Dinamarca pide disculpas a las miles de mujeres inuit forzadas a usar métodos anticonceptivos en Groenlandia
“No podemos cambiar lo que ha ocurrido. Pero sí asumir la responsabilidad”, declara la primera ministra danesa sobre los abusos cometidos hace décadas

Dinamarca ha pedido disculpas públicamente este miércoles a las mujeres groenlandesas que fueron forzadas, hace décadas, a utilizar métodos anticonceptivos —a menudo sin su consentimiento y sin siquiera ser conscientes de ello— como parte de una campaña estatal para controlar la natalidad entre la población indígena de la isla ártica. “No podemos cambiar lo que ha ocurrido. Pero sí podemos asumir la responsabilidad. Por eso, en nombre de Dinamarca, quiero decir: Lo siento”, ha declarado la primera ministra Mette Frederiksen, en medio de los esfuerzos de Copenhague por reparar las relaciones con Groenlandia —territorio autónomo del Reino de Dinamarca— y contrarrestar el interés de Estados Unidos en anexionarse la gigantesca isla.
“Reconocemos que este caso ha sido origen de ira y pena para muchos groenlandeses y muchas familias en Groenlandia. Y, naturalmente, ha influido en la forma de percibir a Dinamarca y a la Mancomunidad del Reino (que incluye también a las Islas Feroe)”, ha subrayado la socialdemócrata Frederiksen en un comunicado. “Perdón a las niñas y mujeres que han sido objeto de discriminación sistemática por ser groenlandesas, por haber sufrido daños físicos y psíquicos, por haberles fallado”, ha añadido, extendiendo las disculpas a otros “capítulos oscuros” del trato proporcionado a los groenlandeses.
La radiotelevisión pública danesa reveló en 2022 que al menos 4.500 mujeres y adolescentes fueron sometidas a la implantación de dispositivos intrauterinos desde la década de 1960 hasta 1991, cuando Groenlandia asumió las competencias en materia de sanidad. La iniciativa obedecía a una campaña estatal de planificación familiar en un territorio que, en 1953, dejó de ser una colonia danesa y que obtuvo su autonomía en 2009.
Unas 150 mujeres groenlandesas demandaron al Estado el año pasado, alegando que se les colocó un dispositivo intrauterino sin su consentimiento y exigiendo una indemnización. Dinamarca aún no ha ofrecido ninguna compensación, argumentando que sigue en curso una investigación sobre el asunto, cuyos resultados se prevé que se publiquen el próximo mes.
El Gobierno groenlandés también ha abierto otras pesquisas paralelas sobre los abusos sufridos por mujeres inuit, y ha reservado ya 4,5 millones de coronas danesas (unos 600.000 euros) para el pago de posibles indemnizaciones.
Frederiksen ya pidió perdón en marzo de 2022 a seis inuit durante una ceremonia en Copenhague, por un experimento social llevado a cabo en los años cincuenta, en el que un grupo de niños fue trasladado a Dinamarca para ser educado y asimilado por familias danesas adoptivas, con el objetivo de que regresaran a la isla ártica convertidos en una especie de élite groenlandesa.
En paralelo, también este miércoles, Dinamarca convocó al principal diplomático estadounidense en Copenhague para exigir explicaciones por las supuestas “operaciones de influencia” llevadas a cabo en la isla por personas vinculadas a la Administración de Donald Trump. Los servicios de inteligencia daneses apuntan a que Groenlandia es objeto de campañas para provocar disensiones con Copenhague y agitar el movimiento secesionista. El presidente estadounidense ha manifestado reiteradamente su interés en hacerse con el control de Groenlandia, y ha acusado a Copenhague de maltratar a la población indígena y de descuidar la inversión en defensa para la isla ártica, un territorio de enorme valor geoestratégico y muy rico en recursos naturales.
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