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Noelia ha empeorado: el proceso judicial para frenar su eutanasia le causa “un alto grado de sufrimiento”

La justicia mantiene paralizada la prestación de ayuda a morir a la joven parapléjica hasta que haya sentencia firme

Jesús García Bueno
El letrado de Abogados Cristianos, José María Fernández Abril, en los juzgados de Barcelona.

A Noelia no le basta con haber ganado la primera batalla judicial para ver cumplido su deseo de recibir la eutanasia. La joven parapléjica de 24 años, cuyo padre se opone a que reciba la prestación de ayuda a morir, va a tener que esperar hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Barcelona (TSJC) dicte una sentencia firme. Así lo ha ratificado el juzgado de Barcelona que dio la razón a Noelia en respuesta a una pregunta de la Generalitat sobre si las medidas cautelares impuestas por la jueza seguían vigentes. Mientras tanto, empeora la salud física y psicológica de Noelia, sumida en un “alto grado de sufrimiento” por el proceso judicial.

El pasado marzo, la titular del juzgado de lo contencioso-administrativo número 12 de Barcelona, Irene Urbón, desestimó la demanda del padre, interpuesta por la asociación ultracatólica Abogados Cristianos, y avaló la eutanasia a la joven porque cumple los requisitos fijados en la ley. En particular, padece un sufrimiento “grave, crónico e imposibilitante”. Ella misma lo expresó en su declaración en el juicio: "Todos los días son horribles y dolorosos”. La sentencia concluyó que goza de plenas facultades mentales para decidir sobre su vida y que el padre no está legitimado para tratar de impedirlo.

Pero la sentencia no es firme. Abogados Cristianos ha recurrido ante el TSJC. En el escrito de oposición a ese recurso, al que ha accedido EL PAÍS, el abogado de la Generalitat detalla que los informes médicos de la residencia sociosanitaria donde vive Noelia “acreditan un empeoramiento físico y emocional”. Uno de ellos concreta que la joven ha tenido que empezar a recibir “sedación subcutánea” derivada del “aumento del dolor crónico exacerbado que está sufriendo”.

El último informe psicológico también es demoledor: el dolor se le hace cada vez “más difícil de controlar y soportar”, expresa “agotamiento” y una sensación de que vive de forma “indigna”. El proceso judicial impulsado por su padre le ha causado, según ha manifestado, un “alto grado de sufrimiento”. Y el hecho de que no reciba la eutanasia (un derecho que la Administración ya le ha reconocido, pero que sigue varado en la justicia) le hace “no sentirse reconocida ni validada en su toma de decisiones y en su principio ético de autonomía”.

En ese mismo escrito, la Generalitat critica que la entidad católica no haya “aportado ninguna prueba de carácter científico” que contradiga lo manifestado, de forma unánime, por los profesionales. Y critica que la acción judicial “ha tenido como única y declarada finalidad aplazar el máximo tiempo posible la prestación de la eutanasia para conseguir que la paciente desistiese”.

“Acabar con la vida” de la joven

Tras la sentencia inicial, el abogado de la Generalitat pidió a la jueza aclarar si la medida cautelar (paralizar la eutanasia) había decaído. En tal caso, informaría a la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña ―el organismo avaló la eutanasia a Noelia en julio de 2024― de que podía seguir adelante. Pero la jueza le ha contestado que no, que la medida sigue vigente “hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin al procedimiento”.

“Es escalofriante la insistencia de la Generalitat por acabar con la vida de una chica con enfermedad mental. Debería garantizar un tratamiento eficaz a Noelia, en vez de abocarla a morir”, ha manifestado, en un comunicado público, la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos.

Noelia quedó parapléjica tras un intento de suicido en octubre de 2022. Su padecimiento le llevó a solicitar la eutanasia, que fue acordada por la CGAC ―el órgano independiente que vela por la correcta aplicación de la ley― en julio de 2024. A través de Abogados Cristianos, el padre recurrió ante los tribunales y logró que el juzgado paralizase la aplicación de la eutanasia y ordenase la celebración de un juicio. Tras la sentencia de marzo, la pelota está ahora en el tejado de la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC, que tendrá la última palabra.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.
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