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La mitad de los alumnos LGTBIQ+ han sufrido odio en el instituto: “La diversidad en la educación está estancada”

Solo el 25% de los estudiantes de secundaria se visibiliza en su centro educativo, que es el segundo lugar, tras la calle, donde más incidentes se registran contra las personas del colectivo, según un estudio

Un grupo de chicas camino de su centro escolar en Catarroja (Valencia), el 8 de septiembre.
Pablo León

Más de la mitad (53,8%) de los estudiantes LGTBI+ de secundaria ha sufrido un incidente de odio en su instituto. Además, solo uno de cada cuatro alumnos (25%) se visibiliza con sus compañeros, cifra que empeora en la universidad, donde lo hacen uno de cada cinco (21%). Estas son algunas de las conclusiones del informe Radiografía de la educación en la diversidad LGTBI+, elaborado por la Federación Estatal LGTBI+ (Felgtbi+), en colaboración con la Universidad de Salamanca, y que se ha presentado este jueves. Consecuencia de esta situación, “el alumnado siente aislamiento, inseguridad y soledad: no encuentra el apoyo suficiente en el centro”. “Las instituciones educativas no responden de manera adecuada”, remarca Paula Iglesias, presidenta de la Felgtbi+.

El estudio, además de realizar un análisis sobre la integración de la diversidad afectivosexual, de género, corporal y familiar en los centros educativos, ahonda en el desarrollo y la implementación de políticas públicas inclusivas a nivel estatal y también en las distintas comunidades autónomas.

La Ley 4/2023 para la igualdad real y efectiva de las personas trans y la garantía de los derechos de las personas LGTBI+ establece el marco normativo para trazar políticas educativas inclusivas. Sin embargo, la aprobación de esa ley “no ha garantizado su correcta aplicación”, expresan desde la Felgtbi+. “Es necesario evaluar cómo las comunidades autónomas han desplegado medidas concretas, desde protocolos contra la discriminación hasta programas de formación del profesorado o iniciativas de sensibilización dirigidas al alumnado y sus familias”, reclaman.

En 2025, prácticamente todas las comunidades autónomas van a contar con leyes o protocolos para proteger al alumnado LGTBIQ+ (Asturias y Castilla y León, las dos únicas regiones sin normativa específica para el colectivo, están en trámites para su aprobación). A pesar de esos avances legislativos, “la aplicación real es desigual”, destaca la responsable de investigación de la Felgtbi+, María Rodríguez. “Persisten barreras educativas significativas para ciertos grupos dentro del colectivo, especialmente para las personas trans y no binarias”, añade.

En contraste con el avance en la legislación estatal gracias a la ley trans, algunas comunidades autónomas han menguado su marco de actuación. “Muchos Gobiernos autonómicos muestran esa escasa voluntad de mejorar”, lamenta la Radiografía de la educación en la diversidad LGTBI+, cuyo análisis destaca “retrocesos en sus propias legislaciones debido al auge de discursos políticos contrarios a la igualdad”. Ahí menciona específicamente a la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia, ambas gobernadas por el PP y donde se han defendido recortes en las normativas específicas para el colectivo. En el lado contrario, sitúa a País Vasco (liderada por el PNV), Andalucía (PP) y Cataluña (PSOE) como las comunidades que han dado “los pasos más decididos”.

Una clase de educación en diversidad coordinada por la asociación Diversas, de Santa Cruz de Tenerife, en una imagen de archivo cedida por la organización.

En febrero de este año, una sucesión de propuestas anti LGTBIQ+ iniciaron su tramitación en seis parlamentos regionales a instancia de Vox. Todas ellas reclamaban derogar las leyes regionales que protegen los derechos LGTBI+. Así ocurrió en Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Murcia. Todas decayeron. Sin embargo, la ofensiva de Vox no ha cejado.

Los centros educativos son, tras la calle, el segundo espacio donde se produce odio contra el colectivo, concentrando más de un 15% de los incidentes, según el estudio Estado LGTBI+ 2025. En ese trabajo, un 40% de las personas de 18 a 24 años asegura no haber podido expresar su orientación o identidad durante su etapa educativa. Esa encuesta evidenciaba que el 41,9% de las personas LGTBIQ+ ha alcanzado estudios universitarios, un 25,09% cursó Bachillerato o Formación Profesional de grado superior, un 23,71% completó educación secundaria y menos del 1% no tiene estudios.

Entre los problemas que destaca el estudio presentado este jueves aparecen la falta de formación del profesorado, la ausencia de evaluación de resultados y una dependencia excesiva de iniciativas individuales o asociativas. Además, señala que los programas de sensibilización, aunque abundantes, siguen siendo dispersos, lo que genera experiencias educativas muy diferentes entre centros y comunidades. “Necesitamos que cada centro aplique medidas concretas, que los equipos docentes estén preparados y que el alumnado LGTBIQ+ se sienta seguro y acompañado cada día”, subraya la presidenta de la Felgtbi+.

A lo largo de todas las etapas educativas, la Radiografía constata que el grupo de edad de los 25 a los 34 años muestra un mayor porcentaje de situaciones de odio ―alcanza el 66,5% en Secundaria― que la generación siguiente. Entre las personas de 18 a 24, en el instituto lo han sufrido un 53,8% (que baja a un 40% en Primaria y a un 30% en Infantil, la misma cifra que en la universidad). “Si bien parece que las personas más jóvenes tienen una mayor posibilidad de protección, no es desde luego satisfactoria”, destaca la investigación.

El trabajo alerta también de que “la política pública en educación para las personas LGTBI+ está estancada”. De ahí que, además del análisis de la situación, realice una serie de recomendaciones como el desarrollo de programas bien financiados; la formación y capacitación del profesorado; la lucha contra las violencias sufridas; y, en general, la transformación de los espacios educativos en entornos amables e integradores. “Está en juego garantizar que el alumnado LGTBIQ+ pueda sentirse seguro, respetado y visible”, incide Paula Iglesias.

El teléfono 028 atiende a las víctimas de lgtbifobia las 24 horas del día, todos los días del año. También conocido como teléfono Arcoíris, es un servicio de información y atención a víctimas de delitos de odio y de discriminación anónimo, gratuito, confidencial y accesible. Además, se puede contactar por correo electrónico (028-online@igualdad.gob.es) o conectar a través de un chat online.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Corresponsal LGTBIQ+ y coordinador de la newsletter semanal 'Queerletter'. Ha pasado por las secciones de Internacional, Madrid, Reportajes, El País Semanal, o El Viajero. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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