Blanca Lacasa, escritora: “Pretty Woman’ me parece una película de terror”
La periodista Blanca Lacasa se adentra en la ficción con ‘El accidente’, un relato “chica conoce a chico” que retrata la lógica arrebatada del enamoramiento


Blanca Lacasa (Madrid, 52 años), mujer orquesta que transita por el periodismo, la música, el podcasting, la literatura infantil y el ensayo, quería congelar un instante. Ese segundo que se desvanece antes siquiera de empezar; ese vértigo del romance que, sin llegar a ser historia, se convierte en una tromba que arrasa con todo, sin mediación ni moraleja. “Me interesa el enamoramiento porque ocupa muchísimo espacio en nuestras conversaciones, en nuestras cabezas, y no entendemos por qué sucede”, sostiene. Tras el éxito de Las hijas horribles, debuta en la ficción con El accidente (Libros del Asteroide), una novela afilada e irónica sobre el caos emocional tras una seducción imposible.

¿Qué ha descubierto sobre el enamoramiento que no supiera antes de escribir este libro?
Que la lógica brilla por su ausencia. Entras en un estado de bruma mental en el que todo desaparece y tu cabeza empieza a buscar coartadas para justificar esa historia que tiene visos de acabar mal. En este caso el meme de ‘Amiga, date cuenta’ es totalmente pertinente.
En su nouvelle no hay explicación ni moraleja. ¿Nos cuesta aceptar que hay cosas que simplemente pasan?
Viviríamos mejor si aceptásemos que hay cosas que escapan a nuestro raciocinio. Queremos controlarlo y entenderlo todo, pero en esa disección solo vamos a encontrar que el amor es una tromba inesperada que lo descoloca todo y se va. Hay que aceptar el vértigo, el absurdo y la sinrazón.
Y ante el vértigo de enamorarse, ¿cuál es la mejor biodramina para sobrevivir al trayecto?
Dejarse marear. El mareo surge precisamente de la contención ante el vaivén, de no acompasarse al ritmo. Si te ha tocado bailar esto, hazlo lo mejor que puedas.
¿Hay algún cliché del romanticismo en ficción que haya querido evitar?
El problema de estas historias es cuando las romantizan, cuando las sitúan como el lugar a habitar por las mujeres. Mi generación ha crecido con un ideal romántico que es de puro terror. Pretty Woman me parece una película de terror. Ver esa película con 12 años y la cabeza sin amueblar… Dios mío, ¿quién puede desear que le pase eso a ella?

Beatriz Serrano, Alba Muñoz, usted misma… ¿hay una nueva voz de mujeres que proceden del periodismo abriéndose paso en el mercado literario?
Cada vez hay más mujeres contando cosas en la cultura. Hay demanda y ya era hora. Me gusta que las jóvenes crezcan con voces femeninas y sepan que pueden ser mil cosas. Que compartan una sensibilidad común con esas creadoras y no teniendo que hacerse un Frankenstein intentando encontrar un reflejo que no existe. Me da rabia que mi sensibilidad haya sido construida con voces masculinas.
Dedica el libro a los amigos que la auxiliaron en cada uno de sus accidentes. ¿Cómo es la rehabilitación?
Cuando los accidentes son dolorosos los amigos ayudan muchísimo. Ellos saben de dónde vienes y, cuando no entras en razón, te acompañan en el choque definitivo. Hay una expresión que digo mucho y que también me han dicho: “No te preocupes, cuando te caigas iremos con la camilla a recogerte”.
¿Nos enamoramos ahora más en remoto por las redes sociales?
Sí. El enamoramiento tiene mucho de proyección, de volcar en el otro nuestras expectativas. Ahora, con las apps, hay que atravesar más puertas para llegar a la persona real. El relato que nos montamos es cada vez más literario y menos real. Porque cuando estás viviendo una historia de amor, estás escribiendo una historia.
¿Y quienes no han vivido grandes accidentes amorosos? ¿Se pierden algo?
No necesariamente. Hay gente que recuerda esos accidentes con intensidad y hasta con cariño, pero también hay quien no los vive ni los echa de menos. No creo que haya una forma mejor que otra. Hay personas que disfrutan del río tranquilo, y otras que se enganchan a la dopamina de los chutes emocionales… Pero eso tampoco siempre es disfrutable.
¿Sigue existiendo la etiqueta de “literatura femenina” cuando una mujer escribe sobre deseo o vulnerabilidad?
Ocurre menos, pero es algo que me alucina. He crecido con películas, libros y música hecha por hombres y he disfrutado esos universos, no entiendo que no suceda al revés. En el mundo hay mujeres, ¿por qué no quieren entender nuestras realidades? Con Las hijas horribles me han escrito muchos hombres agradeciéndome la lectura.
¿Qué público es más exigente, el infantil o el adulto?
El infantil, sin duda. No se dejan influir, no les importa quién eres. Si les gusta, bien; si no, te lo dicen a la cara. Les da igual tu ego Y como crecen, cambian de etapa y tú tienes que volver a conquistarlos cada vez. Es un público exigente y con criterio férreo.

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