Europa aprovecha los titubeos de Trump para intentar una salida diplomática al conflicto con Irán
Alemania, Francia y el Reino Unido piden a Teherán que negocie con EE UU tras reunirse con el ministro de Exteriores iraní en Ginebra

Europa se activa para buscar una salida a la guerra entre Israel e Irán y evitar la intervención de Estados Unidos en el conflicto. Los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y el Reino Unido, y la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, se reunieron este viernes en Ginebra con su homólogo iraní, Abbas Araghchi. La reunión se ha celebrado un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, se diese “dos semanas” para decidir si atacar o no al régimen de Teherán.
A la salida de la reunión, los representantes europeos manifestaron su voluntad de abrir las negociaciones a Estados Unidos. El objetivo es impulsar una resolución dialogada aprovechando los titubeos de Trump entre la opción de la diplomacia para evitar que Irán se haga con la bomba atómica, o la militar para propiciar incluso un cambio de régimen.
“Esperamos de parte de Irán una apertura a la discusión, incluso con Estados Unidos para alcanzar una solución realmente negociada”, dijo el francés Jean-Noël Barrot a la salida de la reunión. En una breve declaración a la prensa, sus homólogos alemán y británico, Johann Wadephul y David Lammy, insistieron en el mismo mensaje.
En un comunicado conjunto, las tres potencias europeas y la representante de la UE se declararon dispuestos “seguir discutiendo sobre todas las cuestiones relevantes para el programa nuclear de Irán y temas más amplios”. Los europeos celebraron “los actuales esfuerzos de EE UU para buscar una solución negociada” y expresaron “la voluntad de volver a encontrarse en el futuro”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, explicó en las afueras de París que los europeos habían llevado a Ginebra “una oferta de negociación completa, diplomática y técnica”. La oferta, según Macron, partía de dos principios. El primero es que “nadie puede soslayar el riesgo que representa un Irán dotado del arma nuclear” y la conciencia de que “en esta materia no es admisible ningún laxismo”. El segundo principio es que “nadie puede pensar seriamente que se responda a esta amenaza con las operaciones [israelíes] en curso actualmente”. Macron propugna una “negociación de fondo” que aborde también “la financiación [iraní] de todos los grupos terroristas que desestabilizan la región”.
Expectativas reducidas
Las expectativas en la reunión, sin embargo, eran reducidas. Europa, implicada desde hace años en los esfuerzos para frenar el programa nuclear iraní, ha intentado ejercer su influencia en este conflicto, sin éxito hasta ahora. La capacidad de influencia de la UE, tanto en el contencioso nuclear como en las políticas de Israel en la región, se ha demostrado escasa.
Ante las señales de que Trump estaría dispuesto a hablar con los iraníes, el ministro Araghchi declaró a la televisión de su país: “No negociaremos con nadie sobre nuestro programa de misiles. Ninguna mente racional aceptaría entrar en conversaciones sobre sus propias capacidades de defensa”.
“Es bueno que haya conversaciones, y siempre hemos subrayado que estamos dispuestos a conversar”, ha dicho en una rueda de prensa un portavoz del Gobierno alemán. Pero Berlín envía señales contradictorias.
En la cumbre del G-7 en Canadá, a principios de la semana, el canciller alemán, Friedrich Merz, aplaudió el ataque israelí a las instalaciones nucleares iraníes. “Lo que hace Israel es el trabajo sucio para todos nosotros”, dijo a la cadena ZDF. “Este régimen de los mulás ha traído muerte y destrucción al mundo”, añadió antes de recordar el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 contra Israel, “que no habría sido posible”, dijo, “sin Teherán”. “Lo único que puedo decir es: ‘Respeto ante lo que el ejército israelí y el liderazgo israelí han tenido el valor de hacer”.
En la misma ciudad donde este viernes debe celebrarse la reunión entre los europeos y el representante de Irán, se prepararon las negociaciones que en el verano de 2015 llevaron a un acuerdo entre las mismas tres potencias europeas ―los llamados E3―, Rusia, EE UU, Irán para frenar el programa nuclear iraní. Trump, tras llegar a la Casa Blanca en 2017, se retiró de aquel acuerdo, suscrito durante la Administración de Barack Obama.
El lunes, en una conversación con su homólogo iraní, los tres ministros europeos y Kallas ya instaron a Irán a regresar a las negociaciones para responder a las inquietudes que suscita el programa nuclear, según un comunicado. También pidieron a todas partes a “mostrar moderación, abstenerse de cualquier medida que conduzca a una nueva escalada en la región y retomar el camino de la diplomacia”.
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