Bush promete que el culpable de filtrar el nombre de la espía "será castigado"

El presidente de EE UU, George W. Bush, se refirió anoche por primera vez al caso de la filtración a la prensa de la identidad de una espía. En Chicago, en un encuentro con ejecutivos, Bush aseguró que no le constaba que nadie de su administración hubiera filtrado información clasificada. "Si alguien ha violado la ley, será castigado", añadió. "Si alguien ha filtrado información clasificada, me gustaría saberlo para emprender las acciones adecuadas. Le he pedido a la gente de mi administración que cooperen plenamente", concluyó.

"Si alguien tiene alguna información dentro o fuera de nuestro Gobierno, sería útil que la comunicara", declaró Bush, que insistió en que "si alguien filtró algo quiero saberlo" y prometió que la investigación "llegará al fondo del asunto". El presidente de EE UU expresó en sus declaraciones su convencimiento de que el Departamento de Justicia "hará un buen trabajo" y recordó que los abogados de esa entidad cuentan con amplia experiencia en este tipo de encuestas.

Previamente Bush había ordenado al jefe del equipo jurídico de la Casa Blanca, Alberto Gonzales, que enviara un correo electrónico a todo el personal con instrucciones para "conservar todos los elementos materiales que de una u otra forma pudieran estar relacionados con la investigación".

El caso ha sacudido los cimientos de la Casa Blanca porque la agente es la mujer de Joseph Wilson, el diplomático que contradijo la tesis de que Irak intentaba comprar uranio a Níger y se sospecha que con la filtración se pretendía castigarle.

Conflicto de intereses

El Departamento de Justicia decidió ayer transformar lo que arrancó como un examen preliminar en una investigación completa. Sin embargo los demócratas no parecen convencidos de la autonomía de este proceso y han pedido que se investigue el caso de forma independiente del Fiscal general John Ashcroft porque "es obvio el conflicto de intereses".

Ayer Wilson matizó sus acusaciones contra Karl Rove, estratega de Bush, al que apuntaba directamente como la fuente de la filtración. "Lo único que yo digo", aclaró el diplomático, "es que la filtración viene de la Casa Blanca y que Karl Rove es la personificación de las operaciones políticas en la Casa Blanca".