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Un ministro ultra israelí anuncia la aprobación de un nuevo asentamiento judío que “entierra la idea de un Estado palestino”

El plan para construir más de 3.000 viviendas, que separarán el norte y el sur de Cisjordania, surgió hace más de 30 años, pero siempre fue pospuesto debido a la presión internacional

Bezalel Smotrich
Beatriz Lecumberri

“Seguirán hablando de un sueño palestino mientras nosotros continuaremos construyendo una realidad judía”. Con estas palabras el ministro israelí de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha anunciado el jueves que el Gobierno prevé aprobar la próxima semana los planes de construcción de más de 3.000 casas en un nuevo asentamiento en Cisjordania, un proyecto congelado desde hace años debido a la presión internacional, también de parte de Estados Unidos.

De facto, esta nueva colonia separará el norte y el sur de Cisjordania y alejará todavía más la solución de dos Estados. “Es una realidad que entierra la idea de un Estado palestino, porque no hay nada que reconocer ni nadie que lo reconozca”, ha advertido el ministro justamente desde el asentamiento de Maale Adumim, situado a las afueras de Jerusalén, donde se prevé concretar este plan.

El proyecto de construcción de este asentamiento surgió en la década de 1990, pero no se ha hablado de él en los últimos 20 años por los recelos y la oposición internacional que genera. Pero el Gobierno israelí, el más ultraderechista y a favor de la colonización de la historia del Estado, ha vuelto a ponerlo sobre la mesa recientemente y los pasos legales para hacerlo realidad se han acelerado.

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, habla en una rueda de prensa, este jueves.

La semana pasada se llevó a cabo una audiencia en un organismo de planificación de la administración civil para revisar las objeciones al llamado plan E1, como se le conoce en Israel. Pero no se escucharon los argumentos de las organizaciones antiocupación Ir Amim, Bimkom y Peace Now, ni de los abogados que representan a los residentes y comunidades palestinas que se verán afectados por este asentamiento.

Casas, vecindarios, carreteras y familias judías

“Aquellos que intentan reconocer un Estado palestino obtendrán nuestra respuesta no a través de documentos o declaraciones, sino a través de hechos: casas, vecindarios, carreteras y familias judías”, ha agregado Smotrich este jueves. Con esta frase, el ministro se refería a países como el Reino Unido, Francia, Canadá, y Australia, que han anunciado que reconocerán el Estado palestino en la Asamblea General de Naciones Unidas de septiembre.

“Ha llegado el momento de eliminar permanentemente la idea de dividir la tierra y de garantizar que, para septiembre, los líderes hipócritas de Europa no tengan nada que reconocer”, ha abundado el ministro, sancionado por el Reino Unido en junio por incitar a la violencia extrema y el desplazamiento forzoso de los palestinos.

A partir de ahora, el llamado Consejo Superior de Planificación israelí debe aprobar este plan de construcción, algo que está previsto que ocurra el próximo miércoles, según Smotrich. Después, el Estado podrá emitir licitaciones y permisos de construcción en esta área de 12 kilómetros cuadrados, colindante con Maale Adumim, asentamiento en el que ya viven cerca de 40.000 personas. Según Peace Now, la construcción de viviendas puede comenzar en aproximadamente un año si el proceso sigue avanzando tan rápidamente.

El plan aspira a crear un bloque continuo de colonias desde el centro de Cisjordania hasta Jerusalén, en la tierra que queda entre los tres principales núcleos urbanos palestinos: Ramala, Belén y Jerusalén Este, en los que viven alrededor de un millón de palestinos. Las tres localidades no podrán desarrollar su área metropolitana y perderán la continuidad entre ellas. En la práctica, este nuevo asentamiento dificultará todavía más que un palestino de Ramala pueda ir a Jerusalén.

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, muestra junto con una mujer los planes de construcción de un nuevo asentamiento que implicará la separación del norte y sur de Cisjordania, este jueves.

“El plan E1 es mortal para el futuro de Israel y para cualquier posibilidad de lograr una solución pacífica de dos Estados. Estamos al borde de un abismo, y el Gobierno nos está impulsando hacia adelante a toda velocidad”, ha lamentado Peace Now en un comunicado este jueves.

“Hay una solución al conflicto israelo-palestino y a la terrible guerra en Gaza: el establecimiento de un Estado palestino junto a Israel”, ha insistido la ONG, lamentando que estas medidas del Gobierno “garantizan muchos años más de derramamiento de sangre”.

En un intento de allanar el camino a este proyecto, el Gabinete de Seguridad del Ejecutivo israelí aprobó en marzo la construcción de una carretera que conectará las aldeas palestinas en el norte de Cisjordania con las del sur, desviando el tráfico palestino de la carretera principal, que servirá únicamente a los israelíes.

Primeras reacciones

Las palabras de Smotrich han provocado ya las primeras reacciones. El portavoz de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeineh, ha calificado su discurso de “inaceptable” y culpa tanto a Israel como a Estados Unidos de fomentar una realidad que no respeta el derecho internacional, según la agencia palestina Wafa. El movimiento islamista Hamás, que gobierna en Gaza, también ha condenado estos planes que quieren aislar a Jerusalén.

La inmensa mayoría de la comunidad internacional considera que los asentamientos israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania, que comenzaron a instalarse a partir de 1967 y no dejan de crecer, son ilegales según el derecho internacional y constituyen el mayor obstáculo para una paz futura. El año pasado, el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) también consideró que estas colonias y el control que Israel ejerce sobre estos territorios “violan las leyes internacionales” y suponen una “anexión permanente que impide la autodeterminación de los palestinos”.

En este momento, y según Peace Now, en los asentamientos de Cisjordania viven unos 500.000 israelíes, rodeados de 2,9 millones de palestinos. A ellos se suman los más de 233.000 colonos que viven en Jerusalén Este.

Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, la presión de Israel sobre los palestinos de Cisjordania se ha incrementado. Mientras el mundo miraba a la guerra en Gaza, se avanzó de manera acelerada en la colonización de Cisjordania, donde ha aumentado el número de asentamientos y se ha facilitado la vida de sus habitantes con agua corriente, conexión eléctrica o seguridad.

En un goteo constante y que a menudo pasa desapercibido, en lo que va de 2025 el Gobierno israelí ha aprobado en total la construcción de unas 17.000 nuevas casas en diferentes asentamientos en los territorios palestinos ocupados, según Peace Now.

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Sobre la firma

Beatriz Lecumberri
Periodista especializada en información internacional. Ha sido corresponsal en Jerusalén, Caracas, Río de Janeiro y París y ha trabajado en la agencia France-Presse (AFP). Es autora del libro 'La revolución sentimental', sobre Venezuela, y codirectora del documental 'Condenadas en Gaza'. Actualmente, trabaja en la sección Planeta Futuro de EL PAÍS.
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