Un análisis relaciona el abuso de edulcorantes con una aceleración del deterioro cognitivo
El estudio poblacional subraya la importancia de estudiar mejor cómo estamos sustituyendo el consumo de azúcar


Algunos sustitutos del azúcar se asocian con un deterioro cognitivo más rápido. Es lo que sugiere un estudio poblacional que publica este miércoles la revista Neurology. La investigación cogió una base de datos de 12.700 adultos, pero se centró en aquellos de entre 55 y 72 años (unos 5.000), después siguió su evolución durante ocho años. En este tiempo se les hizo registrar todo lo que comían y se les sometió a pruebas para comprobar su rapidez mental y deterioro cognitivo. Los investigadores hicieron un seguimiento de siete edulcorantes artificiales que suelen encontrarse en alimentos ultraprocesados. Las personas que consumían las cantidades totales más elevadas presentaron un deterioro más rápido de las capacidades cognitivas y de memoria en general, equivalente a 1,6 años de envejecimiento, que aquellos que apenas consumían edulcorantes.
“Este es el estudio prospectivo más amplio y prolongado hasta la fecha que investiga la asociación entre el consumo de edulcorantes artificiales y el deterioro cognitivo”, explica Claudia Suemoto, física de la Universidad de Sao Paulo (Brasil) y autora del ensayo. “Aunque investigaciones anteriores habían relacionado los edulcorantes con afecciones como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la depresión, su impacto a largo plazo en la cognición no se había explorado de forma sistemática”.
La demencia es una enfermedad común, y más lo será en un mundo que envejece a marchas forzadas. Históricamente, se ha visto como un efecto secundario e inevitable de la vejez. El único desencadenante parecía ser el paso del tiempo. Pero distintos estudios recientes han puesto en entredicho esta máxima. “Cada vez vemos más claro que esto se puede modificar con hábitos saludables”, explica Guillermo García Ribas, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. “Pero cuesta demostrarlo con estudios, aquellos que han relacionado un cambio en hábitos de vida, en dieta saludable, con un mejor envejecimiento son muy pocos”.
De hecho, García Ribas no es especialmente halagüeño con el presente estudio. Critica la base de datos (que se va reduciendo), la edad de los pacientes (demasiado jóvenes) y las cantidades de edulcorantes tomados como referente para hacer los grupos (demasiado amplias). Cree que el estudio “puede dar pistas de por donde van los tiros”, pero que es complicado inferir de él que los endulzantes en concreto sean los causantes de un deterioro cognitivo, pues estos productos suelen estar presentes en alimentos ultraprocesados, señalados como responsables de este deterioro en muchos otros estudios.
”Hay dos hallazgos que sugieren que los edulcorantes podrían tener efectos específicos más allá de ser un marcador de una dieta deficiente”, se defiende Suemoto. “En primer lugar, observamos asociaciones para varios edulcorantes individuales”, explica. Estos son los que echa la gente en el café o el yogur a diferencia de los compuestos, que usa la industria en sus productos. “Además, existe una plausibilidad biológica a partir de estudios en modelos animales”, continúa la experta. Los edulcorantes artificiales pueden desencadenar procesos como la neuroinflamación, la neurodegeneración o la alteración del eje intestino-cerebro. Así lo han demostrado varios estudios en ratones. Estos fenómenos podrían afectar al cerebro y explicar su deterioro.
Pero son hipótesis. “Correlación no implica causalidad”, abunda el tecnólogo de alimentos Miguel A. Lurueña. “Es decir, que exista una relación entre el consumo de edulcorantes y el deterioro cognitivo, no significa que el primero sea causante del segundo. Este estudio puede dar pistas para seguir investigando por esa vía, pero no es suficiente para afirmar que los edulcorantes aceleren el deterioro cognitivo”.
El consumo excesivo de azúcar se ha asociado con diversos efectos negativos para la salud, como un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y demencia. Y casi todos hacemos un consumo excesivo. En España se consume el triple de la cantidad de azúcar máxima que recomienda tomar al día la OMS.
Para limitar su consumo, muchas personas están recurriendo a edulcorantes bajos en calorías o sin calorías. Sin embargo, existen informes que vinculan el consumo de algunos de estos edulcorantes no nutritivos con efectos adversos similares (aunque atenuados) como la resistencia a la insulina y las enfermedades cardiovasculares. Puede que los edulcorantes no nutritivos sean mejores que el azúcar, pero eso no hace que sean buenos. En 2023, la Organización Mundial de la Salud desaconsejó el consumo de estos productos para adelgazar o reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. De momento, sin embargo, se sabe poco sobre su impacto en la salud cerebral. Estudios como el presente empiezan a echar luz sobre el tema.
“Hemos añadido pruebas sólidas de que estos compuestos pueden no ser inocuos”, resume Suemoto, “especialmente cuando se consumen con frecuencia y a partir de la mediana edad”. En un contexto científico más amplio, estos hallazgos ponen de relieve la necesidad de examinar de forma más crítica lo que utilizamos para sustituir el azúcar en nuestra dieta, y subrayan que las elecciones alimentarias en la mediana edad pueden tener consecuencias para la salud cerebral décadas más tarde.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
