Gordofobia y el ‘timo de Kanye West’: el desfile más polémico de Nueva York

«El show de otoño 2019 de Philipp Plein al final de su polémico desfile. fue tan trágico como la estafa de Kanye West que lo rodeó«. Con estas contundentes palabras titulaba la periodista Alexandra Mondalek, de la web especializada Fashionista, su crónica del desfile del polémico diseñador. Días antes de la cita, la confusión y la controversia ya perseguían a Philipp Plein. Las invitaciones al show prometían una actuación final de Kanye West que la propia Kim Kardashian se encargó de desmentir en Twitter. Tal y como publica TMZ, el equipo de la firma fue estafado por un falso representante del rapero que falsificó su firma prometiendo una actuación a cambio de un millón de dólares (al parecer recibió 900.000 dólares por adelantado y ya no hay rastro de la cuenta a la que fue realizada la transferencia).

Pero el timo y la ausencia del rapero no fueron los únicos problemas de una colección que, según la periodista, «fue aún más decepcionante que el evento en sí». El diseñador organizó un desfile-cena para prensa y celebrities (Paris Hilton, Coco Rocha o Billy Porter, entre otros) en el restaurante neoyorquino The Grill. «Si bien todos los invitados pensaban que se trataba de una cena en la que estarían sentados, en realidad había asientos para, como máximo, dos tercios de los asistentes. Un grupo fuimos arrastrados como ganado a una terraza en la que solo se podía estar de pie justo al lado de los fotógrafos. Me hubiera puesto un calzado más cómodo que los tacones que marca la etiqueta black tie si hubiera sabido que estaría de pie empotrada contra una gran puerta de madera durante casi dos horas (mientras que un sórdido videógrafo contratado para el evento intentaba repetidamente tocarme el trasero)», escribe la periodista.

La cosa no mejoró, asegura, cuando entre plato y plato los modelos de Plein pasearon las prendas de sus dos líneas (Billionaire, la masculina, y la colección unisex para el próximo otoño-invierno). Según la periodista, era una «mezcla de los grandes éxitos de las últimas temporadas de otros diseñadores» que acabó por provocar el hastío de una editora, que acabó durmiéndose en mitad del espectáculo. Las palabras más duras del texto llegan al final, cuando tacha a la firma de ser «una broma de mal gusto». «Es difícil imaginar cómo la estética sosa, sin alma y barata de Plein encajará en el lugar hacia el que va la moda. Quizá lo mejor sería olvidarnos de él por completo».

Plein, tachado de machista y misógino en más de una ocasión por el papel sexualizado que otorga a las mujeres en sus campañas, no tardó en responder a la crítica a través de varios Stories publicados en su cuenta de Instagram. En ellos ironizó sobre la objetividad de la periodista y no dudó en publicar una foto de la joven acompañándola de mensajes que encerraban faltas de respeto a su físico. «La próxima vez me aseguraré de que tengas comida suficiente, lo prometo» o «la próxima tendrás un menú gratis», decía en otra imagen en la que para colmo confundía a la periodista con la actriz Amanda Bynes. Aunque los mensajes ya han sido eliminados, Mondalek ha publicado las capturas en su cuenta de Twitter para denunciar que ha sido víctima de fat shaming (avergonzar a alguien por su talla o el aspecto de su cuerpo) por parte del diseñador.