El padre de 'Baby RB' se suma a la madre en su petición de dejar morir al bebé

El padre de Baby RB, el bebé británico de un año que padece una enfermedad genética irreversible, ha aceptado hoy que se le desconecte del respirador artificial que le mantiene con vida. Hasta este martes, el padre se oponía al criterio de la madre y de los médicos de darle "una muerte digna y tranquila". La justicia ya no tendrá que decidir el futuro del niño, que será finalmente desconectado.

Según sus abogados, el padre ha tomado la decisión "después de reflexionar sobre todo lo que se había dicho estos días ante el Alto Tribunal de Londres", encargado de dirimir el caso. Los médicos que cuidan a Baby RB, apoyados por la madre, defienden que tenga "una muerte digna y tranquila" ante una existencia "miserable y dolorosa", incluso aunque una operación quirúrgica permitiera separarle del respirador y enviarle a casa de alguno de sus progenitores, que están separados. Sin embargo, su padre defendía que se le practicara una traqueotomía antes de tomar una decisión tan definitiva. Los abogados del padre sostenían que el cerebro del niño funciona perfectamente y no ha resultado afectado por la enfermedad y puede ver, oír, sentir y reconocer a sus progenitores.

El niño nació el 10 de octubre de 2008 con serios problemas respiratorios, que obligaron a conectarle inmediatamente a un respirador artificial para que siguiera con vida. Desde entonces, y una vez diagnosticado el síndrome miasténico congénito (SMC), el niño ha perdido la práctica totalidad de su tono muscular y es incapaz de mover brazos y piernas, un problema que "no tiene probabilidad de mejorar", según un portavoz de los facultativos.