El nuevo examen de conducir, más largo y duro, se ensaya ya en siete provincias

La Dirección General de Tráfico (DGT) pondrá en marcha un nuevo examen práctico de conducir que tendrá una duración como mínimo de 25 minutos, de los que 10 serán de conducción autónoma, es decir, sin instrucciones del examinador, según confirmó ayer el director del organismo, Pere Navarro, durante la presentación del Barómetro Anual de la Bicicleta. La nueva prueba entrará en vigor a partir del 2 de noviembre de este año, según una circular de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Madrid.

Sin embargo, por el momento la prueba de conducción autónoma solo será obligatoria en siete provincias - Madrid, Barcelona, Sevilla, Burgos, Segovia, Navarra y Las Palmas-, de acuerdo con un comunicado que la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) envió a los presidentes de las asociaciones provinciales y al que ha tenido acceso EL PAÍS. La DGT corrobora que en estas siete provincias las Jefaturas de Tráfico ya han puesto en marcha pruebas piloto del nuevo examen en colaboración con las autoescuelas, aunque fuentes de las asociaciones de autoescuelas aseguran que desde 2010 “ya se venía aplicando en la mayoría de ciudades” de forma “más o menos experimental” para ver la adaptación de alumnos, profesores y examinadores.

Entre las novedades que incluye la prueba, el examinador podrá pedir al aspirante “realizar comprobaciones previas” como la verificación de los sistemas de seguridad, de los elementos básicos del vehículo y de la documentación, que no estaban especificadas en el anterior modelo de examen. “Se podrán requerir cuestiones como que el alumno abra el capó y mida los niveles de aceite de líquido de frenos, o incluso que sepa la medida del tamaño de las ruedas”, explica Alfonso Montero, profesor de formación vial y administrador de la Autoescuela Montero (Ciudad Real). Tráfico afirma que las comprobaciones no cambian y que a nadie se pedirán "pruebas de mecánica". En cualquier caso, las comprobaciones no computarán en la duración mínima de 25 minutos, por lo que previsiblemente los exámenes serán más largos.

El nuevo examen resulta de la aplicación del reglamento 8 de la directiva comunitaria sobre carnés de conducir, cuyo límite máximo de transposición en los Estados miembros es 2013, y que persigue “mejorar la calidad de los exámenes”.

“La experiencia de la conducción autónoma está siendo muy positiva, puesto que el alumno gana confianza sintiéndose responsable del itinerario a seguir”, explica Alfonso Montero. Según el instructor, que afirma que en Ciudad Real se aplica desde el año pasado, “al principio costó un poco” por la falta de costumbre, pero elogia la experiencia, que en otros países europeos ya está en marcha desde hace más tiempo, porque permite al alumno comenzar la prueba de circulación con menos tensión.