Cómo conectar con tu bebé desde el embarazo
Un apego óptimo durante la gestación representa un factor protector del vínculo madre-hijo tras el nacimiento y el posterior desarrollo infantil

Cuando se gesta una vida nueva, comienza a desarrollarse el vínculo materno con el bebé. Pero no siempre es así. No todas las mujeres sienten una conexión emocional inmediata al conocer que están embarazadas, pues cada una experimenta su gestación de manera diferente. “La conexión con nuestro embarazo pasa por estar conectadas primero con nuestro cuerpo, por lo que hay que trabajar esa calma para que se empiece a formar el vínculo con el bebé”, explica la ginecóloga y obstetra Judit Jaramago. “También es necesario desmitificar ciertos aspectos sobre la gestación, porque hay muchas mujeres que se encuentran mal, ya sea que tienen náuseas, vómitos o dolores, entre otros, y les cuesta generar esa unión afectiva desde el inicio”, añade. “A pesar de que hay factores que suelen dificultar el vínculo, como el estrés o el trabajo, introducir cambios en nuestro estilo de vida que nos permitan conectar con el bebé desde el principio puede facilitar construir un lazo de conexión y vivir la gestación de una forma más consciente", prosigue Jaramago. “Por ejemplo, la mujer puede hablar con el feto o escuchar música mientras toca su vientre”.
Un apego óptimo durante el embarazo representa un factor protector del vínculo tras el nacimiento y el posterior desarrollo infantil. Así lo concluye un estudio de 2023 publicado en el National Library of Medicine (NIH), denominado La relación entre el materno-fetal y los vínculos en mujeres embarazadas. Además, esta investigación agrega que el apego materno-fetal define los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales que las madres van a desarrollar hacia el feto durante el embarazo.
“La interacción emocional y la comunicación de la madre efectivamente tienen un impacto considerable en el desarrollo social y emocional del bebé, tanto durante el embarazo como en los primeros meses de vida”, subraya también la neuropsicóloga Nerea Rodríguez Arias, experta en Intervención Logopédica. “Esta vinculación es muy beneficiosa para ambos, progenitora y bebé. Está comprobado que genera oxitocina, hormona producida en el hipotálamo y liberada por la glándula pituitaria, que tiene un papel fundamental en el parto, la lactancia y el apego emocional”, explica la experta.

“Los masajes en el vientre o distintas zonas del cuerpo, como brazos o piernas, son otra manera de lograr una conexión profunda”, argumenta por su parte Leire García, fisioterapeuta y tallerista de masajes para embarazadas en Madrid. “Lo mejor son movimientos largos y envolventes para relajar los músculos y mejorar la circulación, la presión moderada y evitando maniobras profundas o agresivas, especialmente en piernas y espalda baja”, detalla quien también asegura que un masaje no solo relaja el cuerpo, sino que además crea un espacio de calma y conciencia que puede fortalecer el vínculo con el bebé.
“Primero, la respiración profunda y consciente ayuda a relajar el sistema nervioso y a enfocarse en las sensaciones del cuerpo, lo que facilita la conexión madre-hijo”, sostiene García. “Muchas embarazadas notan que sus bebés responden con pequeños movimientos durante el masaje”, continúa la fisioterapeuta, “especialmente cuando están relajadas y en sintonía con su cuerpo”. La experta añade que si además durante el proceso se incluyen momentos en los que la madre puede colocar sus propias manos sobre su vientre, “se crea un contacto directo con el bebé“.
El vínculo madre-bebé, tras el nacimiento
Durante el posparto y los primeros meses de vida del bebé es importante igualmente generar vínculos tempranos. Una investigación elaborada por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) en 2024, La mentalidad materna y la oxitocina infantil interrelacionadas se asocian con la depresión posparto, concluye cómo los bebés cuyas madres utilizan regularmente el lenguaje para describir lo que su hijo está pensando o sintiendo tienen niveles más altos de esta hormona. “La interconexión emocional entre madre y bebé se refleja en la sincronización de sus ondas cerebrales, siendo esta interconexión más fuerte cuando la progenitora siente emociones positivas, lo que hace que el bebé sea más receptivo y aprenda mejor”, sostiene la investigación. Por el contrario, según concluye el estudio, “si la progenitora está deprimida, la conexión con el niño se debilita y puede verse comprometida”.
“El apego puede ser descrito como la danza que construye la confianza, el amor y la intimidad, este comienza en el útero y continúa creciendo después del nacimiento”, describe Elisa Villalba, educadora de masaje infantil de la International Association of Infant Massage (IAIM). “Los elementos del vínculo, como el tacto, las expresiones faciales y el contacto visual, el olfato, la voz, el llanto, imitación-sincronización, responden a las necesidades y están influenciados por aspectos tanto biológicos como instintivos", prosigue, “y el masaje infantil también es una herramienta para crear y mantener los lazos afectivos”.
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