Un abuelo británico conserva accidentalmente una bomba activa de la II Guerra Mundial

Gerwyn Miles quería un recuerdo de la guerra que vivió para enseñarlo a sus familiares. Este exsoldado británico que participó en la Segunda Guerra Mundial conservó de manera accidental una bomba aún activa en su casa, ubicada en la ciudad de Bridgend (143.000 habitantes, Gales), según han informado varios medios británicos. Durante más de 50 años, el explosivo —encontrado en una playa asiática, donde luchó Miles— pasó de mano en mano. Un equipo de seguridad de la Policía ha desactivado el artefacto este lunes.  

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"Fue un gran choque descubrir que este dispositivo que había pertenecido a la familia durante años era en realidad una bomba activa", ha dicho Lynis Jones, hija del veterano, después de haber encontrado el explosivo limpiando la casa de su padre. Cuando se dio cuenta de que podía estar activo, llamó a la policía. Un equipo de seguridad fue a desactivar el artefacto. 

Antes de ser neutralizada, la bomba había sido llevada a otras casas del vecindario e incluso a una escuela, según ha contado a los medios británicos la nieta de Miles, Jessica Jones. "Recuerdo que cuando tenía siete años, lo llevamos a la escuela con mi abuelo", ha asegurado. Según ella, su abuelo pensaba que era "divertidísimo". 

El equipo de seguridad de la Policía llevó la bomba a un camión, donde a través de rayos-X descubrieron que seguía activa. Después, decidieron detonar el artefacto en un área rural ubicado a nueve kilómetros de la ciudad. Según Lynis Jones, los expertos le informaron de que la bomba — de origen alemán— contenía material inflamable y estaba en muy buena condición. No evacuaron el vecindario porque había pasado de mano en mano y no había explotado, según explica Jones. "Si hubiera estado en un ático durante años y años, definitivamente hubieran evacuado a toda la zona", aseguró.