Hay Festival | Guillermo Arriaga: “Algo tiene la ficción que nos hace más humanos”
El escritor y director de cine habla sobre su más reciente libro ‘El hombre’ con la jefa de redacción de EL PAÍS México, Sonia Corona


Lo único que quiere Guillermo Arriaga es contar historias. El director, productor, guionista y escritor mexicano ha confesado la noche de este domingo que tiene déficit de atención, que nunca hace esquemas, que tampoco investiga, y que hace hasta 300 correcciones los últimos minutos antes de la impresión de uno de sus libros. Arriaga, que durante una carrera de más de 30 años, ha escrito casi una decena de novelas, dirigido películas y cortometrajes, y ha sido nominado a los premios Óscar, y ganado el premio Alfaguara de novela, ha contado el universo de su nuevo libro El hombre (Alfaguara, 2025) en el que a través de los ojos y las voces de seis personajes cuenta la historia de cómo se construye un imperio en la frontera entre Estados Unidos y México.
“Yo no puedo garantizar a los lectores que les guste mi historia, pero sí que puse todo mi rigor”, ha dicho Arriaga, contundente, de pie y recargado sobre su silla en el Teatro de la Ciudad de Querétaro, desde donde impartió cátedra sobre el origen de sus historias, la esencia de sus personajes y su visión del mundo actual. En una conversación con la jefa de la redacción mexicana de EL PAÍS, Sonia Corona, el también guionista y director, ha hecho un homenaje a lo que considera “la polifonía de la vida cotidiana”.
Arriaga es de ideas recurrentes que tarde o temprano terminan por cristalizarse en libros, en guiones o en películas. Su mente funciona así. Lo de la polifonía lo ha llevado consigo incluso antes de que esas ideas figuren en papel o en su computadora. Uno de los sellos más distintivos de su obra es contar una historia desde varias perspectivas, asegura que nadie cuenta nunca algo de forma lineal y que esa versatilidad que da el mundo real y los relatos de todos los días son los que lo inspiran para tejer un todo y contarlo desde varias miradas.

Esta vez ha apuntado alto. Ahora, en El hombre, ha creado un universo que incluye las versiones de seis personas sobre un mismo momento histórico en la frontera sur de Estados Unidos. Una versión sobre la esclavitud, y las relaciones entre apaches y mexicanos, pero también sobre pasiones y crímenes y riqueza, trabajo y capitalismo. “A la hora de contar cómo se construyó un imperio, fui contando, al mismo tiempo, cómo se construyó el capitalismo en Estados Unidos”, dice.
Pasó unos 20 años con la idea de este libro rondando en su cabeza con la intención de que fuera una película, pero, asegura, demoró tanto ese proceso, que el cuerpo y la cabeza le pedían necesariamente que se tratara de una novela. “Amores perros era una novela, pero nunca cuajó”, cuenta. Así ha sido siempre, las ideas revolotean, él escribe “todo el día y en todas partes”, y los proyectos se van transformando a placer de la propia historia.
De pronto, comienza a tener más confianza y relata varias historias personales al público del Hay Festival, que le mira inquieto, interesado y divertido. Habla de todos esos personajes suyos que tuvieron un origen en una frase que escuchó en la calle, o en una persona a quien conoció algún día en algún lugar. Sobre el guardia panameño cuyo rostro prodigioso le inspiro para hacer a su personaje esclavo en su libro. O sobre sus tres compadres migrantes a través de quienes ha vivido la experiencia tortuosa de ser migrante.

Como si se encontrara al rededor de una fogata, rodeado de un público que le escucha con mucha atención mientras el fuego ilumina sus rostros, Arriaga habla también de su preocupación por al avance de la tecnología y de la Inteligencia Artificial. De cómo reconfigurará el mundo y la forma de hacer historias y arte, y de lo que ha sucedido con muchos libros prohibidos en distintos puntos del planeta.
Cuenta que desearía que los suyos fueran prohibidos por el Papa, como una forma de publicidad que terminaría por convertirlos en los más vendidos. Pero también habla de una genuina preocupación por el futuro. “Algo tiene la ficción que al poder le asusta, que a la moralidad le asusta. Algo tiene la ficción que nos hace más humanos”, se sincera.
Las anécdotas van y vienen, como sus personajes y sus ideas de novelas, que luego son guiones y guiones que luego terminan convirtiéndose en novelas. Aunque podría seguir contando todo ese universo que ha reconfigurado en sus libros y películas, el tiempo se acaba. Sus lectoras le hacen algunas preguntas, y regresa al sitio de la improvisación. Con este ritual literario termina el Hay Festival en Querétaro. Las luces del histórico teatro se apagan y la noche afuera seguirá de fiesta hasta el próximo año.
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