Los errores fatales del reciclaje
Las modernas plantas de selección de residuos están preparadas para corregir mecánicamente las equivocaciones más comunes en la separación casera de basura. ¡Pero, cuidado! Hay desechos que si se depositan incorrectamente disparan el botón rojo de las instalaciones y pueden llegar a detener todo el proceso
Los contenedores amarillos admiten envases metálicos y plásticos, lo que no quiere decir que sea el sitio para un paraguas roto, aunque tenga partes metálicas y plásticas. Supone un error costoso. Este impropio, como se conoce a los residuos depositados en el cubo que no les corresponde, puede provocar un atasco en la planta de separación. Igual que si se tira al amarillo una persiana vieja, también fabricada en plástico. O un juguete inservible. Hay una premisa en el sector que conviene tener siempre presente, recuerda Javier López, gerente de la Oficina Técnica en Ecoembes: “El contenedor amarillo no es el de los plásticos, sino el de los envases de plástico, metálicos y briks, y no admite cualquier cosa”. Y establece una comparación ilustrativa: “A nadie se le ocurre meter unos zapatos de tacón en la lavadora. Con los plásticos sucede igual, no todos son envases”.
5 acciones que te convierten en un referente del reciclaje

Plegar las cajas de cartón
Si se doblan, caben más en el contenedor azul y el camión optimiza los viajes. Las que se depositan en la acera no se recogen

Fijarse en si el residuo de plástico es un envase
No todos los objetos de plástico ya inservibles van al contenedor amarillo. Por poner ejemplos reales: paraguas rotos, persianas viejas, hinchables...

Aplastar los envases sin meter uno dentro de otro
El contenedor amarillo admite varios materiales, como el acero, el hierro, diferentes tipos de plástico, pero los residuos deben ir sueltos para no entorpecer el proceso de separación en la planta

Reparar en si los residuos están fabricados con más de un material
Los tarros de vidrio van al contenedor verde, pero la tapa metálica debe depositarse en el amarillo

No dar importancia a si los residuos están manchados
El cartón de la pizza con restos de comida no arruina el contenedor entero. Existe tolerancia en los procesos de reciclaje
Tampoco se trata de crear alarma, existe tolerancia en los procesos de separación ante los errores. Si se deposita un bolígrafo gastado en el contenedor amarillo, los sistemas mecanizados van a apartarlo sin que afecte notablemente al proceso –conste eso sí, que no va a poder reciclarse–. Pero existen ocasiones en las que un objeto grande (un paraguas) o pesado (una persiana) o peligroso (una batería de un coche) provoca que en la planta haya que “pulsar el botón rojo”, ilustra López. “Se tiene que parar las máquinas para retirar ese paraguas. Se emplea un tiempo valioso que luego hay que recuperar, y tiene unos costes asociados”, añade. De las 96 plantas de separación que existen en España, la mayoría están automatizadas, los empleados ya no criban a mano los desechos como sucedía hace 20 años, pero sí supervisan y retiran los impropios que causan paros o incluso averías.
Las también llamadas plantas de clasificación a las que llegan las bolsas del contenedor amarillo están preparadas para gestionar siete tipos de residuos: cuatro tipos de plástico (film, pet, pead y mezcla), acero, aluminio y briks. Están configuradas, cuenta López, para que criben unos tamaños, unas formas y unos pesos concretos. Para que se entienda: las instalaciones están capacitadas para gestionar el envase de un yogur con sus características estandarizadas, pero no un flotador gigante que estuviera fabricado con el mismo material.
Otro caso. El plástico film es uno de los materiales aceptados, pero una bobina industrial de film con el que se embalan los palés causaría un problema por su peso y su tamaño si alguien la tira al cubo amarillo. El aspirador que separa el film cuando es detectado por los sensores no podría con ese rollo enorme.
Las siete grandes familias del contenedor amarillo
Las plantas de separación distinguen entre siete tipos diferentes de materiales para su clasificación y correcto reciclaje. Eso explica que residuos tan dispares como una lata de conservas y un bote de salsa se depositen en el mismo cubo
Grupo 1

Plástico Film
Grupo 2

PET (Polietileno Tereftalato)
Grupo 3

PEAD (Polietileno de alta densidad)
Grupo 4

Plástico mezcla (Polipropileno y poliestireno)
Grupo 5

Briks
Grupo 6

Acero
Grupo 7

Aluminio
López alerta también de los daños que pueden causarse en el primer paso de todos, cuando el ciudadano baja el residuo a la calle. Pone un caso extremo pero real. Hay quien deposita las baterías de los coches (son de plástico y de metal) en el contenedor amarillo. “Puede romperlo o dañar la tolva del camión cuando vuelcan el contenido”, cuenta el técnico de Ecoembes.
Lata de conserva

PODERES
Vida extra
Longevidad
Inmortalidad
Lata de conserva

Vida extra
Si se lava, se puede reutilizar como recipiente en el que servir un aperitivo.
Longevidad
Al ser herméticas, impiden la entrada de cualquier agente contaminante y garantizan la conservación del alimento.
Inmortalidad
El aluminio, material con el que se fabrican, se puede reciclar infinitas veces sin perder propiedades.
La caja de cartón en la que se comercializa va al cubo azul
LATA DE BEBIDA

