Nervios en el PP por la aparición de la ‘enmienda antiCospedal’ en su feudo

Francisco Carmelo Risueño Jiménez es un abogado de 51 años de San Clemente, un pueblo de Cuenca de 7.000 habitantes, que fue hace varios mandatos concejal del PP y que lleva lustros de militante del partido. Ahora está apartado de la política local y solo ejerce en su despacho pero es uno de los dos compromisarios populares en esa localidad que asistirán al 18 congreso nacional y el que firma la que ya se conoce como la enmienda antiCospedal. Risueño defiende en su corrección particular al artículo 9 de la ponencia de estatutos del PP que la acumulación de cargos en poder de Dolores de Cospedal “no es de recibo” y es “sonrojante”.

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El PP ha reaccionado con nervios a la propuesta de Risueño, que no es la única en ese sentido, pero sí la que procede del feudo territorial en el que Cospedal es además la presidenta regional del partido. En el PP lo atribuyen todo a una vendetta interna. En el entorno del implicado lo niegan y aluden a que esa acumulación de puestos “no es ética”.

La junta directiva local del PP en San Clemente ha enviado incluso un escrito a la dirección regional y nacional precisando que no respaldan a su compromisario. El afectado fue convocado incluso a una reunión en la sede autonómica del PP en Toledo para pactar las enmiendas que deberían enviarse al congreso pero no acudió a esa reunión ni contesta en los últimos días las decenas de llamadas de teléfonos de Madrid y de su comunidad que considera presiones para retirar su propuesta. Está dispuesto a "llegar hasta el final".

Los responsables de la ponencia de estatutos del PP estiman que hay unas 45 enmiendas relacionadas con la incompatibilidad de cargos que podrían afectar a Cospedal. Pero en la mayoría de ellas no se cita a la actual secretaria general, que es también presidenta del PP en Castilla-La Mancha, diputada por Toledo y ministra de Defensa.

Risueño sí cita a Cospedal con nombre y apellidos. Y corrige el artículo 9 en su punto primero para proponer que “en ningún caso podrá desempeñarse más de un cargo territorial de presidente o secretario general en el Partido, ni acumularse a este más de un cargo de representación institucional, local, autonómica o nacional”. El afiliado justifica su iniciativa: “No es de recibo que en una sola persona se concentren cuatro importantes responsabilidades que, además, se antojan imposibles de compaginar y armonizar”. Y ve el caso Cospedal como “el ejemplo más palpable”.