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“Famoso en un instante y olvidado un año después”: lo que cuenta el documental de Adrover en plena polémica con Rosalía

Hemos visto ‘The designer is dead’, el documental producido por Little Spain que ahonda en la vida del diseñador mallorquín, que triunfó en la escena de la moda neoyorquina, pero fue rápidamente repudiado

El diseñador de moda Miguel Adrover.
Marita Alonso

“Nunca tuve ambición de trabajar en la moda. Quería expresarme y ví que la ropa podía ser una forma de expresión. Aquí comenzó el sueño y la pesadilla americana, todas las responsabilidades que conlleva llevar una compañía”, dice Miguel Adrover en The designer is dead, el nuevo documental de Little Spain dirigido por Gonzalo Hergueta que bucea en la trayectoria del diseñador al que por cierto, Hergueta se refiere como artista. De hecho, en el documental, el propio Adrover dice que es un pintor frustrado. Lo comenta tras explicar que en el Museo del Prado descubrió que las telas eran las que daban peso y dimensión a los cuadros, una prueba más de que para él, la moda es un medio, no un fin. El documental se presentó el pasado viernes en Atlàntida Mallorca Film Fest en plena polémica con Rosalía, cantante con la que Adrover se ha negado a trabajar por su falta de compromiso en contra del genocidio palestino. Al encuentro no faltaron celebrities como Samantha Hudson, Rossy de Palma y Carolina Yuste. Además, la cinta, que cuenta con Juan Pérez de Rozas como productor ejecutivo, se ha llevado el Premio del Público del festival.

El director, afincado en Nueva York, supo de Miguel Adrover a través de una película de Alexander McQueen en la que el mallorquín era mencionado. “Creo que estar alrededor de sus desfiles le inspiró y él inspiró, sin duda, a McQueen. Siempre fue un excéntrico”, comenta en el documental Jennifer Hoffman, que trabajó mano a manó con el mallorquín, ante una caja llena de recuerdos de su trabajo junto a él. Con su socio Douglas Hobbs abrió en 1995 la tienda Horn, donde no faltaron diseños descartados por McQueen que el propio diseñador le dio. Fue entonces cuando dijo a Hoffman que le gustaría presentar su propia colección. En 1999 presentó la primera, Manaus-Chiapas-NYC, que junto a Midtown, que llegó poco después, fue aplaudida por la crítica, logrando así el respaldo de Pegasus Apparel Group. “Tener a alguien sin experiencia en el lower east side era algo loco. No había un objetivo: era un grupo de amigos que querían hacer algo. Él no quería ser un diseñador trendy, sino uno clásico y de hecho, su ropa sigue siendo relevante”, asegura.

Robin Givhan (ganadora del Pulitzer) comenta que las firmas tomaban una de las subculturas presentes en las calles neoyorquinas y las llevaban a la pasarela mientras que Adrover las mostraba todas a la vez en sus desfiles. “Si te sientas en un banco en Nueva York, verás todas estas culturas entrelazándose. Sus desfiles eran eso, y fue lo que hizo que su trabajo fuera tan neoyorquino de una forma en la que Nueva York nunca había sido representada en la pasarela”, asegura.

Llamar la atención de nombres de la talla de Anna Wintour exige años y colecciones pero como queda vigente en The designer is dead, su interés por Adrover fue inmediato. Fue su equipo el que hizo saber a Jennifer Hoffman que el diseñador había sido nominado en 2000 como el mejor diseñador Avant-Garde. “Ella quería hablar con él, pero estaba en Egipto. Yo no sabía si podría realizar esa llamada. No apareció a la gala y la gente se enfadó”, comenta Hoffman. Al conceder una entrevista a S Moda en 2016, no dudó en hablar de ella. “La industria está controlada por personajes que deciden quién entra y quién no. Y estamos hablando de Anna Wintour y pocos más. A mí me abrieron las puertas pensando que podrían hacer conmigo lo que les diera la gana. Pero en el momento en que vieron que no me podían manejar, dejaron de apoyarme”, aseguró. “Anna Wintour decide si se te abren las puertas o no. Lo sé por mi experiencia. Estuve a punto de conseguir un patrocinador para mi marca, pero ella dijo que no y retiraron la oferta. No una vez. Unas cuantas veces”, comentaba.

Hergueta recoge materiales de archivo inéditos y testimonios de Hoffman y Robin Givhan para contar la historia de un fulgurante ascenso y una fugaz caída. “Se hizo famoso en un instante y fue abruptamente olvidado un año después”, publicaba el 14 de septiembre de 2003 The New York Times.

Pero Adrover no ha sido olvidado gracias a su visión radical y en estos momentos, cómo no, al negarse a confeccionar un look ‘custom made’ para Rosalía ante su silencio sobre Gaza. La cantante ha rechazado las acusaciones de “silencio cómplice” con un comunicado, para muchos tibio, publicado en las stories de su perfil de Instagram. Pese a que había rumores de que el diseñador acudiría al estreno del documental en el festival, finalmente no asistió, por lo que quienes esperaban que ofreciera alguna controvertida declaración sobre lo ocurrido se quedaron con las ganas.

Tras presentar en la Gran Manzana nueve desfiles, a causa de su inexperiencia en la gestión empresarial y después del 11-S, desapareció de la escena, se vio obligado a cerrar su empresa. “Creamos un negocio de éxito en un tiempo muy corto. Han sido unos años increíbles, pero se han producido muchos cambios, tanto en el mercado de la moda como en la estrategia del grupo. Dadas las nuevas realidades económicas, tiene más sentido buscar un nuevo socio o un comprador estratégico que pueda ampliar el negocio, basándose en lo que hemos construido’, dijeron Adrover y Susan Sokol, presidenta del grupo Leiber, en un comunicado conjunto.

“Toda la gente que no había cobrado y había posiciones sin tener títulos esperaba mucho de mí cuando yo nunca había estado en esa situación. A muchas de esas personas ya no las veo. Son amigos, pero las cosas han cambiado mucho”, dice en la cinta el diseñador que, pese a todo, considera que su vida ha sido plena. “Me he enamorado tantas veces de tantas cosas, me he vuelto loco, me he dejado llevar, me he arriesgado y he puesto mi vida por delante. Si me cayera muerto, pienso que no pasaría nada”, asegura en el documental, en el que dice que lleva seis años sin practicar relaciones sexuales. Tampoco bebe alcohol ni consume drogas, y lo cuenta rodeado de animales desde su casa familiar de la villa mallorquina de Calonge, a la que Hergueta fue invitado por el diseñador tras un año y medio de negativas, pues si algo caracteriza a Adrover es su carácter esquivo.

“La meta hoy en día es una gran valla publicitaria que está al final de una autopista y en la que pone “fama, lujo, belleza y poder”. Hay miles de coches que van hacia la valla y su vida es correr y correr. Cuando vas por la carretera, las cunetas están llenas de coches que se han estrellado y luego hay otros caminos más pequeñitos, sin asfaltar, que si tomas, no sabes adónde vas a llegar. Sin embargo, son la experiencia de andar sin esas metas imposibles que nos han vendido. Ese es el camino que he tomado”, dice. Porque quien se adueñó de forma tan veloz y fugaz del sueño americano no se arrepiente de nada.

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Sobre la firma

Marita Alonso
Redactora especializada en cultura pop y estilo de vida. Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. 
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