La pringada: “Soy ‘incancelable’ porque siempre he ido de cara y no tengo nada que perder”
Estrella de internet, comunicadora radical, personaje indomable, Esty Quesada, como tantos iluminados, no es apta para todos los públicos. Tampoco lo es el humor de Isa Calderón, quien habla con ella en una entrevista irreverente donde nada y a la vez todo tiene sentido

Esty Quesada, alias La pringada (Barakaldo, 30 años) empezó hace nueve años haciendo vídeos de YouTube absolutamente irreverentes y disidentes. Ella se pringa. Es la reina de la cultura pop de este país, se pasa la vida en TikTok y se lo sabe todo. Escribió su propia serie, Looser (Prime Video) y la protagonizó. También ha aparecido en varias ficciones (Paquita Salas, Terror y feria, Vota Juan, Capítulo 0) y concursos televisivos, y ya lleva dos libros en su haber. Es una de las personas más originales de este país. Describirla es muy difícil, así que si no la conocen, pasen y vean.
Ahora Esty y yo somos amigas, siempre quise que lo fuéramos. Me parece una de las personas más inteligentes de este país. La veo bien, la veo feliz, la veo enfocada y estable, nada me puede hacer más ilusión, siempre pensé que era una de las personas más atormentadas que había conocido. Es un ejemplo de valentía, superación y, sobre todo, de libertad.

¿Tú te das cuenta de que has creado un lenguaje propio, y que, en tu territorio, eres una de las personas más respetadas y temidas de este país?
Soy consciente, es increíble. Me parece que podría ser la jefa de una secta y que por lo menos 10 personas se pondrían en peligro por mí. Respecto al lenguaje, sé que soy un germen social y que muchas de mis expresiones ya están superintegradas en la calle.
¿Te han copiado?
No mucho. Para copiarme a mí tendrían que tener una enfermedad mental y nada que perder.
Volvamos a que eres temida.
¿Sabes por qué me tienen miedo? Porque si yo cojo a una persona y digo ¿os habéis fijado que esta hace el circo? No es que me tengan miedo porque yo vaya a pegar a alguien o a amenazarle, sino porque yo voy a señalar una realidad, voy a rascar el yeso, yo siempre digo la verdad.
¿En alguna fiesta de esas de famosos a las que vas, alguien con quien te hayas metido se ha acercado a ti? ¿Te han recriminado algo o han buscado tu aprobación?
En una fiesta, a una a la que había insultado gravemente con mi insulto estrella, de repente me miró y yo... ufff. Porque luego yo soy una rata cobarde... Pues me mira y yo, “verás me va a decir algo”. Y me dijo: “¿Oye a ti te parece bien lo de El Hormiguero? Y yo: ¿El qué? Y me dice: “Nada. Que me han ofrecido un contrato para ser colaboradora y que si te parece bien”. Y yo: “Pues tú verás”. Y ella: “Es que yo no quiero que te parezca mal”. Y yo: “Chica, si no nos conocemos de nada”. Y ella buscando mi aprobación y dándome explicaciones. Y yo le dije: “Ni que yo fuera tu madre”.
Por otra parte, ¿por qué fuiste a El Hormiguero?
Fui porque pensé: puedo quedarme en mi casa y decir que no, y pensar en mis valores y en mis principios. O ir y hacer el terrorismo y dinamitar el mainstream desde dentro. Fui con una camiseta de Pablo Motos que nadie sabía que llevaba y que mi representante me prohibió. La llevaba debajo de una chaqueta, me callé como una puta. Cuando empezó el programa, me abrí la chaqueta y dije, mira… y era una imagen de Pablo Motos con un pollo asado. Y bueno, me han vetado por la camiseta y me han dicho que si no me llevan de invitada a Drag Race puede ser porque Pablo Motos me haya vetado. Pero no lo entiendo porque esa foto la sacó él antes en su Instagram, y yo a partir de ahí me hice la camiseta. O sea, esa foto la saqué de su Instagram, pero él se ofendió. Pues no haberla subido.
¿Tú sabes que eres una de las personas en este país que puede decir lo que quiera por todo lo que has vivido: una infancia terrible, por tu estética, por no ser normativa, por disidente? Tus límites del humor los marcas tú misma. Tú eres incancelable.
Sí, me doy cuenta de que me pasan muchas cosas. Puse algo muy problemático en mi ‘podcast’ Las moderadoras y pensaba que me lo iban a cancelar. Y no. Soy incancelable porque desde el principio he ido de cara diciendo circos. Yo es que nunca he tenido nada que perder.
Mundo influencer. ¿Alguien te cae bien?
Me caen bien poquitas, sigo a poquitas.
Sé que sigues a mucha gente porque te dan grima.
Sigo a Laura Llanes, que es una mami vlogger a la que le sale todo mal y mató un gato, claro, va como de soy perfecta y voy al Primark. Ella me fascina. También sigo a una estadounidense no binaria poliamorosa que también me fascina: tiene cuatro novios y la odio, y tiene el pelo naranja. Odio el poliamor y me parece de guarras. Ella va de que su vida es maravillosa, pero el otro día le sacaron que de pequeña atropelló a un niño con un cortacésped y le tuvieron que cortar la pierna al niño. Toda la gente que va de qué buena soy ha matado a alguien. Laura Llanes con el gato, esta casi mata al niño. En España sigo a Tote Fernández. ¿Sabes quién es?
No, sorpréndeme.
Es un hetero que va vestido de rosa y tiene una novia y dicen que son los reyes del divineo. Él se pinta las uñas, pero claro, es hetero y está performando para ganar seguidores. Y dice cosas como: “Hoy me he hecho la manicura para ser el rey del divineo”. Y habla como Mickey Mouse. Le aborrezco y quiero que esa persona se haga un Petit Suisse. No quiero matarla, quiero que se dé cuenta de que es ridícula.

