Tres opciones judiciales para Aguirre

El futuro judicial de Esperanza Aguirre permanecerá con toda probabilidad en el terreno de la incógnita tras prestar declaración en los juzgados de la plaza de Castilla. El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid, Carlos Valle, debe tomar declaración a ocho testigos –seis agentes de movilidad y dos policías locales- que el pasado 3 de abril presenciaron la fuga de la presidenta del PP madrileño cuando estaba siendo multada por aparcar su coche en el carril bus de la Gran Vía para sacar dinero de un cajero.

Sin el interrogatorio de los testigos, previsto para el próximo 30 de septiembre, es poco probable que se modifique la situación procesal de Aguirre. Una vez que los agentes hayan declarado ante el magistrado, este tiene al menos tres opciones.

La primera: seguir instruyendo la causa como delito, como le ordenó la Audiencia Provincial de Madrid, y una vez terminada la investigación transformar la causa en procedimiento abreviado, paso equivalente al auto de procesamiento, que situaría a Aguirre al borde del banquillo.

La segunda posibilidad es que el juez Valle recupere su criterio inicial y califique la supuesta desobediencia de Aguirre como falta. En ese caso, la última palabra volvería a tenerla la Audiencia Provincial, que debería ratificar esa decisión, o forzar a que la expresidenta de la Comunidad de Madrid sea juzgada por delito.

La tercera posibilidad sería el archivo directo de la causa. Esta opción sería recurrida inmediatamente por la acusación particular, que ejerce la asociación Transparencia y Justicia.