Hallan 28 cadáveres de campesinos en una finca del norte de Guatemala
La policía confirma que los autores de las muertes han sido narcotraficantes
Las autoridades guatemaltecas responsabilizaron al cartel de narcotraficantes y sicarios mexicanos Los Zetas del asesinato de 28 labradores, entre ellos dos mujeres, a los que mataron a balazos y decapitaron en el norte de Guatemala.
El director adjunto de la Policía Nacional Civil (PNC), Gerson Oliva, dijo a los periodistas que los cadáveres de 26 hombres y dos mujeres fueron hallados en la finca Los Cocos, a unos 630 kilómetros al norte de la capital guatemalteca.
Según los investigadores de la PNC, unos 200 hombres fuertemente armados, integrantes de una de las células de Los Zetas identificada como "Z 200", llegaron a Los Cocos anoche y atacaron a los labradores.
Según la PNC las 28 personas asesinadas fueron decapitadas, una práctica común de Los Zetas, grupo considerado uno de los más sanguinarios carteles de narcotraficantes y sicarios de México y Guatemala.
El coronel Rony Urizar, portavoz del Departamento de Prensa del Ejército guatemalteco, dijo que decenas de militares han sido enviados a la zona para evitar que los responsables huyan a México.
El departamento de Petén, el más denso y selvático de Guatemala, es utilizado desde hace varios años por grupos del narcotráfico internacional como ruta para traficar con drogas que llegan a esa zona por vía aérea procedente de Sudamérica, que luego son trasladadas a México.
Los labradores muertos, que aún no han sido identificados, al parecer trabajaban en la finca Los Cocos, propiedad de Haroldo Waldemar León Lara, que fue asesinado el sábado en la periferia de la ciudad de Flores.
León Lara era hermano de Juan José León, alías Juancho León, un narcotraficante guatemalteco que operaba en la zona del este del país, asesinado junto a otras diez personas en marzo de 2008 por sicarios de Los Zetas.
Los Zetas, que inicialmente surgieron como brazo armado del también mexicano cartel del Golfo, del que se independizaron y se convirtieron en enemigos, llagaron a Guatemala a partir de 2007 para hacerse con las rutas del tráfico de drogas que eran controladas por grupos locales.
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