Esty, por favor, ¿puedes contar lo de tu posesión que es tronchante?
Fui a Bilbao por trabajo y como soy un imán conocí a un chico que acababa de salir del psiquiátrico. Tuvimos varias noches de amor, nos enamoramos fervientemente y le invité a mi casa de Madrid: hay que darse al amor como a la espuma. Entonces, el último día que se quedaba me dijo que quería hacer una ouija para hablar con su padre que se acaba de suicidar. Yo preparé todo, pero ya tenía como algo en el pecho y pensé que no debería hacerla. Sentí la oscuridad. Pero la hice por mi novio. Así que hacemos la ouija, un amigo de su padre nos manda un mensaje y cerramos la ouija. Yo estaba sentada en el suelo porque me gusta sentir los elementos y entonces digo: no me puedo levantar y pienso, será que soy una vaga, que me pasa mucho. Y entonces de repente me empiezo a caer como un saco a un lateral. No tenía energías. Me estaban llevando a la oscuridad. Y entonces mi novio me puso un cojín y me puse a temblar y con un hilo de voz le decía “tápame, tengo frío”. Yo notaba que en mi mente venían oscuridades, eran como demonios y sombras, y se me había olvidado donde estaba, cómo me llamaba. Tenía el ego diluido, ¡y yo soy muy egocéntrica para que me pase a eso! Las sombras querían llevarse mi mente a los inframundos y yo me decía a mí misma: “Si me llevan me muero”. Y yo le decía al chico: “No puedo respirar”, me faltaba el aire. Él me preguntó: “¿Llamo al 112?” Y consigo decir: “No, esto no es físico, es una guerra mágica”.
Jajajajajaja.
Yo hacía un esfuerzo sobrehumano por seguir en este plano. Y gané la guerra mágica. Poco a poco me fui despertando, y no sabía ni dónde estaba. Y claro: él podía haberme desvalijado la casa, y no lo hizo porque me quería. Le hice coger unas velas y gritar: “¡Salid de aquí!”. Pensé que habían pasado tres minutos, pero había pasado una hora y media. A la semana dejé al chico del psiquiátrico.
Cuando nos conocimos, tú acababas de llegar a Madrid, tú estabas a la defensiva, eras muy reticente a mostrar cualquier signo de afecto o simpatía. Con el tiempo ya muestras afecto, ¿esto es porque estás más segura de ti misma ya que has triunfado, eres más feliz y estás cumpliendo tus sueños o porque te cuesta coger confianza con la gente?
A mí me cuesta coger confianza y de primeras soy autista, es un mecanismo de defensa. También te digo que yo vengo de Barakaldo y allí te cuesta ser más extrovertida porque aquello es un campo de minas. Es la ciudad de la depresión. Pero en Madrid ya estoy en barbecho y me cuesta menos coger confianza. De hecho en las fiestas voy vacilando a todo el mundo, todo me da igual. El otro día en una fiesta le dije a un actor: “Tú has salido en Pasapalabra”. Y no había salido.
¿Estás más calmada y serena porque ves que estás cumpliendo tus sueños?
El otro día tuve una epifanía en el zoo de Madrid y me di cuenta de que ya no me quería suicidar, por ahora. Estoy más tranquila, sí, y también tener moneas ayuda. Me he comprado un MacBook del año 2001 y estoy contenta, sí. Mis amigos son increíbles, estoy haciendo muchos planes. Me he comprado un coche fúnebre por Wallapop a medias con un amigo y viene con ataúd, lo aparco en una plaza de garaje en Getafe. Yo no conduzco, así que me lleva mi amigo, pero era un sueño. Me he dado cuenta de que la vida tiene mucho que dar.

¿Crees en el amor?
Yo creo en el amor, la vida es como la espuma, por eso hay que darse como el mar. Hay que darse enteramente y abrirse al amor. Y existen las almas gemelas y existe todo. Luego otra cosa es que la gente se quiera sedar a sí misma con cosas de guarras como el poliamor y circos. Y luego otra cosa es que la gente quiera cerrarse por miedo a que le hagan daño. Yo me abro, clávame un cuchillo, hazlo de cara. Entonces sí. El amor existe y el sentido de la vida es el amor. No solo el amor romántico, sino el amor por las cosas, por los amigos, por las pasiones, pero por el amor romántico más. Estoy abierta al amor. Fantasía.
Esty, para terminar: ¿A quién vas a votar en las próximas elecciones?
A Irene Montero. Y siempre votaré a lo más a la izquierda que haya. Yo me mojo.
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