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Marruecos

Londres respalda el plan de autonomía para el Sáhara en un nuevo giro favorable a Marruecos

El ministro de Exteriores británico considera la iniciativa de Rabat como “la más pragmática” mientras abre la vía a inversiones en el territorio saharaui

El ministro de Exteriores Británico, David Lammy (izquierda), y su homólogo marroquí, Naser Burita, este domingo en Rabat.
Juan Carlos Sanz

El Reino Unido, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ha dado un giro radical a su estrategia en el norte de África al respaldar este domingo en Rabat el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, tras casi medio siglo de neutralidad en el contencioso internacional sobre la antigua colonia española. La iniciativa presentada ante Naciones Unidas en 2007, que ofrece un sistema autonómico en el territorio bajo soberanía marroquí, es vista ahora por Londres como “la base más creíble, viable y pragmática para una resolución duradera de la disputa”, en palabras del jefe de la diplomacia británica, el laborista David Lammy.

El ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, destacó en una comparecencia conjunta en la sede de su departamento que la declaración suscrita por el Reino Unido marca “un giro significativo” en la posición de un Estado clave. Junto con Estados Unidos, Francia y España integra, además de Rusia, el denominado Grupo de Amigos del Sáhara Occidental en el seno de Naciones Unidas, el foro informal de países más influyentes en las resoluciones sobre un territorio que fue la provincia española número 53.

El Frente Polisario, alzado de nuevo en armas contra Marruecos desde 2020, reclama un plan de autodeterminación mediante un referéndum que abra la puerta a la independencia. Marruecos administra de hecho el 80% del territorio saharaui, mientras los independentistas controlan el 20% restante desde los campamentos que albergan a miles de refugiados en Tinduf (suroeste de Argelia).

Washington reconoció en 2020, durante el primer mandato presidencial de Donald Trump, la soberanía de Rabat sobre el Sáhara. Francia, que apoya el plan de autonomía desde 2007, dio un paso más el año pasado cuando el presidente Emmanuel Macron proclamó ante el Parlamento de Rabat que su país “solo contempla el futuro del Sáhara bajo soberanía marroquí”. Hace tres años, el Gobierno español dio un vuelco a su histórica línea de neutralidad en el conflicto, en calidad de antigua potencia administradora, al considerar la iniciativa autonómica como la “base más seria, realista y creíble”, para poner fin al conflicto.

Durante su reunión en Rabat, ambos ministros suscribieron cuatro acuerdos en materia de educación, sanidad, agua e innovación tecnológica, además de un comunicado conjunto que sella una alianza diplomática y económica. La nueva posición del Reino Unido forma parte de un proceso de “impulso para acelerar la solución del conflicto”, aseguró Burita. “Marruecos no quiere una lógica de permanencia del statu quo. Ahora existe una oportunidad de alcanzar una solución basada en la autonomía bajo su soberanía”, apostilló.

En la primera visita de un secretario del Foreign Office a Marruecos en 14 años, el ministro británico ha secundado casi al pie de la letra la fórmula utilizada por el jefe del Gobierno español en 2022. En una comparecencia sin preguntas ante la prensa, Lammy afirmó en Rabat que “el Reino Unido actuará bilateral e internacionalmente en línea con esta posición [favorable al plan de autonomía marroquí] para alcanzar una solución al conflicto”. También manifestó su deseo de que se alcance un arreglo “antes de que se cumplan 50 años” del contencioso. El próximo mes de noviembre se conmemora medio siglo del inicio de la Marcha Verde, la masiva movilización popular sobre el desértico territorio colonial organizada por Marruecos, que acabó forzando la salida de España del Sáhara Occidental tres meses más tarde.

“Esta toma de postura británica abre la vía a inversiones económicas en las Provincias del Sur [denominación habitual del Sáhara Occidental en Marruecos], donde varios grupos económicos británicos están explorando oportunidades en la región”, puntualizó el ministro Burita, que mostró visible satisfacción tras el nuevo logro diplomático alcanzado.

Lammy, por su parte, aseguró que el Reino Unido quiere participar en los programas de modernización de infraestructuras marroquíes. “Los acuerdos suscritos van a permitir que las empresas británicas obtengan buenos resultados en el mayor escenario del fútbol”, remachó, en alusión a las infraestructuras necesarias para el Mundial de 2030, que el país magrebí coorganiza con España y Portugal. UK Export Finance, la agencia británica de internacionalización de economía, plantea inversiones de unos 6.000 millones de euros en Marruecos, incluidos algunos proyectos en el territorio del Sáhara Occidental, como puerta de entrada a África, según la declaración conjunta británico-marroquí citada por la agencia oficial de noticias MAP.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.
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