A Yolanda Arnau, enferma de cáncer, le hicieron una mamografía en 2022 que nunca estuvo en su historial y que ahora ha aparecido “milagrosamente”
La paciente sevillana asegura que el documento no estaba en el sistema médico hasta esta semana, cuando surgió “por arte de magia”. Supo que estaba enferma porque notó un bulto poco después de la prueba de hace tres años


Yolanda Arnau, de 58 años y vecina de Sevilla, no sale de su asombro. El 17 de octubre de 2022 se hizo una mamografía a través del cribado de cáncer de mama de la Junta andaluza y no obtuvo resultados, pero tres meses después se notó un bulto y desarrolló la enfermedad. Durante estos tres años no supo nada del resultado de esa mamografía. Hasta esta semana, cuando el sistema informático se cayó, y de repente al día siguiente apareció en su historial médico un nuevo informe que definió su prueba como BI-RADS 2, con categoría de benigno.
El Gobierno andaluz (PP) ha repetido en los últimos días que no hay manipulación ni desaparición de los historiales médicos y pruebas diagnósticas, pero el historial de Arnau dice lo contrario, lamenta esta paciente tratada en el hospital de referencia en Andalucía, el Virgen del Rocío. Otras mujeres han alertado de que también han sufrido cambios en sus historiales clínicos. La Fiscalía de Sevilla investiga esta supuesta desaparición y modificación de historiales médicos para aclarar si se han alterado informes, vitales para que las mujeres puedan demandar ante la justicia los fallos del cribado.
Arnau fue operada en abril de 2023 y le dieron 20 sesiones de radioterapia, tras lo que le fue recetado un tratamiento de pastillas durante cinco años, que aún no ha terminado. “Me quedé sorprendidísima esta semana con el informe, no tengo ni idea de por qué ha aparecido en mi perfil de ClicSalud+. ¿Fue porque salí en la tele y dije que no tenía mi informe? No sé si aparece milagrosamente o por arte de magia”, describe perpleja.
La mujer explica que en cuanto saltó la polémica por el cribado del cáncer de mama hace casi un mes se descargó todos los documentos de su historial médico e hizo pantallazos de su perfil en ClicSalud+, que no coinciden por ese informe nuevo aparecido. “Lo tengo todo guardado y en manos de mi abogado”, explica. Arnau considera que si no hubiera ido a ver un médico corriendo tras notarse el bulto en el pecho, no sabe qué habría pasado. “No sé dónde estaría yo ahora, si estaría muerta, con metástasis o me habría cortado el pecho. Si el tumor era benigno es una negligencia médica, ¿no? Además, el informe dice ‘doctor no disponible radiólogo’, cuando todos los informes van firmados por doctores y eso me huele raro”.
Esta semana se han conocido otros casos similares al de esta mujer, con informes de mamografías en los que desaparecen las marcas ―con círculos rojos y cruces― y documentos sin firmar por médicos. Mientras, diversos responsables del Servicio Andaluz de Salud (SAS) han defendido este viernes las garantías del sistema. El encargado del departamento de Infraestructuras digitales del SAS, Luis Santiago Sánchez, ha afirmado: “No es posible hacer cambios en los historiales médicos, salvo cuando lo solicita puntualmente un ciudadano. Nuestra responsabilidad es cumplir la ley”.
La Consejería andaluza de Sanidad, Presidencia y Emergencias sostiene que el sistema se cayó esta semana porque se generaron hasta 500 accesos a la hora. “Un error no significa que se esté haciendo nada raro”, ha zanjado Santiago. Mientras, la coordinadora de las unidades de mama en el Sistema Andaluz de Salud, Mercedes Acebal, ha insistido: “Eso no se puede borrar ni se puede modificar. Los profesionales sanitarios podemos entrar, consultarlo y revisarlo, pero no podemos modificar esa historia. Desde el punto de vista clínico no podemos hacer ningún cambio”.
A Arnau se le nota dolida con el sistema y sus responsables. “Nadie me ha pedido disculpas, pero no las espero. Al presidente andaluz le diría que ha destrozado la sanidad, que se vaya, que en vez de sanidad pública nos ha dado la privada, a la que te mandan siempre, a mí y a mi marido nos ha pasado”, censura. Arnau, que ha trabajado en colegios con alumnos con discapacidad, también padece una enfermedad crónica que le afecta al riñón desde la infancia. “Ahora no puedo trabajar por los dolores en el pecho y en el brazo. No puedo coger peso”, lamenta.
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