Bosch: “España y Cataluña pueden tener un divorcio amistoso o acabar a tortazos”

No hay día en que las Cortes no se habla del proceso soberanista de Cataluña. En la sesión de control el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha dirigido a los catalanes que no son nacionalistas y CiU ha interpelado al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por el “seguimiento” a los jueces catalanes que están a favor de la independencia. Y para terminar ha sido presentado un libro por figuras antagónicas. Como amigos. La independencia de Cataluña interesa a los españoles”, es obra de Alfred Bosch, portavoz de ERC, quien estuvo flanqueado por el presidente del Congreso, Jesús Posada, como anfitrión, y Rosa Díez, portavoz de UPyD, como presentadora de la obra. “El divorcio se puede hacer amistoso o a tortazos”, ha dicho Bosch sin levantar la voz. “Si insistís en poner las urnas en Cataluña pediré al Gobierno que los Mossos de Esquadra o, si no, la guardia civil, las retire”. Todo en tono muy cordial.

Las buenas relaciones existen y se nota, a pesar de que ninguno se ha dejado nada en el tintero. Este es el primer libro escrito en castellano por Bosch, en la editorial Galaxia Gutenberg, tarea en la que piensa perseverar, porque “la independencia de Cataluña llegará muy pronto” y él dejará la actividad política. No ha tratado Díez de convencer al republicano de que abandone su sentir nacionalista pero sí le ha rebatido que en su obra contraponga dos supuestos nacionalismos: el catalán y el español. “Le aseguro que se puede vivir sin ser nacionalista; se puede ser de derecha, de izquierda, liberal, y no nacionalista”.

De lo que no se puede discutir es de la ley, y esta impide que se celebre un referéndum sobre la independencia de Cataluña, ha señalado Díez. No se trata de leyes, ha contrapuesto Bosch, sino de voluntad política. “Los catalanes queremos ser independientes y los seremos”, ha pronosticado. Y a ser posible, de manera tranquila, “por supuesto pacífica”, de manera que el divorcio resulte amistoso, tanto que quizá “en un futuro España y Cataluña puedan ser ardientes amantes”. Imposible, le ha replicado Díez. La familia se puede dejar de hablar pero no divorciar. “Cataluña y el resto de España somos lo mismo, tenemos la misma sangre”.

Sin concesiones pero con tranquilidad ha discurrido la presentación de este libro en el Congreso. No ocurrió así horas antes cuando el diputado de CiU Feliú Guillaumes interpeló al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por el hostigamiento que sufren a su juicio la treintena de jueces y magistrados que públicamente defendieron la posibilidad de hacer un referéndum en Cataluña sin vulnerar la Constitución. La acusación viene por la publicación en el diario La Razón de la fotografía de todos ellos, algunas cogidas del DNI. “Están ustedes obsesionados con el Ministerio del Interior”, le ha replicado el ministro, que niega cualquier intromisión en la vida de estos profesionales que encuentran resquicio en la Constitución para preguntar a los catalanes sobre su futuro.