La CIA investigará la filtración a la prensa de que mantiene cárceles secretas en varios países

Ante la denuncia hecha por fuentes oficiales a un diario de que los servicios de inteligencia estadounidense mantiene cárceles secretas en varios países, entre ellos algunos del este de Europa, la CIA ha decidido dar un paso adelante y actuar: va a investigar el origen de la filtración a la prensa.

La existencia de estos establecimientos secretos, en los que se habría internado a más de un centenar de detenidos, fue puesta al descubierto a primeros de mes por The Washington Post, según informan Yolanda Monge y Andreu Misse. La organización humanitaria Human Rights Watch identificó a Polonia y Rumania como dos de los países que albergan los centros de detención secretos, y la Comisión Europea avanzó que trataría de verificar si la información del diario estadounidense es cierta.

En Estados Unidos, la oposición demócrata pidió una investigación de los métodos utilizados por la CIA en la lucha contra el terrorismo. La política de la Administración Bush para ocultar e interrogar a presos de Al Qaeda ha sido criticada desde las filas de este partido en el Congreso de EE UU, que consideran que estos "sitios negros", como se denominan en los documentos clasificados, podrían dañar la imagen del país en el extranjero.

Así la cosas, y quizá para frenar el daño que estas noticias le inflingen, la CIA ha decidido ir a la raíz del problema e investigar la filtración a la prensa, según ha informado la cadena de noticias CNN, que sin identificar a sus fuentes aseguró que líderes republicanos en el Congreso solicitaron que así se hiciera.

El presidente de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, y el líder de la mayoría republicana del Senado, Bill Frist, aseguran en una carta enviada a los comités de inteligencia de ambas cámaras que la filtración de información secreta ha creado "una tendencia peligrosa que, de no corregirse con firmeza y celeridad, probablemente empeore". "Es grave y amenaza la seguridad de nuestra nación. También pone en peligro la vida de muchos estadounidenses y la seguridad nacional", advierten.