El ministro de Trabajo francés, protagonista de otro escándalo

Mientras Francia festeja el 14 de Julio, el día de su fiesta nacional, con un desfile militar pasado por agua, el ya cuestionado y atacado desde varios frentes ministro de Trabajo, Eric Woerth, se enfrenta a una nueva acusación: el semanario satírico Le Canard enchaîné asegura que en 2009, cuando Woerth era ministro de Presupuesto y de Cuentas Públicas, permitió la venta de una parcela estatal de 52 hectáreas, enclavada en la región de La Compiègne, por un precio mucho menor de lo que valía en realidad.

A juicio de esta publicación, la parcela fue vendida en 2,2 millones de euros cuando su valor en el mercado es de, al menos 20. El grupo que se hizo con la parcela en cuestión, la Sociedad de Carreras de Compiègne (SCC), compró también el hipódromo de Putois, incluido en el terreno. Le Canard enchaîné recuerda que Woerth, aficionado a las carreras de caballos, es alcalde de la localidad de Chantilly, conocida por su hipódromo y que Antonie Gilibert, presidente de la SCC, es un "habitual del hipódromo de Chantilly y de su alcalde".

"Eso no es periodismo: es mala fe"

El ministro de Trabajo, que ayer confirmó que dimitirá el próximo 30 de julio de su cargo de tesorero de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy, considera que la información no tiene ningún sentido.

Woerth, que ha sido acusado ya de conflicto de intereses y de encargarse personalmente de recoger dinero para financiar ilegalmente la UMP, ha respondido muy tranquilo a estas últimas acusaciones, bien porque está convencido de su inocencia o bien porque, zarandeado por una cosa o por otra desde hace más tres semanas, ya se ha acostumbrado a verse en el ojo del huracán.

"Eso no es periodismo: es mala fe. La operación, legal, responde a la intención del Estado de desembarazarse de varios de sus bienes, y no hay una venta por debajo de precio. Esto responde a algunos que se complacen nadando en el barro: qué sigan escribiendo como lo hacen", ha dicho. De cualquier forma, la sucesión de escándalos protagonizados por Woerth está haciendo mella en la imagen política de Sarkozy, según varios sondeos.