PODERES
Ligereza
Superresistencia
Reciclabilidad extrema
LATA DE BEBIDA

Ligereza
Una lata de aluminio pesa entre 12 y 13 gramos. Ha disminuido su peso un 30% en los últimos 30 años.
Superresistencia
Una lata aguanta 90 kilos en vertical, lo que facilita su apilamiento.
Reciclabilidad extrema
Si se recicla, se consume el 95% de energía menos que cuando se produce por primera vez.
La mayoría de las latas de bebidas se fabrican con aluminio, uno de los materiales que seleccionan las automatizadas plantas de separación. Pero si se deposita en el contenedor amarillo el marco de una ventana de aluminio o una barra de este mismo material, desechos con un peso y una forma inesperadas, se va a producir un atasco. Si llegara a ser seleccionado, cosa rara, puede causar un destrozo en el siguiente proceso, el de reciclado. Las plantas de reciclaje están preparadas para recibir las balas con las latas ya aplastadas. Si de repente, explica López, les llega una barra más rígida o un perfil pesado, puede dañar el molino con el que trituran los residuos que le llegan de la planta de separación para convertir ese aluminio otra vez en materia prima. De nuevo, tiempo y coste económico.
Las cajas de cartón, en la acera no
Con el contenedor azul no hay dudas del tipo de residuo que admite, cualquier envase de papel y cartón. Lo que puede mejorarse es su utilización.
López recalca que las cajas deben plegarse y depositarse dentro. Aunque el recipiente quepa por la ranura, como una caja de zapatos, conviene aplanarlo lo máximo posible para que ocupe poco espacio. Si alguien va con una caja y se lo encuentra lleno, va a verse tentado de dejarla en la acera para no volver a casa con ella. Tiende a pensarse que los operarios se llevan lo de dentro y los residuos próximos, pero no. Hay recogidas automatizadas en las que el conductor no se baja del camión. Esa caja va a permanecer en la acera, va a contribuir a que la ciudad esté sucia y puede que acabe en un cubo de basura convencional y no se recicle de forma adecuada. “Lo recomendable es bajar de casa con el fardo de cartones ya preparado”, dice López.
Dentro de ese fardo siempre hay espacio para una caja de pizza, una de las estrellas de la comida a domicilio. Solo Telepizza, por mencionar una empresa española reconocida de este tipo de comida, envió 33,5 millones de pizzas en 2023. No importa, dice López, si el envase está manchado de grasa o tiene algún resto. “Para nada va a arruinar el contenedor entero”, asegura. Si todo el contenedor azul se compusiera de la famosa caja de cartón corrugado con algún trozo de pepperoni o champiñón, podría dificultar el proceso de reciclaje, pero no es el caso.
CAJA DE CARTÓN

PODERES
Cordura
Exhibicionismo
Protección
CAJA DE CARTÓN

Cordura
Muchos de los envases de cartón se fabrican a partir de madera procedente de bosques gestionados de forma responsable. Un logo lo indica.
Exhibicionismo
Permite al fabricante mostrar una fotografía del producto sin perjuicio de su reciclaje. Los colores no impiden que ese residuo se convierta en otro cartón.
Protección
Las cajas en las que se comercializan los alimentos les otorgan protección para su almacenamiento y transporte.
CAJA DE PIZZA

PODERES
Superresistencia
Ventilación
Ergonomía
CAJA DE PIZZA

Superresistencia
Fabricada con cartón corrugado, un material resistente y aislante que mantiene el calor.
Ventilación
Agujereada para que el exceso de vapor se escape y la pizza no se reblandezca
Ergonomía
Su forma facilita que se puedan apilar en grandes cantidades.
Una bolsa de papel puede hacer de contenedor en casa de otros desechos de papel y cartón. Lo que no debe hacerse es introducir un envase de metal dentro de uno de plástico y tirarlos juntos al contenedor amarillo. Si se mete un bote de aceitunas (acero) en una bolsa de patatas (film), el sensor óptico va a encontrar dificultades para detectar el envase de dentro y no actuará de forma correcta. Los residuos pueden mezclarse en la bolsa, pero sueltos, para que uno no enmascare al otro.
“Y no hace falta darles un agua”, recuerda López. Ya se lavan en las instalaciones recicladoras, cuando van a convertirse en nueva materia prima. El paraguas roto es un residuo también, pero tiene que llevarse al punto limpio.
GENTE RRRESPONSABLE
que Reduce, que Reutiliza, que Recicla

Las plantas de separación van a estar más tecnificadas; va a haber menos, pero van a ser de mayor tamaño
Javier López
Gerente de la oficina técnica de Ecoembes
Analizan a fondo los residuos y aportan soluciones de valor en los procesos de recogida y tratamiento
Este ingeniero industrial con 30 años de experiencia en la gestión de residuos está junto con su equipo pendiente de optimizar los procesos, de ayudar a que las plantas de separación incorporen las técnicas más novedosas. “Las plantas son de ámbito municipal. Cuando quieren construir nuevas instalaciones nos llaman para que compartamos nuestro conocimiento. Somos prescriptores”, cuenta Javier López. El gerente de Ecoembes avanza el proceso de transformación que van a experimentar las 96 plantas de separación que hay en España. “Van a estar más tecnificadas, va a haber menos, pero van a ser de mayor tamaño”, cuenta. Al aparecer nuevos materiales de alta calidad, se tenderá a que sean más de siete las tipologías de residuos que se seleccionen en los próximos años.