Una peineta
El Acontecimiento Histórico continúa empeñado en seguir hacia el norte mientras que mi tren se dirige hacia el sur


A veces, cuando la Historia va a Bilbao, tú vas a Sevilla. Es un suponer, no sabemos muy bien adónde va la Historia y adónde nosotros, lo cierto es que no logramos encontrarnos. Ahí está la abdicación de Juan Carlos, un Acontecimiento Histórico por decreto al que no hemos prestado la atención que se merecía. Llamé a mamá a las seis en punto de la tarde.
—¿Estáis viendo la tele?
—No, hijo, no consigo que me interese el asunto de la claudicación.
—Abdicación, mamá.
—Lo que sea. Me esfuerzo en estar a la altura de la Historia, pero no lo logro. A tu padre le importa un rábano también. Dice que nos preocuparemos por la Historia cuando ella empiece a preocuparse por nosotros. Precisamente nos has pillado haciendo cuentas para ver si este mes podíamos comprar las pastillas del colesterol y de la tensión, además los ansiolíticos y los antihistamínicos. ¿Tú no nos podrías echar una mano con los antiinflamatorios?
Telefoneé entonces a mi hijo, emigrante en Dusseldorf. Estaba enfadado:
—Que le den a la Historia, papá. Me resbala adónde vaya la Monarquía. Lo que me gustaría averiguar es adónde va el capitalismo, cuál es su próximo objetivo, dónde ha puesto el ojo para ver si me va alcanzar otra vez la bala.
Continué viendo, confuso, la ceremonia de la abdicación que por momentos, misteriosamente, parecía una toma de posesión, y recordé que en el telediario de las 15.00 había aparecido el ministro de Justicia proclamando que en un día histórico no se le podía preguntar por la fuga de su hijo. Personalmente, como padre, me habría parecido más lógico que dijera lo contrario: que en un día con tantas preocupaciones familiares él se ponía la Historia por montera. Depende de lo que priorices, que diría un secretario de Estado, si las horas o los minutos. Teóricamente hablando, las horas son el resultado de los minutos al modo en que la Historia, con mayúscula, debería ser el resultado de las historias de la gente. Pero aquí, ya digo, cada cosa va por su sitio. Le pregunto el porqué de esta extravagancia al camarero del bar donde veo la ceremonia, que es sociólogo, y dice que porque la Monarquía, que desde el punto de vista filosófico resulta un contradiós, no ha logrado entre nosotros, como entre los británicos, devenir en fetiche.
—Las relaciones con el fetiche —concluye— son de orden mágico, no racional, y ese es el gran trabajo que tiene por delante Felipe VI, convertirse en un amuleto de la suerte. Su padre, en cierto modo, lo logró. Pero los fetiches se desfetichan con facilidad. Aparece en el horizonte un Urdagarin, una infanta Cristina, un elefante muerto, una princesa comisionista, y la pata de conejo pierde todas sus propiedades.
Vaya, vaya, me digo yo a mí mismo, intentando emocionarme un poco con las imágenes de la familia real. Pero el Acontecimiento Histórico continúa empeñado en seguir hacia el norte mientras que mi tren se dirige hacia el sur. Entiéndase por sur (es un ejemplo) el dolor de cabeza que me provocan los antiinflamatorios de mis viejos. En un momento dado el Acontecimiento Histórico y yo nos cruzamos y le digo adiós con la mano. Él levanta la suya, pero no para devolverme el saludo, sino para hacerme una peineta. Joder con la Historia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
El Gobierno rectifica y elimina la obligación de que los desempleados presenten la declaración de la renta
El grupo de investigación CREA de la UB se disuelve tras las denuncias de acoso
Los presuntos homicidas de Elche asaltaron un concesionario y lesionaron a tres policías tres días antes del crimen
Atacan con pintadas la sede del PP en Finestrat, localidad de la que era alcalde el ‘president’ Pérez Llorca
Lo más visto
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la lista de números premiados
- El PP de Almeida vota en contra de dedicarle a Robe Iniesta un centro juvenil porque antes quiere hablarlo con su familia
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- La Guardia Civil detiene a los dos hombres atrincherados tras matar a dos alemanes en un chalé de Elche




























































