Una tromba marina obliga a evacuar un colegio en Sanxenxo

Una tromba marina tornádica azotó este miércoles la costa del sur de Pontevedra, principalmente en el municipio de Sanxenxo, y obligó a desalojar un colegio en Noalla, un barrio de este Ayuntamiento de 2.500 habitantes, como medida de precaución ante los múltiples daños que se registraron en su estructura, sobre todo en la cubierta y falsos techos interiores.

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El desalojo de los niños se produjo unos veinte minutos después de que se iniciara la jornada escolar, aunque no hubo heridos. Algunos testigos relataron que la manga marina, acompañada de fuertes rachas de viento y tormenta eléctrica, dejó el centro escolar sin luz. Segundos después escucharon un fuerte estruendo y comenzaron a caer tejas, cajas de persianas y a desmoronarse parte del techo interior del edificio.

Los Servicios de Emergencias comprobaron que este intenso fenómeno atmosférico poco habitual había arrancado parte del paseo marítimo que recorre la playa de A Lanzada hasta el municipio vecino de O Grove. Un tramo de la tarima de madera salió volando y fue a impactar al tejado del colegio. También resultaron dañados algunos vehículos de los profesores, con abolladuras y lunas rotas.

La tromba también causó numerosas incidencias y daños materiales en otros centros públicos y viviendas en esta población y otras cercanas dentro del municipio de Sanxenxo, como Villalonga, que los Servicios de Emergencias y los Bomberos todavía están evaluando.

En Vigo, quedó interrumpido el transporte marítimo diario entre esta ciudad y Cangas que realiza la naviera Mar de Ons, a consecuencia del temporal, mientras la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior de la Xunta mantiene una alerta de nivel naranja en todo el litoral gallego a partir de este miércoles por viento y olas. Basándose en datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la Xunta de Galicia ha avisado de que se esperan vientos de fuerza ocho o nueve y olas de entre cinco y siete metros. El temporal costero comenzó en la provincia de A Coruña y se extendió posteriormente a las provincias de Lugo y Pontevedra, donde se alcanzaron las ráfagas de viento de hasta 100 kilómetros por hora.

En el interior de la provincia, en el municipio de Cerdedo-Cotobade, también tuvo que intervenir el 112 tras recibir varias alertas de conductores que circulaban por la N-541 donde el viento arrancó también árboles, señales de tráfico y hubo desprendimientos de tierra sobre la calzada. Hasta allí también se desplazaron efectivos de Tráfico que solicitaron ayuda a los servicios de mantenimiento de carreteras del Ministerio de Fomento.

Está previsto que a finales de esta semana la Xunta y la Confederación Hidrográfica de Miño-Sil informen si rebajan la alerta por sequía que se declaró en pleno verano ante las intensas lluvias del último mes. Uno de los marcadores de referencia es el nivel de abastecimiento de los embalses, que ya se encuentran en niveles normales, aunque todavía están cinco puntos por debajo de los índices alcanzados en años anteriores.