"Solo espero que entiendan que realmente creía que no estaba poniendo en peligro a la gente"

Andrew Speaker, el enfermo de tuberculosis que fue detenido tras estar viajando durante más de dos semanas entre Estados Unidos, Europa y Canadá ha pedido hoy perdón a los pasajeros que le acompañaban en los vuelos por ponerles en peligro. "Siento mucho cualquier pena o dolor que pueda haber causado a cualquiera", ha dicho Speaker, un abogado de 31 años, en una entrevista al programa televisivo Good Morning America de la cadena ABC.

"Solo espero que me perdonen y entiendan que yo realmente creía que no estaba poniendo en peligro a la gente", ha dicho en el programa. Speaker ha dicho que ha hecho grabaciones en una cinta para probar sus afirmaciones de que solo le aconsejaron no viajar, pero que nadie se lo prohibió. Speaker, que estaba viajando por ser su luna de miel, fue detenido la semana pasada por las autoridades de Estados Unidos y fue puesto en cuarentena con síntomas de una tuberculosis "extremadamente resistente a los antibióticos".

"En todo momento se me comunicó a mi familia, a mi mujer, a mi hija... que nadie corría peligro y que no era contagioso", ha dicho Speaker en la entrevista. "He vivido en este estado de miedo constante y ansiedad y agotamiento desde hace una semana, y pensar que otra persona se siente así ahora, no quisiera pensar que otra persona siente esto. Es horrible", ha dicho Speaker a la cadena de televisión desde su habitación en un hospital de Denver.

Speaker sufre de una cepa resistente de la enfermedad que no responde a los antibióticos. Sentado y vestido con ropa de calle, aunque con una mascarilla facial, se ha disculpado repetidamente a las decenas de pasajeros que viajaron en el mismo avión, así como a la tripulación, que aguardan los resultados de sus análisis como medida cautelar.

Speaker se encontraba en Europa cuando se enteró que, según los análisis, no solamente padece de tuberculosis sino de una cepa especialmente peligrosa y resistente a un amplio espectro de antibióticos. "Le dijimos claramente que no tomara un vuelo de regreso", ha afirmado el doctor Martin Cetron, director de la división de migraciones globales y cuarentenas del centro. Cetron indicó el miércoles que los funcionarios de salud informaron a Speaker antes del vuelo "de forma clara y contundente que no viajara", aunque "no había un impedimento legal que le impidiera viajar, y no fue violada ley alguna".

El abogado, su nueva esposa, Sarah, y la hija de 8 años de ésta, se encontraban en Europa cuando el Centro le contactó para informarle que acudiera de inmediato a una clínica local y que no regresara en avión. El paciente dijo haberse sentido como si súbitamente el Centro "me hubiese abandonado". En aquel momento, agregó, estimó que si no acudía a una clínica especializada en este tipo de dolencias, en Denver, moriría sin remedio. Speaker, un abogado especializado en casos de lesiones físicas personales, es la primera persona infectada puesta en cuarentena por el gobierno estadounidense desde 1963.