¿De cuál de sus proyectos profesionales juntos guardan mejores recuerdos?

D. É. Periodistas. Con esa serie yo me la jugué. Sabía que si salía mal, no me podía seguir dedicando a esto. Era la primera serie que lideraba creativamente. Venía de hacer Médico de familia, en la que había mucha gente, y me tenía que demostrar a mí mismo que yo podía estar al frente de un bicho como ese. Y también con Belén, éramos pareja, y tuvimos el coraje ella y yo de que fuera parte de un reparto. Era el proyecto que iba a marcar nuestras vidas profesionales. Y así fue, gracias a eso pudimos comer y seguir con este oficio maravilloso.

B. R. Fue muy emocionante porque quedaba todo por hacer.

P. ¿Ha cambiado mucho cómo se hacía la tele entonces y ahora?

D. É. Era una tele multicámara, secuencias que eran casi teatro. Estaba más alejado del cine. La televisión tenía un formato propio y con la llegada de la digitalización se hizo un poco más cinematográfica para lo bueno y para lo malo. Pero al final todo sigue siendo muy similar en el sentido de que, en las series, el espectador después del primer capítulo tiene que ver el segundo, y después el tercero. Eso no ha cambiado. La televisión sigue viviendo de lo mismo, de la fidelidad, de la lealtad. El contenido sigue siendo clave.

B. R. Yo creo que hay una cosa que sí que ha cambiado mucho. Antes se hacían series y era eterno. En Los Serrano, hubo un momento en que el equipo decidió que tenía que acabar porque no podías dar más vueltas a los personajes. Ahora hay un formato que es maravilloso, y por eso las películas están cambiando: las películas antes contaban lo que cuentan ahora las miniseries. Cuando haces una película ahora tienes que tener muy claro lo que cuenta, y normalmente las películas que funcionan son pequeñas historias en un pequeño momento.

P. Pero a veces se echan de menos las series largas, en las que puedes seguir a un personaje mucho tiempo…

D. É. Probablemente, cuando haya que rentabilizar la inversión y no estemos en esta época tan expansiva, vuelvan. Es una pregunta que nos tenemos que hacer y creo que las respuestas no son nuevas, ya las teníamos. Era una fórmula que llevaba funcionando 50 años, y alguien llegó y dijo, esto no lo vale. Hemos tenido que empezar desde cero para llegar en 8 o 10 años a conclusiones a las que ya se había llegado hace 10 años.

P. ¿Volvería a presentar programas de televisión?

B. É. En esta vida no puedes decir de esta agua no beberé, porque la vida da tantas vueltas… Durante muchos años se ha hecho de menos el ser presentadora o presentador de televisión, parece algo fácil. Los que lo hacen fácil es porque son buenos. Ahora cuando me toca presentar algo, un evento o a lo mejor en los Goya, muero de miedo. Antes me daba cosa decirlo y ahora te lo digo: el escenario tiene mucha mandanga.

P. Sus hijas también trabajan en esta industria, una como actriz y otra detrás de las cámaras. ¿Creen que, como le ocurrió a su madre, les puede costar más que las reconozcan por ser sus padres quienes son, o lo tienen más fácil precisamente por eso?

B. R. Tienen las dos cosas, lo bueno y lo malo.

D. É. A mí me parece que Belén [Écija], nuestra hija, vuelve a tener una carrera hasta cierto punto similar a la de su madre. No olvidemos que Belén [Rueda] cuando explota no tiene 20 años. Creo que va por buen camino, porque ser actriz buena, buena es cuestión de años. Yo le dije que era una profesión muy dura y con mucho paro, y que la primera puerta la puede tener más fácil, pero la cuarta… Nuestra otra hija, Lucía, está haciendo una carrera igual, pico y pala. Está graduada en la Autónoma en Psicología y está trabajando en producción y de auxiliar de dirección, saca de los camiones, tira cable, trabaja 15 horas… y ahora ha escrito su primer guion, ha hecho varios cortos, va a dirigir… Era lo que veían todo el día, qué vamos a decirles.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.
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