Prohibido besar la tumba de Oscar Wilde (excepto con estos labiales)

El cementerio parisino de Père Lachaise tiene algunas de las tumbas más ilustres del mundo: Edith Piaf, Balzac, Proust, Isadora Duncan… También de los monumentos funerarios más maltratados por unos fans acérrimos; quizá el que más ha sido el de Jim Morrison, cuyo busto fue tantas veces pintarrajeado por sus admiradores que ya no existe.

Para evitar esto se ha cubierto la lápida de Oscar Wilde con una socorrida mampara que impedirá a aquellos que van a recordarle dejando besos sobre ella en una mala interpretación de la célebre frase del poeta "The coward does it with a kiss". Y es que los miles de restos de lipstick, y sus restos grasos, estaban destrozando la lápida, además de afearla bastante. Este lavado de cara -nunca mejor dicho- se celebró con un acto, que coincidía con el 111 aniversario de la muerte de Wilde, en el cual participó el actor Rupert Everett.

Sin embargo, todos aquellos que quieran seguir besando la tumba sin dejar huella pueden recurrir a la nueva generación de labiales indelebles. No son milagrosos, pero garantizan una amplia durabilidad y una mínima transferencia al besar, beber o comer. Muy recomendables también para las que quieran que su color de labios dure todo el día impecable.