Un estudio de la UNAM sugiere que el “misterioso objeto cósmico” de la nebulosa Pata de gato es en realidad una estrella fugitiva
El hallazgo, a cargo del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica en Morelia, suma a la comprensión del nacimiento de las estrellas masivas, menos comunes en el Universo que las de masa baja y media, como nuestro Sol


La nebulosa Pata de gato, una nube de gas y polvo ubicada a unos 5.500 años luz de la Tierra, es el hogar de un objeto cósmico intrigante: una fuente de radio aún sin identificar que, observada a través de un radiotelescopio, revela una estructura en forma de arco. Un estudio del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM (IRyA) ha puesto el foco en la región donde habita este “objeto misterioso” y arroja un par de hipótesis para explicar su naturaleza. La investigación, dirigida por la astrónoma colombiana Vanessa Yanza López, aporta nuevos datos para comprender los factores clave en el nacimiento de estrellas masivas, astros cientos de veces más grandes que el Sol cuya formación sigue siendo un misterio para los científicos.
El estudio, publicado en la revista británica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, es pionero en describir al objeto como un arco que parece moverse a velocidades extremadamente altas provocando un efecto de proa, similar a las ondas que dejan los barcos mientras avanzan a través del agua. La región en cuestión ha sorprendido a los autores porque sus características no coinciden con un escenario común en las nebulosas, donde las regiones con gas ionizado suelen indicar la presencia de una estrella joven y masiva. “Este objeto misterioso se viene estudiando desde hace 20 años y todavía no se conocía muy bien su naturaleza. Se había planteado que podía ser una estrella masiva, pero con las observaciones nos dimos cuenta de que no había una”, explica Yanza López a este diario. “Las propiedades son distintas a las que podemos encontrar, entonces debimos buscar alternativas al escenario clásico que se propone normalmente”.
A partir de las observaciones captadas con el radiotelescopio Karl G. Jansky Very Large Array, en Nuevo México (Estados Unidos), Yanza López y su equipo plantean dos escenarios posibles para explicar el origen de las ondas de radio en forma de arco: “o existe una estrella fugitiva que se mueve a velocidades supersónicas mientras escapa de su origen; o bien, se trata de dos estrellas masivas con vientos muy violentos que chocan en el medio, y esos vientos son los que observamos”, explica la candidata a doctora al respecto.
El primer escenario, y por el que más se inclinan los autores del estudio, supone la existencia de una estrella fugitiva, un astro que está escapando de la nube donde nació a una velocidad tan alta que produce las señales de radio en forma de arco. Una ilustración compartida por la UNAM representa visualmente el fenómeno con una estrella masiva en tonalidades azules, “porque las estrellas masivas son mucho más calientes y es en azul, no en rojo, donde se ven las temperaturas más altas”, precisa Yanza. En medio de la imagen, el arco en ondas de radio, generado por el movimiento de la estrella a través de su entorno. Alrededor aparece el gas circundante, el material atraído por la gravedad que hace de las nebulosas fábricas masivas de estrellas.
La segunda hipótesis plantea la presencia de un sistema binario integrado por un par de estrellas masivas. En la ilustración que explica este escenario, dos estrellas de una gran masa pero de tamaño dispar se ubican a un lado y otro del arco. “La estrella más masiva tiene el viento más fuerte, y es por eso que curva ese arco hacia la orientación de la menos masiva”, afirma la autora principal, mientras expresa su predilección por la hipótesis de la estrella fugitiva: “El primer escenario es el que más favorecemos, porque para el segundo necesitaríamos dos estrellas masivas y en nuestro estudio parece que no hay observaciones concluyentes de eso. El otro es un escenario más dinámico, en el que es posible que la estrella se esté moviendo”, explica la astrónoma colombiana, estudiante del IRyA desde 2021.

El estudio se suma a otras observaciones incipientes que apuntan a las interacciones dinámicas como un factor más relevante de lo que se creía en la formación de estrellas masivas, una asignatura pendiente en la astrofísica por las dificultades que entraña su observación: a diferencia de las estrellas de masa baja y media, como nuestro Sol, las estrellas masivas son menos comunes en el Universo y su evolución es más rápida, de modo que resulta más improbable estudiarlas a detalle en sus distintas etapas evolutivas.
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