Ir al contenido
_
_
_
_
Red de redes
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las medias tintas feministas de Rosalía

Internet se llena de críticas a la cantante por evitar definirse claramente como defensora de las mujeres

¿Qué es ser feminista? La pregunta va repitiéndose en un chat de amigas, que superan ya los 40 años, un lunes cualquiera. “Que Gloria Steinem es feminista, me queda claro. ¿Yo, preparando cenas, desayunos, comidas, parques y trabajando, soy feminista?”, se pregunta una de las integrantes. “Feminismo es que tú puedas escoger lo que te dé la gana, y lo puedas realizar sin que te lo reprochen”, considera otra. “Muchas aspiraciones y reivindicaciones feministas al final nos han jugado una mala pasada”, opina una tercera. Hace tiempo que ese grupo se alimenta a través de debates de WhatsApp. Y el feminismo es un asunto recurrente en él desde su creación, hace más de una década. Las dudas de los primeros años quedaron enseguida borradas por la revolución del Me Too. Y desde entonces, todas éramos orgullosas feministas. O eso pensaba, hasta que Rosalía abrió la caja de los truenos.

La controversia con la cantante empieza con la siguiente pregunta-reflexión que le formula la presentadora del programa Radio 3 Extra sobre su nuevo disco, Lux: “También hay cierta reivindicación de la figura de la mujer, dentro de las religiones, especialmente en el cristianismo y el catolicismo, que tiene un papel menos predominante respecto al hombre. Me da la sensación de que hay una reivindicación de mujeres fuertes, que desafiaron. De un cierto feminismo, aunque no podamos llamarlo así porque no era concepto creado como tal. ¿Tú lo ves así?”. Y cuando el público espera un sí alto y claro, Rosalía responde de la siguiente manera: “Me rodeo de ideas feministas. No me considero moralmente lo suficientemente perfecta como para considerarme dentro de un ismo, pero sí, me inspiran y me rodeo de ideas feministas”.

El clip del momento, colgado por Radio Nacional en X, supera los seis millones de visitas. “No somos conscientes de la recesión tan grande que estamos viviendo”, considera un tuitero. “¿Dónde quedó la Rosalía que tuiteaba fuck Vox?, dice otro. “A mí se me está cayendo esta tía, no se moja con absolutamente nada, siempre con medias tintas para no perder público…”, apunta otro. “No, si a ella le encantan los ‘ismos’: rentismo, capitalismo, protagonismo…”, incide un tercero. La retahíla de críticas continúa, con la misma intensidad que exhiben las personas que defienden a la cantante catalana, de quien dicen que se toma el feminismo mucho más en serio que la mayoría de los que la atacan.

En esas, acudo a mi grupo oráculo de WhatsApp para saber si ellas todavía se sienten cómodas definiéndose como feministas. Una postura ante el mundo que, creía, ya nadie temía defender públicamente, al menos desde la revolución que empujó un montón de mujeres a través de las redes sociales, con nombres y apellidos, bajo la etiqueta #MeToo. Y que en la industria del pop, como me recuerda la periodista Noelia Ramírez, empezó antes, cuando Beyoncé incluyó en su quinto álbum, en 2013, fragmentos de la charla TED We should be all feminist, de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie.

“¿Quién no se siente cómoda definiéndose como feminista? Por supuesto que lo soy”, resume una integrante del chat de WhatsApp. Aunque poco a poco nacen los matices: “¿Comparto la idea central de que la desigualdad de género existe y debe corregirse? Sí. ¿Eso es ser feminista? Ok, soy feminista. Pero le doy más peso a ese concepto”. Incluso hay quien muestra su preocupación por unos hombres “bastante liados”: “Han sido educados en el machismo y, a muchos, lo contrario les asusta, aunque quieran practicarlo”. Y es que si se les da bola, hasta sobre Rosalía, una artista que genera expectación multitudinaria para conseguir entradas, surgen las dudas: “A mí, el momento monja, decirlo sin decirlo, me preocupa con el auge ultra que estamos teniendo... Que sea feminista, doy por hecho que lo es, aunque sea por sus actos, más que por sus palabras”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_