Un año tarde
Los lectores y las lectoras escriben sobre la dimisión de Mazón, la responsabilidad de los políticos, las últimas medidas del Gobierno de Netanyahu y el acoso escolar

Hace un año murieron 229 personas. Detrás de cada número había una vida, una familia, una historia. Nadie culpa a la lluvia, pero sí a la gestión de lo que vino después. Porque eso sí era responsabilidad de quienes estaban al mando. El president Mazón no estuvo a la altura ni ese día ni durante este año. Faltó liderazgo, faltó dar explicaciones de lo que pasó ese día, empatía con las víctimas y afectados, y le faltó asumir responsabilidades cuando tocaba. A él y a su partido. Ahora dimite, pero llega un año tarde. ¿Qué les pasa a nuestros políticos? Cuando se gobierna, cuando se manda, existe el riesgo de equivocarse. Y cuando uno se equivoca, debe dar todas las explicaciones y pedir perdón, y más cuando hay víctimas. Se gobierna para cuidar, para responder y para estar con la gente en los peores momentos. Eso no pasó, y por eso duele tanto ver, incluso cuando dimite, el uso electoralista de lo ocurrido por parte de todos los implicados, incluidos la oposición y el Gobierno central.
Guillermo Cottet Casanovas. Barcelona
Mirar de frente
¿Acaso Mazón puede mirar de frente a las víctimas de la dana en Valencia? ¿Acaso Ayuso puede mirar de frente a nuestra familia tras la muerte de nuestro abuelo durante la pandemia en una residencia de la Comunidad de Madrid? ¿Acaso Bonilla puede mirar de frente a las mujeres del (no) cribado del cáncer de mama en Andalucía? ¿Acaso Mañueco puede mirar de frente a las familias de los bomberos fallecidos o de las personas que lo han perdido todo en los incendios de este verano en Castilla y León? Poder mirar a los ojos de frente es el mejor ejercicio de honestidad que conozco.
Ana Belén Pérez Villa. Soria
Venganza
Proponer la pena de muerte para los palestinos que asesinen a israelíes no es solo una medida extrema, es una señal de que la venganza se ha convertido en política. Esta propuesta supone un grave retroceso moral y legal, promete castigar la violencia, pero en realidad la alimenta. Endurecer las leyes solo intensifica el ciclo de odio y venganza. Medidas como esta condenan al conflicto a prolongarse indefinidamente, alejando cualquier posibilidad de convivencia duradera.
María Cervera Gené. Barcelona
Actuar ya
Este jueves, la UNESCO conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, una fecha que nos recuerda de nuevo el sufrimiento que es para muchas personas ir a clase. Cada caso como el reciente en Sevilla revela fallos en la respuesta por parte del equipo docente. Todas hemos sido conocedoras o incluso vividoras de algún tipo de acoso en la escuela, por lo que sabemos lo que es ir todos los días a clase y sufrir algo tan devastador mentalmente. Por eso, no me entra en la cabeza el hecho de que el profesorado no cuente con un plan de actuación, todo centro académico debería de contar con uno. La escuela debe ser un espacio seguro, no un lugar de sufrimiento.
Catalina Bajo. Madrid
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