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El autor del tiroteo de Nueva York quería atentar contra la sede de la liga estadounidense de fútbol americano, según el alcalde

El joven, que mató a cuatro personas en un edificio de oficinas de Manhattan, tenía antecedentes de salud mental que atribuía a la práctica de ese deporte

Un hombre con un rifle entra en un edificio de oficinas de Nueva York, este lunes. Foto: Reuters | Vídeo: EPV
María Antonia Sánchez-Vallejo

Shane Tamura, el joven de 27 años que este lunes mató a cuatro personas y luego se quitó la vida en la planta 33ª de un conocido edificio de oficinas de Manhattan, había llegado a Nueva York apenas unas horas antes, después de conducir a través del país durante días desde su casa en Nevada. Los últimos datos sobre la investigación del suceso, que ha sacudido a la Gran Manzana —el escenario del múltiple tiroteo era a simple vista inexpugnable—, los ha proporcionado este martes el alcalde de la ciudad, Eric Adams, que opta a la reelección en noviembre como candidato independiente.

Aunque en la noche del lunes aún no estaba claro por qué Tamura había conducido desde Las Vegas para sembrar el caos en una de las zonas más ricas de la ciudad, tras aparcar en doble fila su BMW negro, Adams ha asegurado que su objetivo era la sede de la Liga Nacional de Fútbol americano (NFL, en sus siglas inglesas), en las primeras plantas del edificio, pero que se equivocó de ascensor y subió hasta la 33ª.

La policía ha dicho que Tamura tenía antecedentes de enfermedad mental, y una nota incoherente encontrada en su cartera sugería que tenía una queja contra la NFL por padecer encefalopatía traumática crónica, una dolencia degenerativa, a su juicio provocada por la práctica de ese deporte. Había jugado al fútbol en el instituto en California hace casi dos décadas y según sus próximos, apuntaba maneras, además de un carácter muy competitivo.

De la nota hallada en la cartera de Tamura se desprende que culpaba a la NFL de su dolencia. “La nota aludía a que tenía CTE [siglas en inglés de encefalopatía traumática crónica], una lesión cerebral conocida entre quienes participan en deportes de contacto”, dijo el alcalde a CBS News. “Parecía culpar a la NFL por su lesión”. Aunque nunca jugó en la liga profesional, la nota afirmaba que su carrera futbolística se vio truncada por esa lesión cerebral, informó Bloomberg News. En el escrito, de tres páginas, el joven pedía que su cerebro fuera estudiado por la ciencia tras su muerte.

La encefalopatía traumática crónica es una enfermedad neurológica grave sin tratamiento conocido que puede ser causada por golpes repetidos en la cabeza en deportes de contacto. Se ha relacionado con la agresividad y la demencia, y la NFL ha pagado unos mil millones de dólares para resolver demandas de miles de jugadores retirados que alegaban haber sufrido conmociones cerebrales, además de la muerte de varios jugadores de alto perfil.

El pistolero, armado con un fusil semiautomático, causó cuatro víctimas mortales, entre ellas un agente de policía en excedencia que se desempeñaba como vigilante en el vestíbulo del edificio, y una ejecutiva de Blackstone, el poderoso fondo con sede en el inmueble, que tenía 43 años, y cuya muerte ha sido confirmada este martes por la compañía. El oficial asesinado, Didarul Islam, de 36 años, era un inmigrante de Bangladesh, con una experiencia de tres años y medio en el Departamento de Policía, destinado en el Bronx. “Estaba salvando vidas. Estaba protegiendo a los neoyorquinos”, dijo el alcalde Adams. “Él encarna lo que es esta ciudad. Es un verdadero neoyorquino azul, no sólo por el [color del] uniforme que vestía”. Las otras dos víctimas mortales son un hombre de 46 años y una mujer de 27, que no han sido identificados. Seis personas resultaron heridas.

La cifra de cuatro víctimas mortales hace del suceso de este lunes el tiroteo masivo número 254º en Estados Unidos en lo que va de año, según datos de la ONG Gun Violence Archive, que documenta la violencia por armas de fuego. La definición estándar de tiroteo masivo, que han adoptado la mayoría de los medios, es aquel en el que resultan muertas o heridas al menos cuatro personas, excluido el atacante.

El supuesto asesino, que se quitó la vida en la planta 33ª —de las 44 que tiene el inmueble— al verse acorralado, tenía licencia de armas en Nevada. Pero la que usó, una carabina M4 —un rifle semiautomático popular entre los aficionados a las armas, que se inspira en un rifle automático utilizado en el Ejército— y con la que se le ve entrando al edificio, ha vuelto a suscitar un debate sin aparente solución en EE UU: el necesario control de armas, que los demócratas —incluido su último presidente, Joe Biden— han intentado con resultados moderados, frente al rechazo total de los republicanos, que consideran que llevar un arma es un derecho constitucional. Los antecedentes de enfermedad mental del presunto autor encienden aún más el debate, pues remiten al infructuoso asunto de la verificación de antecedentes, que difiere según los Estados.

La gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, ha pedido este martes al Congreso de EE UU que se enfrente y ponga coto al influyente lobby de las armas, que patrocina las campañas de un buen número de legisladores, para evitar la proliferación de tiroteos masivos. “Ha llegado el momento de actuar. Los estadounidenses están cansados de pésames y oraciones. Merecen hechos. El Congreso debe armarse de valor para enfrentarse al lobby de las armas y aprobar de una vez una prohibición nacional de las armas de asalto [como el fusil semiautomático usado por el tirador de Manhattan] antes de que se cobren más vidas de inocentes”, ha dicho Hochul en un comunicado.

Pero el control del Congreso por parte de los republicanos, para quienes la Segunda Enmienda que consagra el derecho a portar armas es intocable, no parece presagiar ningún movimiento para restringir su uso, en un país donde hay censadas 400 millones de armas de fuego. Un número al que deben añadirse las no registradas y las llamadas fantasmas, confeccionadas a base de piezas que se venden sueltas, en las armerías, por Internet o impresas en 3D. Todos los indicios apuntan a que el fusil utilizado en el tiroteo era de estas características, y que Tamura había ensamblado las diferentes partes a partir de un receptor central. La policía interrogará a un hombre que le proporcionó la base, anunció la comisionada de Policía a primera hora de la tarde del martes.

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