Miles de personas salen a la calle en Washington en defensa del clima

Miles de personas se manifestaron este sábado en Washington a favor de la lucha contra el cambio climático. A pesar de que el evento había sido programado antes de las elecciones presidenciales, los participantes han encontrado en Donald Trump, el mandatario que ha deshecho el legado de Obama para la protección del medioambiente, el principal enemigo de sus reivindicaciones.

La marcha coincidió con el aniversario de los primeros 100 días de Trump en la Casa Blanca. El día anterior, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos había anunciado que eliminaría de su página web la sección dedicada al cambio climático, cuyos datos estaban “siendo estudiados”. Este sábado, con máximas de 32 grados en un 29 de abril, el clima pareció dar la razón a los manifestantes.

Las políticas de Trump a favor de la explotación de las energías fósiles y en detrimento de las estrategias que permitan luchar contra el calentamiento global, han alargado la lista de razones para participar en un marcha del clima que ya en su primera edición, en 2014, convocó a miles de personas. Hace apenas una semana, miles de científicos marcharon por las calles de la capital para reivindicar el apoyo a su profesión en una protesta que tampoco se olvidó de las consecuencias del cambio climático.

“No tenemos un Plan(eta) B”, “Imagina un mundo sin cambio climático” o “El planeta por encima del dinero” son mensajes que se podían leer tanto en la marcha de este fin de semana como en la convocada siete días antes. Frente a las peticiones de los ciudadanos, la Administración republicana se replantea desde hace varias semanas si EE UU debe permanecer en el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.

Estas dos grandes protestas —solo inferiores en número de participantes a la Marcha de las Mujeres del pasado mes de enero— han mostrado el rechazo ciudadano a una de las políticas centrales del gabinete de Trump. El mandatario ya defendió en campaña que el calentamiento global es “un fraude” y que se trata de una invención china. Asimismo, el director de la agencia medioambiental asegura que el cambio climático no existe.

Consecuentemente, el gobierno republicano ha eliminado protecciones a terrenos federales y a las costas estadounidenses, ha firmado decretos que amplían los permisos para hacer exploraciones petrolíferas todo el territorio, así como la apertura de nuevas minas. El presupuesto federal propuesto por el presidente también contempla recortes significativos a la Agencia de Protección Medioambiental que, según sus críticos, podría impedir que realice su labor de manera eficiente.