Una red timó a 64.229 personas 1,7 euros con llamadas trucadas

La Guardia Civil ha acabado con las miles de miniestafas que perpetraba telefónicamente una banda de nueve personas de una manera limpia, sencilla y lucrativa a pequeñas dosis. Una llamada cortísima y automatizada al teléfono móvil de cualquiera, que el usuario no tiene tiempo de descolgar, pero que el interpelado devuelve. Entonces, al otro lado una voz grabada le informa de que debe llamar a un número que empieza por 90, que en realidad era un 905 o una línea de tarificación adicional. Así, 64.229 llamadas de otros tantos ciudadanos, a algo más de 1,77 euros de coste cada una, reportaron a los que montaron el chiringuito más de 114.000 euros de beneficio.

La llamada corta se hacía también desde alguna de las 21 líneas 905, contratadas con una operadora, que utilizaba la red ahora desarticulada. El usuario que devolvía la comunicación, escuchaba esta grabación: “Servicio exprés de mensajería. Tenemos pendiente de entregar un paquete para usted. Si es titular del número de teléfono, por favor, contacte con nosotros al teléfono 90-5X-XX-XXX, repito 90.5X.XX.XXX”.

Marcado el número, el contador se ponía a caminar. Poco dinero y, por lo tanto, apenas denuncias o muy pocas. La Guardia Civil, no obstante, recibió una denuncia de un usuario de Burgos por una posible estafa telefónica y se puso en marcha. Así detectó a un grupo delictivo que se dedicaba sistemáticamente a este tipo de estafas. Solo con esta, de ni siquiera dos euros por persona, se había embolsado más de 114.000 euros. Y con un desembolso realmente mínimo.

El instituto armado ha detenido a seis de los integrantes de la red y ha imputado a otros tres. Además, ha registrado tres domicilios de Barcelona, donde ha localizado un programa informático utilizado para la marcación masiva de números de teléfono.