Rafael Grossi: “Las Naciones Unidas se olvidaron de para qué fueron creadas”
El titular del Organismo Internacional de Energía Atómica se postula como secretario general de la ONU

En 2026 se elegirá a un nuevo secretario general de las Naciones Unidas. La Argentina del presidente Javier Milei acaba de oficializar la candidatura de Rafael Mariano Grossi (Buenos Aires, 1961), director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) desde 2019, la agencia de la ONU encargada de velar por la seguridad nuclear y la no proliferación. La entrevista transcurre en la planta 28 del edificio de la ONU en Viena donde tiene su sede la agencia atómica, el lugar donde se escenificó la gran mentira de Viena en agosto de 1986, cuando la delegación soviética aseguró ante el mundo que la mayor catástrofe nuclear de la historia se debía a un error humano y no al diseño del reactor y la gestión de la seguridad. Los técnicos del OIEA desplazados hoy a Chernóbil, en Ucrania, informan de que el colosal sarcófago que impide la fuga radiactiva ha perdido su función protectora tras el ataque de un dron.
Pregunta. ¿Le preocupa el estado del sarcófago de la central nuclear de Chernóbil?
Respuesta. Sí. El impacto del dron en febrero produjo un orificio y un incendio que afectó a la estanqueidad. El informe nos ha llevado varios meses. La capacidad de aislamiento del sarcófago está comprometida. En este momento no hay radiación exterior, pero no se puede continuar con las tareas de limpieza y la situación amenaza con deteriorarse.
P. ¿Será reparado?
R. Hasta ahora se cubrió el agujero, nada más, para evitar el paso de la lluvia, la nieve, los pájaros. La reparación debe ser extendida bajo ese arco para asegurar el nivel de aislamiento que tenía antes.
P. El riesgo de accidente genera pánico. Es un arma psicológica. Las autoridades ucranianas afirmaron que el dron era ruso. ¿Cree posible un ataque militar terminante en Chernóbil?
R. De modo directo, no. Lo que sucede allí y en otro lugares son las incursiones de drones con cargas explosivas, a veces muy grandes, los grandes protagonistas de esta guerra.
P. ¿Cómo hay que interpretar la amenaza del presidente Vladímir Putin de usar armas nucleares capaces de destruir la civilización?
R. No he registrado que amenace con atacar con armas nucleares. Lo que ha sucedido en algún momento de la guerra, que ya dura más de tres años, es que hubo declaraciones que advertían que, en caso de riesgo existencial, ahí están las armas nucleares. En realidad es la doctrina de uso de armamento nuclear de casi todos los países. El arma nuclear como arma de disuasión. Creo yo que, en el estadio actual del conflicto, se trata más de una guerra de declaraciones que de una posibilidad cierta. Si bien es indudable que hay un aumento de la tensión internacional y sí que hay un riesgo latente.
P. ¿EE UU se dispone a reanudar los ensayos con armamento nuclear como advierte el presidente Donald Trump?
R. Obedece a la lógica de respuesta. Hay que aclarar que Rusia no ha ensayado con armas nucleares, sino con sistemas de armamento que tienen propulsión nuclear.
P. Estamos a pocos meses de que expire el último tratado que aún marca restricciones a los arsenales atómicos de EE UU y Rusia. ¿Es el fin de una era? ¿El cierre definitivo de la era del control nuclear que se gestó en la Guerra Fría?
R. Hay una declinación de la vigencia de esos acuerdos. Pero sé que hubo un principio de conversación entre los dos presidentes sobre el tema en la cumbre de Alaska. Espero algún movimiento.
P. ¿Cuál es la situación actual en la mayor central nuclear de Europa, Zaporiyia, ocupada por el ejército ruso y que opera con personal ucranio?
R. Sigue siendo sumamente frágil, muy peligrosa. No hay que olvidar que es una planta nuclear situada en zona de combate. Sobre la línea de frente. En un territorio que Rusia ha ocupado en su totalidad.
P. Cuando la visitó en 2022, en la primera misión que cruzó el frente, su convoy fue atacado y estuvo en la zona gris bajo fuego abierto. ¿Aún no sabe quién fue el responsable?
R. No, nunca lo supimos. Y ha vuelto a suceder un par de veces, por lo que tuvimos que modificar la ruta de acceso a la central para no exponer a nuestro personal. Antes íbamos siempre por Ucrania y ahora vamos directamente por Rusia. Yo tengo que mantener esa operación que es muy importante para la paz y la seguridad en el mundo.
P. El personal del OIEA rota cada tres semanas. ¿Cómo era Zaporiyia en 2022 y cómo es ahora?
R. Es una instalación nuclear que ha cambiado de manos, como el territorio. Una situación realmente atípica, dicho de modo neutral. Los que viven allí ahora tienen pasaporte ruso. Muchos de los operarios se fueron, pero una cantidad importante se quedó. Como en la lógica de la ocupación de la Segunda Guerra Mundial, hay quienes resisten, hay quienes se van y hay quienes se adaptan a la situación.
P. Argentina ha oficializado su candidatura al cargo de secretario general de la ONU. ¿Tiene buena relación con el presidente Javier Milei?
R. Muy buena. Yo no soy funcionario argentino, soy argentino. Tengo una buena relación y además estoy agradecido al hecho de que mi propio país me presente como candidato, me parecería absurdo aspirar a otra cosa o buscar una bandera de corso.
