Malas noticias para Ucrania desde Oriente Próximo, con menos armas de Occidente y más bazas para Moscú
La guerra entre Israel e Irán amenaza con reducir el apoyo militar para Kiev, aumentar los ingresos de Rusia del petróleo y estrechar las relaciones entre Putin y Trump


El conflicto entre Israel e Irán trae malas noticias para Ucrania. La tensión en Oriente Próximo amenaza con limitar todavía más el suministro de armamento occidental para Ucrania, sobre todo por parte de Estados Unidos, que tiene en Israel a un aliado prioritario. No solo esto: el precio del petróleo se ha disparado y eso aporta más ingresos a Rusia. Su presidente, Vladímir Putin, se perfila además como mediador ante Irán por petición de su homólogo estadounidense, Donald Trump, ganando peso político internacional en detrimento de Ucrania.
La paradoja de la escalada bélica es que el régimen de Teherán es uno de los pocos aliados de Rusia, pero a quien perjudica la situación no es a Moscú, sino a Kiev. Así lo constatan numerosos políticos y analistas ucranios. El propio presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, subrayó el domingo que Rusia había vuelto a atacar la red eléctrica de su país aprovechando que el foco internacional está en Israel e Irán.
“Moscú tiene la intención de golpear nuestra red energética mientras la atención mundial está en Oriente Próximo”, ha escrito este lunes en sus redes sociales Andrii Sibiga, ministro de Exteriores de Ucrania. Sibiga ha reiterado la necesidad de establecer un tope en el precio del crudo ruso.
Ivan Gomza, profesor de Ciencia Política de la Escuela de Economía de Kiev, da por hecho que Rusia obtendrá beneficios en el corto plazo por la escalada del precio del crudo: “La tensión en el estrecho de Ormuz [vía de exportación clave del petróleo y gas de los países árabes en el sur de Irán] afectará a los intereses de Ucrania, pero lo previsible es que la situación se reconduzca en semanas”. Gomza sí considera que la inestabilidad en el mercado de los combustibles hará más improbable que se consensúe un tope universal para el crudo ruso.
“El precio del petróleo se disparará durante un periodo corto de tiempo, pero será suficiente para Rusia para recuperar lo que pierde [por las sanciones occidentales] en un año fiscal”. Así lo aseguró el pasado fin de semana en Espreso TV el analista ucranio Maskim Nesvitailov. “El salto que ha dado el precio del petróleo es un sueño para Rusia, para mantener su presupuesto de guerra”, dice Mijailo Gonchar, director del centro de estudios políticos Strategy XXI y uno de los mayores expertos ucranios en política energética. Gonchar estima que el ideal ruso es que el precio del barril supere los 80 dólares (el 16 de junio, el precio del barril de Brent era de 72 dólares). Esto dependerá de si la situación bélica se mantiene como ahora, confirma Gonchar.
Gomza recuerda que el momento no es nuevo para Ucrania porque la inestabilidad ya le ha afectado en varios momentos desde octubre de 2023, cuando se incendió Oriente Próximo con los atentados de Hamás y la intervención armada de Israel en Gaza. Para este académico, el principal perjuicio para Ucrania está en el suministro de armamento por parte de sus aliados. El primero de ellos, Estados Unidos.
Trump dejó claro desde el inicio de su mandato, en enero, que no tiene intención de mantener el nivel de transferencia de armas a Ucrania que ofreció su antecesor, el demócrata Joe Biden. En medio año en la Casa Blanca, Trump no ha aprobado ninguna nueva partida de asistencia militar para Kiev. La principal ayuda que aporta el Pentágono es ahora la información de inteligencia.
Zelenski advirtió el 8 de junio en una entrevista con la cadena de televisión ABC que el Gobierno estadounidense había frenado un envío acordado durante la era de Biden de 20.000 misiles antidrones para Kiev. Este armamento fue redirigido a Israel, según Zelenski.
Gomza indica que las pérdidas de asistencia para Ucrania no solo pueden llegar de EE UU: los aliados europeos de Israel, dependiendo de la evolución del conflicto con Irán, pueden priorizar al Estado judío. El profesor de la Escuela de Economía de Kiev hace mención a una posible suspensión de la transferencia de misiles antiaéreos Patriot de Europa a Ucrania. “Es posible que Israel pida a Europa munición antiaérea y otras armas”, secunda Gonchar.
Analistas occidentales han destacado que la ofensiva sobre Irán puede ser negativa para Rusia porque Teherán ha sido un socio militar de Moscú, pero esta posibilidad se descarta desde Ucrania. “Los bombardeos sobre Irán no perjudican en nada a la capacidad militar de Rusia”, dijo Nesvitailov. Gomza confirma que la transferencia de misiles balísticos iraníes a Rusia ha sido mínima y que su principal aportación a la invasión de Ucrania, los drones bomba Shahed, ya hace tiempo que están siendo producidos en Rusia.
Simpatías de Trump
Otro aspecto que preocupa en Kiev es la inclinación de Trump a convertir a Putin en un mediador ante Irán. Así se lo ha transmitido en dos ocasiones el presidente de EE UU al líder ruso, la última, en una entrevista telefónica del 14 de junio. El medio ucranio RBC informó el 13 de junio de que en la cúpula política ucrania hay preocupación porque consideran que Trump busca a toda costa resultados diplomáticos y vincula el fin de la guerra en Ucrania con el fin del conflicto con Irán. Esto podría permitir a Putin pedir a cambio que Ucrania haga más concesiones en un hipotético acuerdo de paz, según RBC.
“Estoy convencido de que Putin ha sugerido a Trump este gran acuerdo”, dice Gonchar. Y es una “pésima idea” para cualquier plan de paz, “porque el interés del Kremlin es salvar al régimen iraní y mantener la tensión en el golfo Pérsico y en Oriente Próximo en el largo plazo”, añade este experto.
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