"Boda cuasi de Estado"

Blanca Rosa Bartolomé Collado es jueza titular del juzgado de primera instancia número 20 de Madrid. Ha desestimado, el pasado 18 de diciembre, una demanda de protección del honor presentada por Alejandro Agag contra tres periodistas de EL PAÍS, el redactor José Antonio Hernández, el subdirector José Manuel Romero y el director, Javier Moreno.
Agag sostenía que la información publicada en dicho diario según la cual la trama Gürtel pagó una parte de la boda de la hija de Aznar, publicada los pasados 21 de mayo y 3 de junio de 2013, suponía una intromisión ilegítima en su derecho al honor y graves daños morales. Solicitaba una condena y el pago de una indemnización de 120.000 euros.
La jueza Bartolomé Collado ha subrayado tanto el interés público de las informaciones como la veracidad de las mismas y la diligencia que exige la jurisprudencia constitucional a los medios de comunicación. Al desestimar la demanda, le impone a Agag el pago de las costas.
Pero he aquí que las consideraciones de la sentencia son muy relevantes en el momento actual.
En los Fundamentos de Derecho, punto 2, la jueza Blanca Rosa Bartolomé Collado sostiene: "Así, la información se refiere a Alejandro Agag, persona conocida no solo por su relación sentimental sino por su actividad política, tiene relación la boda del demandante con Ana Aznar, hija del entonces presidente de Gobierno de este país, boda cuasi de Estado, a la que fueron invitados dirigentes políticos de otros países e innumerables personalidades del país; con Don Francisco Correa y Álvaro Pérez, alias El Bigotes, ambos implicados en la denominada trama Gürtel, actualmente objeto de investigación por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, y que supone uno de los más importantes episodios de posible corrupción bajo investigación judicial a fecha actual...".
"Boda cuasi de Estado", pues.
Razona a continuación: "Alega el demandante que el hecho de que el invitado a una boda haga un regalo no es noticiable. Entiende esta Juzgadora que dicha afirmación no es asumible en términos generales. Así, cuando uno de los contrayentes es la hija del presidente del Gobierno a fecha de celebración del enlace, cuando el regalo asciende a más de 30.000 euros, se factura a través de una mercantil que está siendo investigada [Special Events], habiéndose encontrado facturación de dicho "regalo" junto con otras facturas incautadas por la Policía en un registro de una lonja de Alcorcón, siendo el administrador de dicha mercantil el principal implicado en la investigación judicial, por la que incluso ha estado privado de libertad, y siendo como fue que el Sr. Correa no fue un invitado más, sino testigo por parte del novio en el enlace, es evidente que la noticia tiene interés público".
Es interesante tomar nota de un párrafo de la sentencia que se analiza el argumento de Agag según el cual la información sobre el regalo de la empresa Special Events no debió publicarse.
"No se puede pretender, como pretendió el letrado de la parte actora [demandante] en el interrogatorio de los demandados que ante el contenido de la documentación aportada [carpeta del sumario del caso Gürtel descubierta en una nave de Alcorcon] y pese a la existencia de un comunicado en relación con dicha información del Sr, Agag, dicha información no se publique por "creerse" la versión del Sr. Aznar [sic] ya que en ese caso no se estaría una actividad periodística seria y objetiva, sino sectaria y de opinión".
La referencia a Aznar es sin duda un error, una confusión entre Agag y Aznar.
Por todo ello, la jueza señala: "Procede la íntegra desestimación de la demanda presentada, imponiendo a la parte actora [demandante] las costas de esta primera instancia".
Como Agag, su suegro, José María Aznar, sostiene que las informaciones que han venido apareciendo en diversos medios sobre correos electrónicos intercambiados por él y miembros de su familia, como su hijo José María Aznar Botella, con el entonces (en 2008 y 2009) presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, pertenecen al ámbito de su vida personal.
Se refiere a correos en los que él y Blesa dan cuenta de gestiones realizadas para que el expresidente de Gobierno pudiera ser representante de la empresa Einsa (Equipos Industriales de Manutención), que posee una división de material militar, en los mercados de Argelia y de la Libia de Muamar el-Gadafi, con quien Aznar mantenía relaciones cordiales, un proyecto que, finalmente, no se concretó.
O a correos en los que se deja constancia de su recomendación a Blesa, durante nueve meses, para que la Fundación Caja Madrid adquiriese la colección de cuadros del pintor Gerardo Rueda por 54 millones de euros, una recomendación a la que se opuso el entonces director de la Fundación, Rafael Spottorno.
Blesa tuvo que soportar los reproches, entre otros, de José María Aznar Botella, quien calificó en un correo electrónico como una actitud "impresentable" la negativa a comprar la colección, habida cuenta de que su padre le había ayudado tanto.
"Con los pelos que se ha dejado mi padre por ti y han sido muchos me parece impresentable lo que has hecho o no has hecho. No se merecía esta decepción", escribe el 16 de julio de 2009 Aznar Botella.
"La Caja tiene sus procedimientos, no es mi cortijo...", replica Miguel Blesa.
Aznar impulsó el nombramiento de Blesa, amigo personal, primero como consejero y más tarde como presidente de Caja Madrid, nada más llegar al Gobierno, en 1996.

El debate sobre si Caja Madrid era el cortijo o no de Blesa en 2009 tras el estallido de la Gran Crisis Financiera, para hacer lo que le solicitaba Aznar, en relación a destinar 54 millones de euros (el proyecto incluía la construcción de un museo que elevaba la operación a 100 millones de euros), ¿puede considerarse un asunto personal de carácter privado?
La historia del "regalo" de Correa a Agag no lo es.
Y, tampoco lo son las comunicaciones Blesa-Aznar sobre la proyectada (y frustrada) representación de Einsa para abrir los mercados de Libia y Argelia y la compra (también frustrada) de la colección de cuadros.
Para conocer al verdadero Aznar... lo que importa es... la intención...
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