Detenidos en Mallorca los padres de Nadia Nerea, sobre los que pesaba una orden de ingreso en prisión

La Guardia Civil ha arrestado en Mallorca a los padres de Nadia Nerea, la niña afectada de ticotriodistrofia, una de las llamadas enfermedades raras, que este miércoles han pasado a disposición judicial con una orden de ingreso en prisión. Ambos fueron condenados en 2018 por la Audiencia de Lleida por un delito de estafa continuada y agravada, los magistrados impusieron una pena de cinco años de prisión a Fernando Blanco, y de tres años y medio a Margarida Garau por utilizar la enfermedad de su hija para recaudar cientos de miles de euros y emplearlos en fines particulares.

En 2010, la pareja, de 59 años el hombre y 52 años la mujer, creó una fundación para recaudar fondos para su hija, y tras varios años recaudando dinero se descubrió que no había sido utilizado para la cura de la niña. La semana pasada, la Guardia Civil en Baleares recibió una solicitud de colaboración de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Lleida para que se procediera a la detención e ingreso en prisión, pues había finalizado el plazo de ingreso voluntario en centro penitenciario de los progenitores, ya que al parecer tenían fijada su residencia en Mallorca.

Por parte del área de Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil en Baleares se iniciaron una serie de indagaciones para ubicar los posibles domicilios y proceder a la localización de los padres y a su detención. Este miércoles han sido detenidos ambos, el padre en Palma y la madre en Santa María, y posteriormente han pasado a disposición judicial en la mañana de este miércoles para su ingreso en prisión.

La sentencia de 2018 consideró probado que Blanco y Garau mintieron sobre el estado de salud de la menor para conseguir dinero a través de donaciones. Y cifró el enriquecimiento ilícito en 402.232 euros. Además de las penas de cárcel, se les condenó a indemnizar a las personas perjudicadas por el engaño, a abonar una multa y a asumir los costes del proceso judicial.

La niña sufre una enfermedad rara que provoca “alteraciones cutáneas, oftalmológicas y trastorno del desarrollo y del lenguaje en un contexto de inteligencia límite”, admitió la sentencia. Esa enfermedad genética, sin embargo, no suponía un “riesgo vital inminente” para Nadia, al contrario de lo que sostenían los padres en platós de televisión y ante sus vecinos. Blanco y Garau “urdieron un plan para obtener un lucro patrimonial ilícito” a través de la creación de una asociación de ayuda.