Trump anuncia que desplegará a la Guardia Nacional en Memphis para combatir el crimen
El presidente amaga con enviar a ese cuerpo al Estado de Tennessee, tras la polémica suscitada por el despliegue en Washington

Donald Trump se dispone a enviar una vez más a la Guardia Nacional a un territorio gobernado por los demócratas bajo el argumento de combatir a la delincuencia, después de Washington y Los Ángeles, y de haber desplegado a los agentes de inmigración en Chicago. “Vamos a Memphis, es el próximo lugar”, ha anunciado este viernes el presidente de Estados Unidos en una entrevista con la cadena Fox. La decisión se produce un mes después de que el republicano ordenara el despliegue de tropas en Washington, la capital del país y uno de los bastiones de sus rivales políticos, en una decisión que ha generado protestas de la población y críticas de la oposición demócrata.
Memphis, la ciudad de Elvis Presley, se encuentra bajo gobierno local demócrata, pero pertenece al Estado de Tennessee, controlado por los republicanos. Que ese Estado se encuentre bajo mando republicano es un factor no menor en el cálculo de la Casa Blanca: la legislación estadounidense prevé que, aunque el presidente tiene la potestad para ordenar el envío de tropas de la Guardia Nacional a un Estado en casos concretos -un riesgo grave de insurrección, por ejemplo- , debe contar con el visto bueno del gobernador, en principio.
Según Trump, en el caso de Memphis, y a diferencia de lo ocurrido en Los Ángeles o Washington, las autoridades locales están de acuerdo con la medida. “(Paul Young) es un alcalde demócrata, pero está feliz. Y el gobernador de Tennessee (Bill Lee) está feliz, aunque muy preocupado”, ha asegurado Trump en sus declaraciones en su cadena de televisión favorita.
El mandatario ha señalado que, como adujo en los casos anteriores, el motivo del despliegue será una campaña contra el “creciente crimen” en Memphis, una ciudad de unos 600.000 habitantes “con muchos problemas” de delincuencia. Según ha prometido, “vamos a arreglar eso, igual que hicimos con Washington”.
La Administración federal tomó el control de la policía local y ordenó el despliegue del FBI y la Guardia Nacional en Washington, con el argumento de que el Distrito de Columbia, de medio millón de habitantes en su casco urbano y de seis millones en su área metropolitana, se había convertido en una ciudad sin ley. “El nivel de delincuencia estaba entre los peores del mundo. Qué digo: era el peor del mundo”, llegó a asegurar entonces de una de las urbes más decididamente demócratas de todo el país: nueve de cada diez habitantes de la capital votaron por la demócrata Kamala Harris en las elecciones presidenciales del año pasado.
En Washington, aunque la legislación local solo le permite mantener el control de la Policía metropolitana durante treinta días, el plazo ha expirado sin visos de que los más de 2.200 soldados llegados de otros Estados republicanos vayan a regresar próximamente a sus bases.
Hasta ahora, Trump había amagado durante semanas con que Chicago, otro de los grandes bastiones demócratas, sería la próxima gran ciudad en ver militarizadas las tareas de seguridad públicas. “Habría preferido ir a Chicago”, ha reconocido el presidente, en su entrevista en Fox News.
Finalmente, parece haberse confirmado, al menos por el momento, con lanzar una gran operación de redadas de los agentes de inmigración para detener a extranjeros sin permiso de estancia: el Departamento de Seguridad Nacional anunció el pasado lunes el comienzo de la campaña Midway Blitz.
La aparente renuncia a una actuación militar en la Ciudad de los Vientos llegó después de que la semana pasada un tribunal declarara ilegal el despliegue de tropas del pasado junio en Los Ángeles ante las manifestaciones en contra de la dura política migratoria de Trump. En respuesta a una demanda interpuesta por el Gobierno estatal de California, que se había opuesto a esa presencia de soldados, los magistrados encontraron que el recurso a la Guardia Nacional había violado la ley Posse Comitatus, que prohíbe a los militares estadounidenses desempeñar tareas policiales.
El republicano había barajado también tomar medidas similares en Baltimore, en el Estado demócrata de Maryland. Más recientemente había mencionado Nueva Orleáns, otra ciudad de mayoría de votantes demócratas en un Estado bajo gobierno republicano. En 2020, durante su primer mandato, el mandatario estadounidense envió a agentes federales a Memphis para contener el crimen.
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