Los médicos frenan un máster ‘online’ en Dermatología

La Academia de la Dermatología y Venereología ha conseguido frenar el máster oficial en Dermatología y Medicina Estética que pretendía ofertar online la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) desde octubre. Consideran que de forma virtual no se puede suplir la formación presencial y larga del MIR. “Ha sido un error y hasta que no hablemos con la academia vamos a retirar el máster”, informa la directora de comunicación de la UNIR, Esperanza Calderón. El posgrado estaba todavía pendiente de ser aprobado por la agencia de evaluación ANECA, del Ministerio de Educación.

“Másteres de cosmética hay varios porque existe un vacío legal, pero la Dermatología es algo más grave. Es una especialidad médica del MIR de muchos años y no se puede dar un título, porque eso lleva a engaño. Parece que el máster es un plus de alguien que ya es especialista”, explica el presidente de la academia, José Carlos Moreno. “Es una especialidad muy atractiva, con mucha demanda social y eso que es la que más denuncias acumula. Por eso las compañías de seguros no la cubren a veces”, prosigue. La institución cursó una queja por la denuncia de muchos profesionales. “¿Cómo vas a aprender a rellenar un pómulo sin tener práctica?”, se pregunta Moreno. En este posgrado se utilizan “prácticas médicas y de pequeño intervencionismo, en las que se emplea anestesia tópica o local y en régimen ambulatorio”, explican en su web.

Las prácticas del título de Estética son escasas: en total 240 horas divididas en dos cursos. Con la polémica se ha retirado del proyecto la doctora Aurora Guerrero, profesora de Dermatología de la Universidad Complutense y jefa de Sección de Dermatología del Hospital 12 de Octubre, que ya había dirigido un curso de experto en Dermocosmética para farmacéuticos en la UNIR. “No creo que encuentren a ningún dermatólogo de prestigio dispuesto a estar en su claustro”, opina Moreno. La universidad, por la que han pasado 14.000 alumnos, reconoce que no tienen aún claustro y dicen tener acuerdos con 60 centros médicos.

“La medicina estética no tiene regulación y la poca que hay es contradictoria. Para empezar, no se considera especialidad, y además no se concreta qué profesionales pueden o no realizar según qué tratamientos de estética”, se queja Diego Murillo, miembro de la comisión de Deontología de la OMC de los colegios de médicos. Explica que desde los años ochenta “existen licenciados en Medicina sin especialidad, pseudoavalados en el mejor de los casos por cursos eminentemente teóricos sin control oficial, ni reconocimiento ministerial para el ejercicio de la actividad (másteres, expertos...) Y que, no obstante, inducen al usuario a error en cuanto a la cualificación del profesional que les atiende”. Surgen así, sostiene Murillo, supuestas nuevas especialidades en la publicidad -estética, adelgazamiento, obesidad- que eluden la normativa.

En opinión de Murillo, responsable de la unidad de Cirugía Plástica y quemados del Hospital Miguel Domínguez de Pontevedra, a esta situación se ha llegado porque se han reducido las vías para especializarse solo al sistema MIR –subiendo así el número de los profesionales no especializados-, por el boom del culto a la estética, la disminución de la demanda del médico generalista en el sector privado y por un “aumento de la mentalidad mercantilista del profesional y una actitud oportunista”. Estética se incluye nominalmente dentro de la Cirugía Plástica y Reparadora desde 2003. Y los colegios de médicos consideran que para ejercerla hay que seguir un programa docente en el de “residencia”, supervisado y tutelado.