Indonesia prepara la ejecución de varios extranjeros por narcotráfico

El Gobierno de Indonesia ha ordenado poner en marcha la ejecución de 10 condenados por narcotráfico, entre ellos varios extranjeros. Las autoridades no han fijado fecha ni tampoco han hecho llegar a los reclusos la notificación oficial que se entrega 72 horas antes, pero ya han avisado a varias embajadas para que este sábado envíen representantes diplomáticos a la prisión de máxima seguridad de Nusakambangan, donde se van a llevar a cabo las ejecuciones.

El portavoz de la fiscalía indonesia, Tony Spontana, ha asegurado que la fecha definitiva depende del recurso de apelación presentado por un preso indonesio ante el Tribunal Supremo, que este martes ya rechazó los recursos de un reo ghanés y un francés, Serge Atlaoui, en prisión en Indonesia desde hace 10 años y a quien en un primer momento se le condenó a cadena perpetua. Entre los presos hay también nacionales de Australia, Brasil, Nigeria y Filipinas. 

El presidente de Francia, François Hollande, ha pedido a las autoridades de Indonesia que no ejecuten Atlaoui, mientras que el ministro de Exteriores, Laurent Fabius, ha señalado esta semana que espera un "gesto de clemencia" y ha advertido al país de que las ejecuciones podrían dañar las relaciones bilaterales. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró este jueves que la UE se opone "por completo" a la pena de muerte: "Esa no puede ser la respuesta al tráfico de drogas".

En la misma línea, Australia ha pedido reiteradamente clemencia para Andrew Chan y Myuran Sukumaran, dos australianos que fueron detenidos en el aeropuerto de Bali con ocho kilos de heroína. La ministra de Exteriores de este país, Julie Bishop, ha registrado este viernes una petición formal para tratar el tema con su homólogo indonesio. También el vicepresidente de Filipinas, Jejomar Binay, ha hecho una "llamada de clemencia basada en motivos humanitarios", aunque ha descartado represalias diplomáticas. A pesar de ello, el presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha reiterado la firmeza de su Gobierno contra el narcotráfico y ha descartado clemencia para ninguno de los condenados.

El pasado enero, Indonesia fusiló a seis narcotraficantes, entre los que figuraban ciudadanos con pasaporte de Holanda, Brasil, Malawi, Nigeria y Vietnam. Las ejecuciones abrieron una crisis diplomática en la que intervino la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que habló con Widodo para tratar de impedir que se llevaran a cabo. Tras el fusilamiento, las autoridades holandesas y brasileñas retiraron temporalmente a sus embajadores del país.

Indonesia, que reanudó las ejecuciones en 2013 después de cinco años de tregua, tiene a 133 prisioneros en el corredor de la muerte, de los cuales 57 lo son por narcotráfico, dos por terrorismo y 74 por otros delitos.