P. En seis meses se votará al nuevo titular, ¿cuáles son sus apoyos?
R. Esto se parece un poco a los cónclaves papales. Hay que tener prudencia diplomática. Cuento con muchos apoyos y contaré con más. Italia y Paraguay ya han manifestado su apoyo.
P. ¿Cuál es su propuesta?
R. Una ONU que funcione, porque no funciona. Funciona mal. En ciertas áreas —humanitaria, alimentaria, salud, lo que nosotros hacemos— cumple una tarea que fragmentariamente hay que destacar, pero claramente las Naciones Unidas se olvidaron de para qué fueron creadas. Si coges la Carta entiendes que se crearon para evitar las guerras, para que haya paz… y de esto no se habla. Si analizas los focos de guerra en un planisferio —Sudán, Ruanda y la República Democrática del Congo, Tailandia y Camboya, el Sahel, Azerbaiyán y Armenia en su día, Gaza...—, el común denominador es la ausencia de la ONU. No está. No actúa. Y esto puede remediarse.
P. ¿Cómo? ¿De qué sirve la ONU en una guerra como la de Rusia en Ucrania donde el país agresor tiene derecho a veto en las resoluciones del Consejo de Seguridad?
R. Eso es así, correcto. Pero la ONU puede servir de muchas cosas. En este conflicto yo podría haber esgrimido que el alcance del OIEA es muy limitado, allí también hay un veto implícito, y sin embargo allí estamos. Debe desplegarse una diplomacia activa y proponerse soluciones como un interlocutor imparcial, que no indiferente. Quien ejerza el cargo debe hablar con quien inició los ataques, es lo primero que yo hice, hablar con Putin, y mucha gente me criticó. ¿Pero con quién voy a hablar si no?
P. Organización supranacional inerme y también sospechosa: los documentos de Damascus Dossier [trabajo de investigación de la radiotelevisión pública alemana NDR y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ)] revelan que la ONU pagó 11 millones de dólares a una empresa de seguridad de los servicios secretos de El Asad.
R. No estoy al tanto. Pero sí de otros procesos como la investigación encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna sobre la labor de UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados de Palestina en Oriente Próximo), por ejemplo, donde aparentemente algunos empleados pertenecían a Hamás. Eso no es un problema de la institución, sino de quienes la gestionan.
P. La ONU acaba de cumplir 80 años. ¿No toca ya que haya una secretaria general de las Naciones Unidas?
R. Lo que debe haber es un secretario o una secretaria general que sean elegidos por sus méritos. ¿Cuántas mujeres jefas de Gobierno tuvo España? ¿En las próximas elecciones dirán “ahora toca una mujer”? Es un debate artificial. Yo llevé el número de mujeres en puestos de dirección del 28 al 52% en el OIEA. Son hechos, no palabras. Hay que elegir a alguien por sus visiones, no porque tras 80 años de hombres en el cargo toque una mujer, o alguien con los ojos celestes, o laico, o religioso.
P. Usted es diplomático de carrera, embajador de Argentina en Austria antes de convertirse en el primer latinoamericano en dirigir la agencia nuclear de la ONU desde su creación en 1957. ¿No se puede hablar de intervención política de EE UU en la política argentina cuando la Administración Trump condiciona el rescate financiero a la victoria electoral de Milei?
R. Yo soy un funcionario internacional. No me corresponde opinar sobre la política interna argentina.
P. Israel y EE UU bombardearon instalaciones nucleares y militares de Irán en junio. ¿Han vuelto a trabajar en Teherán los técnicos del OIEA?
R. Con dificultad. Por el momento hemos logrado inspeccionar las instalaciones que no fueron atacadas. Las negociaciones continúan. No olvidemos que el material nuclear enriquecido al 60% que Irán tenía antes de los ataques sigue ahí. Legalmente Irán tiene que mostrarnos dónde está y garantizar que su programa nuclear es para uso pacífico.
P. Israel nunca ha confirmado ni negado la posesión de arsenal nuclear. ¿La agencia atómica de la ONU no está en condiciones de despejar la incógnita?
R. Israel no es miembro del TNP (el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares) y por lo tanto no está obligado a poner todas sus instalaciones nucleares bajo salvaguardia o inspección del OIEA. Es un secreto a voces pero no existe una confirmación real. Es irónico, pero es así.
P. Las series de televisión ofrecen una lectura de la cultura popular de un momento clave de la historia. ¿Vio Chernobyl de Craig Mazin?
R. La serie no está tan mal, podría haber sido mucho peor. Me interesó sobre todo el episodio del accidente. La industria del espectáculo ha sido bastante antinuclear y creo que eso ha cambiado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Consumo multa a Airbnb con 64 millones por permitir anuncios de viviendas turísticas sin licencia
Consumo multa a Airbnb con 64 millones de euros por anunciar viviendas turísticas sin licencia
Última hora de la actualidad política, en directo
Finaliza la alerta roja por lluvias en Valencia sin incidencias graves y queda la alerta naranja en Castellón
Lo más visto
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- El “canibalismo interno” se extiende en el PSOE a la espera del día después de Sánchez
- El hombre que desarmó a uno de los atacantes en Sídney es aclamado como un héroe en Australia
- El Ayuntamiento de Valencia y el Levante piden a LaLiga aplazar el partido contra el Villarreal por las fuertes lluvias






























































