Regalos para amantes de la belleza: sorpresas exquisitas con las que acertar
Cierra un nuevo año de éxitos para la industria de la perfumería y cosmética, que continúa creciendo pese a las turbulencias. Hoy es tiempo de celebrar con algunas de sus propuestas para regalar, aciertos infalibles
La cosmética, más presente que nunca en el día a día, es una apuesta muy apetecible para ofrecer como regalo. Con ello en mente, el sector se pone de tiros largos y se entrega a la misión de aderezar sus productos: de perfumes clásicos a ediciones limitadas o los inevitables cofres, que se convierten en irresistibles derroches de creatividad con colaboraciones con artistas. También libros, accesorios, detalles para casa… La lista de ideas es tan amplia como el propio mercado, que continúa creciendo. La industria sigue en expansión y ya contribuye en un 1,03% al PIB nacional, según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). Ello se traduce en 50.200 trabajadores directos y 300.000 de manera indirecta (un 1,6% del total del empleo en nuestro país), siendo uno de cada cinco perfiles científicos como biólogos o químicos.
Destaca el segmento de las fragancias, cuyo consumo creció en 2024 un 11,2% hasta los 2.200 millones de euros, también según datos de Stanpa. El 30% de esas ventas se despacharán ahora, en las pocas semanas entre Black Friday y Reyes. “En los últimos cinco años han experimentado una evolución dinámica”, apuntaba el último informe de Mintel sobre perfumería, “tras el confinamiento hay un auge de elecciones expresivas e impulsadas por la creatividad, el comportamiento del consumidor en este sector ha reflejado cambios sociales más amplios”.
Sin tabú en el perfume
Durante mucho tiempo el perfume, uno de los obsequios estrella en Navidad, era mirado con suspicacia cuando se envolvía en papel de regalo. Demasiado personal para atreverse, era la razón que se esgrimía para esquivarlo. Un argumento que hoy ha perdido validez, porque en los últimos años ha cambiado radicalmente la manera en la que el mundo se perfuma. Atrás quedaron los aromas identificativos y únicos, para dejar paso a variaciones marcadas por el momento. Ahora se habla de crear un ‘armario olfativo’ que, al igual que los básicos de moda, permita distintas maneras de presentarse al mundo. Fragancias ligeras para los meses calurosos, embriagadores ‘ouds’ (amaderados) para las noches de fiesta, chipres modernizados para la oficina... La tendencia absoluta de 2025 es la vainilla, que se presenta en acepciones que la hacen apta hasta para los menos golosos.
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